Analizar pero no cambiar: la respuesta a los incidentes de seguridad del paciente en Inglaterra


Un estudio reciente, publicado en la revista Safety Science, muestra como la política nacional para la gestión de incidentes graves del National Health Service (NHS) ha condicionado la forma en que las organizaciones sanitarias investigan y aprenden a partir de los incidentes de seguridad del paciente. 

El objetivo del estudio ha sido analizar los resultados de la aplicación del Marco de Respuesta a Incidentes de Seguridad del Paciente o PSIRF (por sus siglas en inglés Patient Safety Incident Response Framework) en las prácticas locales de respuesta, investigación y aprendizaje de los incidentes de seguridad del paciente. 

En 2023 el PSIRF reemplazó al Marco de Incidentes Graves (SIF, Serious Incident Framework) que se venía aplicando desde 2015, porque no hacía distinción entre ‘incidentes de seguridad del paciente’ e ‘incidentes graves’. El PSIRF elimina la clasificación de incidentes graves y promueve un enfoque proporcionado de respuesta a los incidentes de seguridad del paciente, en el que los recursos asignados al aprendizaje se equilibren con los necesarios para lograr mejoras. El objetivo final es aprender y mejorar a partir del análisis de situaciones que podrían haber dañado o dañaron a uno o más pacientes durante la asistencia sanitaria.

A través del estudio cualitativo del contenido de las entrevistas a 49 profesionales sanitarios de seis organizaciones del NHS, se evidenció una desalineación entre los principios y objetivos del PSIRF y su aplicación práctica. El énfasis en métricas de cierre y niveles de daño favoreció un desempeño burocrático y de cumplimiento de "lo esperado", generando lo que los autores denominan una “industria de investigaciones” más preocupada por “marcar casillas” que por extraer aprendizajes útiles. Se generó un volumen muy alto de investigaciones, dedicando muchos recursos a abrir, tramitar y cerrar expedientes de incidentes graves, pero con una escasa repercusión en cambios sistémicos.

El estudio muestra un exceso de requisitos formales y procedimentales —con énfasis en definición y cumplimiento de plazos, clasificación del nivel de gravedad, cumplimentación de formularios y producción de informes— y un déficit de guías claras y útiles sobre el contenido de la investigación, es decir sobre:

  1. Cómo investigar bien un incidente.
  2. Qué metodologías usar (por ejemplo, enfoques sistémicos o centrados en individuos).
  3. Cómo involucrar a pacientes, familias y profesionales.
  4. Qué cambios implantar después y cómo asegurar que se traduzcan en mejoras reales.

Se vio que la excesiva especificación de requisitos de rendimiento, combinada con la escasa orientación sustantiva —directrices sobre calidad, enfoque y utilidad del proceso de investigación y aprendizaje— provoca una gran variabilidad en los procesos de investigación, en la capacidad y recursos organizativos, y en la formación y experiencia de los investigadores.

Además, la participación de pacientes y familiares resultó inconsistente y limitada, y se evidenciaron tensiones entre directivos y personal asistencial a la hora de aplicar las políticas.

Los hallazgos resaltan, como ya se ha mencionado, la falta de alineación entre los objetivos y principios clave de la política y su implementación práctica, revelando un déficit de guías claras sobre cómo estudiar y aprender de los incidentes, y un exceso de esfuerzo invertido en investigar (de ahí la idea de una “industria”) con poco retorno en términos de mejoras reales en la seguridad del paciente.

Una reflexión de interés también para nuestro entorno, donde la presión de los gestores de las organizaciones sanitarias por cumplir con los indicadores exigidos puede desviar la atención del objetivo fundamental: aprender de los errores e implementar las mejoras necesarias para evitar que se repitan.


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Publicado por Rosa Añel y Jesús Palacio 

Cómo citar este artículo: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Analizar pero no cambiar: la respuesta a los incidentes de seguridad del paciente en Inglaterra [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [30 de septiembre de 2025; consultado 30 de septiembre de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/09/analizar-pero-no-cambiar-la-respuesta.html


17 de septiembre, Día Mundial de la Seguridad del Paciente: Cuidados seguros para todos los recién nacidos y todos los niños


Con el lema «¡La seguridad del paciente desde el comienzo!», la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedica el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, 17 de septiembre, de este año 2025 a la prestación de «cuidados seguros para todos los recién nacidos y todos los niños».

Este lema está en consonancia con el Plan de Acción «Todas las mujeres, todos los recién nacidos, en todas partes», la Iniciativa de Acción para la Supervivencia Infantil y la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente (2016-2030). Todas ellas iniciativas para avanzar en la consecución de una atención sanitaria universal, segura y de calidad.

