El síndrome de desgaste profesional (burnout) es un
viejo conocido en las profesiones sanitarias. El New England Journal of Medicine (NEJM) ha publicado un interesante artículo en el que se revisa la
prevalencia del problema en EEUU y describen una propuesta de abordaje.
Más de la mitad de los médicos estadounidenses
presentan síntomas de desgaste profesional (más del doble que en otras
profesiones), y 400 médicos mueren por suicidio cada año en EEUU. Los
estudiantes de medicina y los enfermeros no se salvan de la sobrecarga,
presentando altas tasas de desgaste y depresión.
El síndrome del desgaste profesional tiene
consecuencias nefastas a nivel humano y de eficiencia de las organizaciones.
Aumenta la tasa de eventos adversos, prácticas médicas inadecuadas e
infecciones asociadas a cuidados sanitarios.
Los factores que determinan la aparición del desgaste
profesional son mayoritariamente externos: procesos de trabajo ineficientes (como
los sistemas informáticos engorrosos), horas y cargas de trabajo excesivas,
falta de conciliación laboral-personal, falta de cultura organizativa (equipos
disfuncionales, directivos que no tienen en cuenta el criterio del facultativo
clínico), y sensación de pérdida de control y falta de sentido del trabajo
realizado por el profesional.
No existe un método sistematizado para recoger los
datos, analizarlos y paliar las causas del desgaste profesional. Y cualquier
propuesta de mejora debe incluír actores externos al sistema sanitario
(informáticos, gestores, políticos y pacientes).
Hace 20 años leíamos en el documento To err is human de la Academia Nacional de
Medicina de EEUU (NAM, antes Institute of Medicine o IOM) la alta tasa de errores
médicos debidos a un sistema sanitario fragmentado y la recomendación de
mejoras en este sentido. El artículo del NEJM citado describe como, continuando
en la misma línea, varias asociaciones médicas estadounidenses han iniciado una
acción nacional colaborativa para el bienestar y la resiliencia de los
profesionales.
Más de 100 organizaciones se han sumado a la línea de
trabajo propuesta para compartir conocimiento y sumar esfuerzos en red (incluyendo
asociaciones de pacientes, agencias de investigación, entidades de gobierno e
informáticos, entre otros). La red
funciona en grupos de trabajo, con 4 objetivos principales:
- Aumentar la visibilidad de la sobrecarga y el síndrome del desgaste profesional.
- Aumentar el nivel de comprensión de los retos para el bienestar del profesional de las organizaciones sanitarias
- Identificar soluciones basadas en la evidencia
- Monitorizar la efectividad de la implementación de dichas soluciones
Esperemos que, igual
que ha pasado en EEUU, podamos escribir una entrada en un futuro próximo describiendo las estrategias promovidas en España en esta dirección
+ info
Dzau, V, Kirch D, Nasca T. To Care Is Human — Collectively Confronting the Clinician-Burnout Crisis. N
Engl J Med 2018; 378:312-314. DOI: 10.1056/NEJMp1715127
Institute
of Medicine (US) Committee on Quality of Health Care in America. To
Err is Human: Building a Safer Health System. Washington (DC): National Academies Press (US); 2000 [*2]
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profesional”
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Publicado por Aina Perelló Bratescu
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