Dabigatran es, posiblemente, el medicamento que más expectativas ha creado en los últimos años. En PubMed aparecen 606 referencias, casi la mitad de las cuales (258) son del último año. Además de su producción científica,
ha sido presentado por todos los medios de comunicación, creando una fuerte expectativa entre los pacientes.
Su interés potencial radica en que podría sustituir a la incómoda warfarina en la prevención de tromboembolismos en pacientes con fibrilación auricular no valvular. El
ensayo clínico RE-LY, que incluyó 18.113 pacientes, demostró que dabigatran a la dosis de 150 mg dos veces al día reducía en un tercio la tasa ictus y embolismos sistémicos, con un riesgo similar de sangrado; mientras que la dosis de 110 mg dos veces al día daba la misma protección frente al ictus o los embolismos sistémicos pero reduciendo los sangrados en una quinta parte.
En los últimos meses han aparecido algunas noticias relacionadas con su riesgo de sangrado, relacionado con la función renal, de las que nos hemos hecho eco en este blog:
Dabigatran (Pradaxa®) y riesgo de sangrado. Alerta en Japón tras el fallecimiento de 5 pacientes
Dabigatrán (Pradaxa®) y riesgo de hemorragia. Informe mensual de la AEMPS
Ahora un nuevo estudio, un
meta-análisis publicado en Archives of Internal Medicine advierte del riesgo de eventos coronarios agudos. Este mayor riesgo ya aparecía en el RE-LY y, como en él, ha de valorarse (ver los intervalos de confianza). En cualquier caso, un tema para seguir por su trascendencia.
El artículo es de libre acceso y aquí ofrecemos la traducción del abstract:
Antecedentes. El original del ensayo RE-LY (evaluación aleatoria del tratamiento anticoagulante a largo plazo) mostró un pequeño aumento del riesgo de infarto de miocardio (MI) con el uso de dabigatrán vs warfarina en pacientes con fibrilación auricular. Hemos evaluado sistemáticamente el riesgo de infarto de miocardio o síndrome coronario agudo (SCA) con el uso de dabigatrán.
Métodos. Se realizaron búsquedas en PubMed, Scopus y Web of Science de los ensayos controlados aleatorios de dabigatrán que informaron sobre el infarto de miocardio o SAC como resultados secundarios. Se utilizó el test de Mantel-Haenszel(MH) para evaluar el efecto de dabigatrán en el infarto de miocardio o SCA. Hemos expresado las asociaciones como odds ratios (OR) y sus IC del 95%.
Resultados. Fueron seleccionados siete ensayos (N = 30 514), incluyendo dos estudios de profilaxis con ictus en fibrilación auricular, uno en tromboembolismo venoso agudo, una en SCA, y 3 de profilaxis a corto plazo de la trombosis venosa profunda. Los controles incluyen tratamiento con warfarina, enoxaparina,o placebo. El dabigatrán se asoció significativamente con un mayor riesgo de infarto de miocardio o SAC que el observado en el grupo control (dabigatrán, 237 de 20 000 [1.19%] versus control, 83 de 10514 [0,79%], ORM-H, 1,33 IC del 95%, 1.03-1.71, p = 0,03). El riesgo de infarto de miocardio o SAC fue similar cuando se utilizaron los resultados del RE-LY revisado (ORM-H, 1,27, IC 95%, 1.00-1.61, p = 0,05) o después de la exclusión de los ensayos a corto plazo (ORM-H, 1,33 IC del 95%,1.03-1.72, p = 0,03). Los riesgos fueron no heterogéneos en todos los análisis (I2 = 0%, p 0,30) y fueron consistentes con los diferentes métodos y medidas de asociación.
Conclusiones. El dabigatrán se asocia con un mayor riesgo de infarto de miocardio o SAC en un amplio espectro de pacientes cuando se prueba frente a diferentes controles. Los médicos deben considerar la posibilidad de que se produzcan estos graves efectos nocivos cardiovasculares con el uso de dabigatrán.
Los
comentarios editoriales al respecto ponen de manifiesto la necesidad de una monitorización continua y crítica de los nuevos medicamentos después de los ensayos en fase 3 y advierten de lo difícil quepuede resultar un adecuado control –a pesar de las mejoras normativas en cuanto a farmacovigilancia- ya que “a largo plazo la gestión de múltiples enfermedades crónicas concomitantes, en pacientes de edad cada vez más avanzada, se convierte en el reto de la medicina moderna. Desenredar los efectos adversos de los medicamentos será cada vez más difícil por la creciente epidemia de polifarmacia.”
Dabigatran es un fármaco a priori muy atractivo para profesionales y pacientes, que puede provocar cambios importantes en la organización de la asistencia y en la calidad de vida de los pacientes, pero ha de demostrar al menos los mismos efectos clínicos y la misma seguridad que warfarina.
Publicado por Fernando Palacio