La OMS pide que se tomen medidas urgentes para eliminar los daños evitables en la atención pediátrica y neonatal, sobre la base de la labor realizada en las campañas anteriores centradas en promover el parto seguro, dar prioridad a la seguridad del paciente, reforzar la seguridad de los trabajadores de la salud, aumentar la seguridad de los medicamentos, fomentar la participación de los pacientes y sus familias, y mejorar la seguridad del diagnóstico.

Objetivos del Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2025:

  • Crear conciencia a nivel mundial sobre los riesgos relacionados con la seguridad en la atención pediátrica y neonatal en todos los entornos de atención de la salud, haciendo hincapié en las necesidades concretas de los niños, las familias y los cuidadores.
  • Movilizar a los gobiernos, las organizaciones de atención de la salud, los colectivos profesionales y la sociedad civil para que apliquen estrategias sostenibles que favorezcan la seguridad en la atención de los recién nacidos y los niños, como parte de iniciativas más generales destinadas a fomentar la seguridad del paciente y la calidad de la atención.
  • Empoderar a los padres, los cuidadores y los niños en materia de seguridad del paciente fomentando la información, la sensibilización y la participación activa en la atención.
  • Abogar por el fortalecimiento de la investigación sobre la seguridad del paciente en la atención pediátrica y neonatal.
  • Aunar esfuerzos para que la atención de la salud sea más segura

Mensajes clave:

  • Los niños no son adultos pequeños. Requieren atención segura e individualizada.

Los niños necesitan atención que se adapte a ellos: su edad, peso, etapa de desarrollo, necesidades médicas, capacidad de comunicación y contexto específico.

  • La seguridad es lo primero, siempre y en todos los entornos de atención de salud.

Los niños corren mayores riesgos en cuidados intensivos y durante tratamientos complejos. Lo primero debe ser protegerlos de una atención prestada sin condiciones de seguridad.

  • Las causas de daño más habituales se conocen.

Se trata de errores con la medicación y el diagnóstico, infecciones contraídas durante la atención, problemas con equipamiento médico, como tubos o monitores, y señales de alerta no detectadas cuando el estado del niño empeora.

  • Una atención más segura depende de la seguridad de los sistemas y del trabajo en equipo.

La seguridad de los niños depende de sistemas bien concebidos, personal con el apoyo necesario y cuidadores comprometidos. Todas las voces cuentan.

El sitio web de la campaña está disponible en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas, español incluido. Allí se pueden consultar y descargar recursos como logotipos, carteles, etc.

Como muestra, ofrecemos a continuación algunos de estos recursos en español.





La OMS insta a progenitores, cuidadores, proveedores de atención de salud, dirigentes de la atención de salud, educadores y  comunidades a que actúen juntos para prevenir daños evitables en la atención pediátrica y construir un futuro más seguro y saludable para todos los niños.


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Publicado por Sano y salvo


Pilar Astier, coordinadora del GdT de Seguridad del Paciente de semFYC, ha sido elegida presidenta de WONCA, la organización mundial de médicos de familia


Pilar Astier, coordinadora del Grupo de Trabajo de Seguridad del Paciente de semFYC que publica este blog, ha sido elegida presidenta de WONCA, la organización mundial de médicos de familia. La elección se ha celebrado este lunes 15 de septiembre, en el marco de su 25 Asamblea Mundial de WONCA celebrada en Lisboa.

En este blog, cuando fue presentada por semFYC, reseñabamos la trayectoria profesional y las prioridades de actuación que plantea Pilar Astier

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Nota de prensa de semFYC: Pilar Astier-Peña, primera mujer española elegida como presidenta electa de la WONCA, la Organización Mundial de la Medicina de Familia.

Las primeras palabras de Pilar Astier como presidenta electa de WONCA.

La semFYC felicita a María Pilar Astier-Peña por su elección como presidenta de WONCA World.


Publicado por Sano y salvo


Más años juntos, más salud: la longitudinalidad marca la diferencia


La continuidad de la atención es uno de los pilares fundamentales de la medicina de familia. No es solo un principio ético y organizativo: cada vez contamos con más evidencia de que una relación continuada a lo largo de la vida con el mismo profesional de medicina de familia (longitudinalidad) se traduce en mejores resultados de salud, en un uso más racional de los servicios sanitarios y en una relación médico-paciente de confianza que favorece la seguridad y la calidad asistencial.

Un estudio publicado recientemente en The Lancet Primary Care aporta una contribución decisiva a este debate. Sus autores, Prior et al., analizaron la información de salud y uso de servicios sanitarios de más de 4,5 millones de personas adultas en Dinamarca. Estas personas fueron seguidas durante un año a partir de 2022, para estudiar la relación existente entre la continuidad en la adscripción a un mismo cupo de medicina de familia y diversos resultados clínicos.

Los hallazgos son claros: quienes habían permanecido más tiempo en el mismo centro de salud tenían menor riesgo de mortalidad, menos hospitalizaciones no planificadas y un menor uso de los servicios de urgencias fuera de horario. 

Aunque los cambios frecuentes de médica/o de familia se asociaron a peores resultados en salud, estos efectos negativos podían mitigarse si posteriormente el paciente permanecía más años en el mismo centro. 

Los resultados principales se pueden consultar en la siguiente infografía, que muestra la asociación entre los años adscritos a la consulta actual (estratificados por cambios previos de consulta) y las variables resultado del estudio: la mortalidad, la continuidad asistencial intersectorial, los contactos hospitalarios no programados y los contactos con la atención urgente fuera de horario en atención primaria.


Estos resultados se suman a otros ya conocidos. En Noruega, un estudio del año 2022 de Sandvik et al. demostró que ser atendido por el mismo médico de familia durante más de 15 años aumentaba en un 30% la supervivencia de los pacientes, además de reducir ingresos hospitalarios y visitas a urgencias. La revisión sistemática de 2018 de Pereira Gray et al.,que incluyó 22 estudios de diferentes países, demostró que tener el mismo médico de familia durante más de 10 años reducía un 30% el uso de servicios de urgencias, un 28% las hospitalizaciones y un 25% la mortalidad.

La evidencia es consistente en diferentes países y sistemas sanitarios: la longitudinalidad, es decir, el mantenimiento de una relación continuada en el tiempo entre paciente y el/la médica/o de familia se comporta como un verdadero “factor protector de la salud”.

En España, esta reflexión ha sido recogida y desarrollada en el editorial publicado por Añel y Astier en la Revista Clínica de Medicina de Familia, ya reseñado anteriormente en este blog. En ese artículo se destaca que la longitudinalidad no es únicamente una cuestión de organización o conveniencia, sino una característica esencial que protege frente a la fragmentación de la atención sanitaria, mejora la eficiencia y refuerza el compromiso del sistema con las personas y las comunidades. La longitudinalidad es, en definitiva, un determinante más de salud, comparable a otros más clásicos, como la alimentación, la vivienda o la actividad física.

La coincidencia entre la evidencia internacional y la experiencia española refuerza la necesidad de preservar y reforzar este valor en nuestros centros de salud. Sin embargo, sabemos que la longitudinalidad se encuentra amenazada por la sobrecarga asistencial, la escasez de profesionales y las dificultades para garantizar una asignación estable de médico y enfermera de familia a cada persona. La tentación de modelos organizativos basados en la inmediatez y la atención episódica puede ser comprensible en contextos de presión asistencial, pero sus costes en salud y equidad son muy elevados como demuestra la evidencia científica.

El estudio danés aporta un mensaje especialmente relevante para la política sanitaria: la continuidad no es un lujo, es una necesidad real de salud pública. Invertir en longitudinalidad significa invertir en supervivencia, en menos hospitalizaciones y en una atención más eficiente y segura. Y es, además, una forma de fortalecer el vínculo de confianza que constituye el corazón mismo de la medicina de familia.

En un momento en el que se debaten reformas y modelos alternativos, conviene recordar que la longitudinalidad no es un atributo opcional, sino un derecho de los pacientes y una obligación de los sistemas sanitarios. Las y los médicos de familia en España, como en Dinamarca y Noruega, sabemos que acompañar a nuestros pacientes a lo largo de su vida es una de las intervenciones más poderosas, eficaces y menos costosas que podemos ofrecer.


+ info:
Prior A, Rasmussen LA, Virgilsen LF, Vedsted P, Vestergaard M. Continuity of care in general practice and patient outcomes in Denmark: a population-based cohort study. Lancet Prim Care. 2025;1:100016. DOI: 10.1016/j.lanprc.2025.100016
Sandvik H, Hetlevik Ø, Blinkenberg J, Hunskaar S. Continuity in general practice as predictor of mortality, acute hospitalisation, and use of out-of-hours care: a registry-based observational study in Norway. Br J Gen Pract. 2022;72(715):e84-e90. DOI: 10.3399/BJGP.2021.0340
Pereira DJ, Sidaway K, White E, Thorne A, Evans PH. Continuity of care with doctors—a matter of life and death? A systematic review of continuity of care and mortality. BMJ Open. 2018;8:e021161. DOI: 10.1136/bmjopen2017-021161
Añel Rodriguez RM, Astier Peña MP. Longitudinalidad en Atención Primaria: un factor protector de la salud. Rev Clín Med Fam. 2022;15(2):75-76. DOI: 10.55783/rcmf.150202
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Cómo citar este artículo:
Vidal Alaball J, Astier Peña, MP. Más años juntos, más salud: la longitudinalidad marca la diferencia. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [14 de septiembre de 2025; consultado 14 de septiembre de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/09/mas-anos-juntos-mas-salud-la.html


Análisis y propuestas para un nuevo marco legal en la seguridad del paciente


La seguridad del paciente (SP) es uno de los pilares de la calidad asistencial y su desarrollo en España ha sido notable desde la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), que sentó las bases para la creación de los sistemas de notificación de incidentes y eventos adversos.

En 2005 la Estrategia de SP del SNS sirvió de guía a nivel nacional al establecer los objetivos y líneas de acción prioritarias en esta materia, entre las que se incluían la gestión del riesgo y la implementación de sistemas de notificación de incidentes y eventos adversos. Sin embargo, este desarrollo ha sido desigual dado que algunas Comunidades Autónomas (CC. AA.) han implementado sus propios sistemas de notificación y otras se han adherido al Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente (SiNASP), lo que impide que la notificación sea una realidad plena y homogénea en todo el territorio. Este problema se agrava por la falta de un marco normativo sólido que proteja a los profesionales sanitarios y evite que la información de las notificaciones se use para la responsabilidad jurídico-penal, lo que provoca desconfianza y un menor número de notificaciones.

El trabajo “Estudio para el incremento del conocimiento sobre cómo abordar una reforma legislativa en materia de seguridad del paciente” del Ministerio de Sanidad analiza en profundidad estos desafíos y propone el camino a seguir. El estudio se centra en tres objetivos concretos que analiza extensamente, como base para una reforma que refuerce la SP y proteja a los profesionales: 

1. Requisitos de autorización de centros sanitarios

Este objetivo busca una medida preventiva para la SP, con la posibilidad de la obligatoriedad de implementar un sistema de notificación y registro de incidentes y eventos adversos para la autorización. Para ello sería necesario modificar la normativa nacional ya existente (el Real Decreto 1277/2003) y, dado que las competencias sanitarias están transferidas, requeriría el acuerdo de todas las CC. AA. a través del Consejo Interterritorial del SNS.

2. Reforzar los derechos de los pacientes

Este punto se centra en el paciente como el principal beneficiario de la reforma. Aunque la SP ya es una preocupación, no existe un derecho legal explícito a la misma en la legislación española. Se propone aprobar una ley que reconozca de forma explícita que los pacientes tienen derecho a recibir una atención segura, lo que situaría a España al nivel de países como Italia, que ya cuentan con una ley específica al respecto, o bien potenciar que las CC. AA., a través de sus propias estrategias sanitarias, incorporen de manera concreta y articulada medidas que garanticen la seguridad y calidad de la atención.

3. Medidas de protección para los profesionales

Este es quizás el objetivo más complejo y crucial, ya que aborda directamente el cambio de cultura a la hora de notificar un incidente, pasando de un modelo que busca culpables a uno que analiza el sistema para prevenir fallos. Para lograr esto, la solución más completa sería crear una ley específica sobre SP, similar a las de Dinamarca o Estados Unidos, que establezca un marco legal integral. Una alternativa más limitada sería modificar la Ley de Enjuiciamiento Criminal, para garantizar que la información contenida en los sistemas de notificación no sea usada en contra de los profesionales.

En conclusión, el estudio del Ministerio de Sanidad es un informe muy técnico que aborda cómo puede hacerse la transformación para que la SP se convierta en un principio rector de decisiones clínico/administrativas. Este cambio sería un paso crucial hacia un sistema de salud más equitativo, seguro y eficiente para todos.

+ info:

Estudio para el incremento del conocimiento sobre cómo abordar una reforma legislativa en materia de seguridad del paciente. Particular toma en consideración de los sistemas de notificación y registro de eventos adversos. Ministerio de Sanidad, 2025.




Cómo citar este artículo: 
Olivera Cañadas G. Análisis y propuestas para un nuevo marco legal en la seguridad del paciente. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de septiembre de 2025; consultado 4 de septiembre de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/09/analisis-y-propuestas-para-un-nuevo.html


Actualización de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2025-2035

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) ha aprobado la Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035, elaborada por el Ministerio de Sanidad en colaboración con las comunidades autónomas (CC. AA.), sociedades científicas, asociaciones de pacientes y expertos en la materia. Esta nueva actualización abre un horizonte de diez años para consolidar prácticas seguras y promover una cultura de seguridad en todos los entornos asistenciales.

Actualmente, en España, aunque el Ministerio de Sanidad establece las directrices generales y coordina el SNS a nivel central, los servicios autonómicos son los que tienen las competencias sanitarias, controlan los recursos y aplican estrategias y políticas de seguridad del paciente heterogéneas.

En este contexto, la Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035, marco de referencia para todo el territorio nacional, debe servir de guía para orientar las políticas y acciones destinadas a garantizar una atención sanitaria segura, equitativa y de calidad.

El Informe de evaluación de la estrategia anterior puso de manifiesto las diferencias entre CC. AA. No todos los centros sanitarios disponían de un plan de seguridad del paciente, solo el 78,8 % de los centros de atención primaria y el 73,9 % de los hospitales. De los que la tenían, no todos cumplían con los requisitos indicados en el Manual de evaluación de la Estrategia de Seguridad del Paciente 2015-2020 relativos a la existencia de un plan de seguridad del paciente que incluya responsables, fecha de vigencia, información anual de actividades, evaluación y divulgación. Estos datos, entre muchos otros que desvela el informe de evaluación, justifican la necesidad de renovar y fortalecer la estrategia nacional de seguridad del paciente, incorporando el conocimiento acumulado e insistiendo en la necesidad de reforzar el liderazgo, la formación y la cultura de seguridad.

Esta estrategia parte de la misma misión que la anterior: definir y establecer los objetivos y las recomendaciones, basadas en la evidencia científica disponible, orientadas a minimizar los riesgos asistenciales y reducir el daño asociado a la atención sanitaria. Pero la versión actualizada tiene una visión más amplia y proactiva, invitando a todas las administraciones, direcciones sanitarias, sociedades científicas y organizaciones de pacientes a comprometerse para que cada persona reciba una atención segura y respetuosa en cualquier momento y lugar. 

El documento señala que la pandemia de COVID‑19, la digitalización, la asistencia telemática y otros avances tecnológicos han cambiado el contexto asistencial y sus riesgos, por lo que añade nuevos objetivos y recomendaciones. Destaca, por ejemplo, la incorporación de un objetivo específicamente dirigido a promover la disminución de las prácticas de bajo valor: la implantación de recomendaciones "No Hacer". 

Además, la nueva estrategia amplía el enfoque con una séptima línea de acción dirigida a mejorar la seguridad clínica en todos los ámbitos asistenciales. Queda conformada por 7 líneas estratégicas, cuyos objetivos se resumen a continuación y quedan reflejados en la infografía adjunta.

Líneas de acción y objetivos principales de la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035
Elaborada por @roanelSP para @sanoysalvoblog

Respecto a la anterior Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2015-2020, en la nueva se observan los siguientes cambios y avances:
  • Horizonte temporal y consenso más amplio. La nueva estrategia abarca un periodo de 10 años, frente al periodo quinquenal de la anterior. Para su elaboración se ha contado con una participación más amplia de organizaciones, sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Este enfoque colaborativo reconoce que la seguridad del paciente es una responsabilidad compartida que requiere el compromiso institucional, político, técnico y ciudadano.
  • Enfoque más amplio y global de atención sanitaria. La línea estratégica 7 extiende la seguridad del paciente a todos los ámbitos asistenciales, más allá del hospitalario, incluyendo atención primaria, salud mental, centros sociosanitarios y domicilio.
  • Mención específica a las recomendaciones "No Hacer", que aparecían de forma incipiente en la estrategia anterior y ahora se convierten en un objetivo específico para promover que no se realicen prácticas de bajo valor.
  • Incorporación de la perspectiva de género y de la responsabilidad social como valores transversales. Se reconoce que las inequidades relacionadas con el género pueden influir en los riesgos y resultados de la atención sanitaria. Con respecto a la responsabilidad social, se insta a gestionar con transparencia la seguridad del paciente en la comunidad. 
  • Impacto de las nuevas tecnologías. Se enfatiza la importancia de la investigación sobre los riesgos de la inteligencia artificial y el uso seguro de las herramientas digitales y de la telemedicina. 
  • Participación de pacientes, familiares y ciudadanos. Se amplían los contenidos y la población diana de la línea estratégica 4. Se alude a la Carta de Derechos de Seguridad del Paciente de la OMS y al Plan de Acción Mundial de la OMS para la Seguridad del Paciente 2021-2030, donde se destaca la necesidad, cada vez mayor, de implicar y empoderar a pacientes, familiares y personas cuidadoras para lograr una atención sanitaria más segura.
  • Medición y transparencia. Se señala la necesidad de disponer de un sistema de evaluación con indicadores específicos, consensuados con los responsables autonómicos, para evaluar el desarrollo e implementación de las líneas de acción. Este enfoque refuerza la transparencia y permite la comparación entre comunidades autónomas y centros. 
En definitiva, la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS refleja una evolución y maduración de los esfuerzos iniciados en 2005, mantiene la estructura de líneas estratégicas de actuación e incorpora elementos esenciales para los próximos años, como la seguridad de la atención en todos los ámbitos asistenciales, la eliminación de las prácticas de escaso valor y la necesidad de estudiar y tener en cuenta el impacto de las nuevas tecnologías en la seguridad asistencial.
Su éxito dependerá del compromiso de las organizaciones sanitarias, del liderazgo de los profesionales y de la implicación activa de los pacientes y de la ciudadanía con la estrategia consensuada, así como de la capacidad y la voluntad de las autoridades autonómicas de alinear sus planes estratégicos con la misión, visión, valores y contenidos de la estrategia nacional aprobada en el Consejo Interterritorial del SNS. Los resultados en los pacientes dependerán finalmente de los recursos que se destinen y los esfuerzos que se realicen para llevar las estrategias a la práctica.

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El Consejo Interterritorial aprueba la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035. Nota de prensa del Ministerio de Sanidad de 4 de julio de 2025.

Publicado por Rosa Añel y Jesús Palacio

Cómo citar este artículo: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Actualización de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2025-2035. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [23 de agosto de 2025; consultado 23 de agosto de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/08/actualizacion-de-la-estrategia-de.html


La identificación, medición y reducción de la atención sanitaria de bajo valor: una prioridad para los sistemas de salud europeos


El grupo de expertos sobre la Evaluación del Desempeño de los Sistemas de Salud (HSPA por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea ha publicado un informe clave que aborda uno de los retos más urgentes para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios: la atención sanitaria de bajo valor, internacionalmente conocida como "low-value care".  

Este concepto abarca intervenciones que no aportan beneficios clínicos relevantes, pueden causar daño, implican un uso ineficiente de recursos y generan costes innecesarios. El informe compete tanto al ámbito hospitalario como a la atención primaria. 

Con el título Identificar, medir y reducir la atención de bajo valor en el contexto de la evaluación del rendimiento del sistema sanitario, el documento del Grupo de Expertos de la HSPA propone una definición integral de atención de bajo valor que no se limita al uso excesivo o inapropiado, sino que incorpora también el infradiagnóstico y la infrautilización de servicios necesarios. Además de las consecuencias para los pacientes, reconoce el impacto negativo sobre los profesionales sanitarios, el sistema de salud en su conjunto y el medio ambiente: “desde una perspectiva de sistema, la atención de bajo valor incluye el uso excesivo, inapropiado e insuficiente de servicios sanitarios, que puede tener consecuencias físicas, psicológicas y financieras para pacientes, cuidadores, profesionales y para el entorno.” 

El informe, publicado en febrero de 2025, se basa en una revisión bibliográfica del estado de la cuestión y en los resultados de una encuesta realizada por el grupo de expertos en HSPA. La encuesta se realizó entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, y en ella participaron 20 representantes de 17 estados miembros de la Unión Europea y Noruega.

El grupo de expertos de la Comisión Europea establece un nuevo marco conceptual con nueve definiciones o tipos de prácticas de bajo valor (PBV), clasificadas en tres grandes categorías (figura 1):

  • Uso excesivo o inapropiado (5 tipos de PBV): incluye intervenciones sin beneficio demostrado y aquellas con alternativas más costo-efectivas o que se realizan en niveles asistenciales innecesariamente costosos.
  • Uso insuficiente (2 tipos de PBV): se refiere a servicios necesarios que no se ofrecen o no se utilizan, lo que compromete los resultados en salud.
  • Variaciones injustificadas (2 tipos de PBV): son las diferencias geográficas o entre grupos poblacionales que no se explican por necesidades clínicas y que pueden reflejar tanto sobreutilización como infrautilización.

Figura 1. Relación entre la variabilidad clínica y el uso excesivo/inapropiado e insuficiente de las intervenciones sanitarias. Fuente: elaboración propia a partir de Achstetter K, Steinbeck V, Busse R, Panteli D. Identifying, measuring and reducing low-value care in the context of helath System Performance Assesment 



Además, se detallan los nueve tipos de PBV con sus definiciones y ejemplos específicos del ámbito de la atención primaria (figura 2): 

Figura 2. Categorías y tipos de prácticas sanitarias de bajo valor (PBV)Fuente: elaboración propia a partir de Achstetter K, Steinbeck V, Busse R, Panteli D. Identifying, measuring and reducing low-value care in the context of helath System Performance Assesment 



Esta clasificación proporciona una herramienta útil para analizar y abordar la atención de bajo valor de forma estructurada y desde una perspectiva sistémica.

El informe analiza también los desafíos metodológicos en la medición de estas prácticas: la escasez de datos comparables, la falta de indicadores para áreas como salud mental, cuidados paliativos o atención primaria, y las resistencias políticas o institucionales al cambio.

Aunque varios países europeos ya utilizan indicadores para medir la atención de bajo valor en áreas como cribados, pruebas diagnósticas, tratamientos quirúrgicos y prescripción farmacológica, su adopción aún es limitada y desigual. Las áreas donde se ha identificado una mayor carencia de indicadores son la atención primaria, salud mental y cuidados paliativos. 

Llama la atención que, a pesar de ser un nivel asistencial en el que se realizan con frecuencia prácticas innecesarias o ineficientes, la atención primaria esté menos representada en los esfuerzos de medición, y se señale como uno de los ámbitos que presenta lagunas en la disponibilidad y uso de indicadores adecuados. 

Entre los indicadores de PVB que están siendo utilizados por algunos países destacan los siguientes:

  • Uso de antibióticos por habitante (total de DDD/1000 habitantes/día).
  • Medición de niveles de vitamina D en personas sanas.
  • Radiografía de columna lumbar en lumbalgia inespecífica antes de las 6 semanas.
  • Prescripción de medicamentos potencialmente inapropiados en mayores de 75 años.
  • Hospitalizaciones evitables por condiciones sensibles a la atención ambulatoria. 
Para afrontar la atención sanitaria de bajo valor, el grupo de expertos recomienda estrategias multicomponentes que combinen diversas intervenciones adaptadas a cada contexto, tales como
  • Desarrollo de guías clínicas basadas en evidencia y herramientas de ayuda a la toma de decisiones.
  • Reorganización de servicios.
  • Revisión y adecuación de incentivos.
  • Auditorías, evaluación de resultados y retroalimentación.
  • Campañas de sensibilización y educación dirigidas a profesionales y ciudadanía.

El documento aporta una serie de recomendaciones o líneas de acción para que los sistemas sanitarios identifiquen, midan y reduzcan la atención sanitaria de bajo valor:

  1. Adoptar la definición y el marco propuesto para orientar la identificación y reducción de prácticas de bajo valor con una visión sistémica.
  2. Desarrollar y adaptar indicadores relevantes basados en prioridades nacionales y disponibilidad de datos. Se sugiere comenzar por áreas de alto volumen y alto coste.
  3. Promover estrategias multicomponente combinando herramientas como guías clínicas, incentivos, auditorías, campañas de concienciación y participación de profesionales y pacientes.
  4. Fomentar el aprendizaje entre países: intercambiar experiencias y buenas prácticas para acelerar el avance hacia una atención más eficiente y centrada en el valor.
  5. Ampliar la perspectiva del concepto "valor": tener en cuenta no solo los resultados clínicos y los costes, sino también la sostenibilidad ambiental, la equidad y la experiencia del paciente.

El informe cita experiencias y ejemplos exitosos como la iniciativa “No Hacer” en España y las campañas de concienciación desarrolladas en Finlandia y Suecia, e incluye diversos anexos con la lista de indicadores para medir las PBV y con enlaces a los programas nacionales para reducir PBB de algunos de los países participantes.

Reducir la atención de bajo valor no solo mejora la eficiencia del sistema y protege a los pacientes del daño evitable. Es una oportunidad para redirigir recursos hacia intervenciones de alto valor, mejorar la equidad, reducir la huella ambiental del sistema sanitario y contribuir a su sostenibilidad a largo plazo.
Integrar su medición en los procesos de evaluación del desempeño nos permitirá avanzar hacia una atención realmente centrada en el valor.

+ info: 
Achstetter K, Steinbeck V, Busse R, Panteli D. Identifying, measuring and reducing low-value care in the context of Health System Performance Assessment. European Commission, 2025.

Ver en este blog otras entradas sobre prácticas de bajo valor y recomendaciones no hacer

Publicado por Txema Coll y Rosa Añel

Cómo citar esta entrada:
Coll Benejam T, Añel Rodríguez RM. La identificación, medición y reducción de la atención sanitaria de bajo valor: una prioridad para los sistemas de salud europeos  [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de agosto de 2025; consultado 4 de agosto de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/08/la-identificacion-medicion-y-reduccion.html


“Un compromiso global arraigado en la comunidad”: semFYC presenta a la Dra. Pilar Astier a la presidencia de WONCA con este lema


La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC) presenta la candidatura de Pilar Astier Peña, coordinadora del Grupo de Trabajo de Seguridad del Paciente que publica este blog, a presidenta de Organización Mundial de Médicos de Familia WONCA.

Pilar Astier es vocal del comité ejecutivo de WONCA desde 2021 y es también su enlace con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Anteriormente ha sido la presidenta de su comité de membresía y miembro del de acreditación.

La Dra. Astier trabaja como médica de familia en el Servicio Aragonés de Salud, donde presta sus servicios desde 2005, inicialmente en centros de salud rurales como Caspe y Tauste y actualmente en el Centro de Salud Univérsitas de Zaragoza.

Es Licenciada y Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza, Máster en Salud Pública por la Universidad de Valencia, Máster en Gestión Sanitaria por la Universidad Central de Barcelona y Pompeu Fabra, Máster en Metodología de Investigación por la Universidad de Barcelona y Especialista vía MIR en Medicina Preventiva y Salud Pública y en Medicina Familiar y Comunitaria. 

Es Profesora Docente e Investigadora de la Cátedra de profesionalismo y ética médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza desde 2010, donde enseña seguridad del paciente, razonamiento clínico y ética clínica.

Durante toda su carrera profesional ha combinado su labor asistencial con la docencia, la investigación y el liderazgo en calidad y seguridad del paciente, tanto a nivel local como nacional e internacional.

También es tutora de estudiantes de medicina y futuros especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria en formación MIR.

Es asesora de calidad y seguridad del Ministerio de Sanidad de España y de la OMS.

Ha sido presidenta del Grupo de Trabajo de Calidad y Seguridad de la WONCA Mundial y es miembro de su comité ejecutivo. Es miembro del WONCA Europe Working Party on Quality and Patient Safety (EQUIP) y vice-presidenta del WONCA Europe Working Party on Policy Advocacy.

Ha sido vocal, tesorera y secretaria de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA) y fundadora, en 2004, de la Sociedad Aragonesa de Calidad Asistencial (SACA).

Su lema, “Compromiso global arraigado en la comunidad”, refleja un estilo de liderazgo basado en el trabajo clínico diario, el vínculo con la comunidad y una vocación internacional al servicio de la Medicina de Familia.

Plantea cinco prioridades:

  • Promover una cultura global de calidad asistencial y seguridad del paciente en los equipos de atención primaria.
  • Fomentar el intercambio de buenas prácticas.
  • Reconocer un currículum global común de MFyC incluyendo la calidad y la seguridad del paciente en todo el mundo y ampliar el acceso a la formación.
  • Fortalecer la acreditación de los programas formativos de MFyC y los centros de salud por parte de WONCA.
  • Impulsar la colaboración entre atención primaria y salud pública y la comunidad para garantizar sistemas de salud centrados en las personas, universales, equitativos y sostenibles.


Es una persona que reúne las tres características que muy pocas poseen: saber, poder y querer. Además es por todos conocida su generosidad, templanza, resiliencia, integridad y buen hacer, atributos más que necesarios para liderar una organización como WONCA, en la que ya ha demostrado su valía durante su mandato de member-at-large (vocal).

Muy querida por sus pacientes y sus compañeros, como por todos los que hemos tenido la suerte de trabajar a su lado, siempre ha luchado por mejorar la seguridad de los pacientes y de los profesionales, así como por mejorar la calidad, la eficiencia y la accesibilidad de la atención sanitaria.

El próximo mes de septiembre tendrá lugar la asamblea mundial de WONCA en Lisboa, en la que se reúnen las organizaciones miembros. En ella elegirán a la persona que presidirá la WONCA. 

En pro de los pacientes, los profesionales, la atención primaria y la salud global, deseamos que la máxima organización mundial de los médicos de familia cuente en su presidencia con una profesional brillante y comprometida con una atención accesible, segura y de calidad.

Por eso apoyamos y os invitamos a apoyar a Pilar Astier en su candidatura a la presidencia de WONCA.

+  info:

Una médica de familia española opta a la presidencia de la WONCA, la Organización Mundial de la Medicina de Familia. Actualidad semFYC.


Publicado por José Miguel Bueno y Jesús Palacio, médicos de familia y miembros de los grupos de calidad/seguridad del paciente de WONCA y semFYC.


Cómo citar esta entrada:

Bueno Ortiz JM, Palacio Lapuente J. “Un compromiso global arraigado en la comunidad”: semFYC presenta a la Dra. Pilar Astier a la presidencia de WONCA con este lema.  [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [28 de julio de 2025; consultado 28 de julio de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/07/un-compromiso-global-arraigado-en-la.html


“No hacer en perspectiva de género”, una guía imprescindible para una Atención Primaria más segura y equitativa

La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha publicado recientemente un documento que señala con claridad cómo el sesgo de género sigue presente en las decisiones clínicas cotidianas.

El documento “No hacer en perspectiva de género”, en el que han participado profesionales de los diferentes grupos de trabajo de semFYC, supone una valiosa aportación a la calidad y la equidad de la asistencia en Atención Primaria, al poner el foco en las prácticas clínicas de bajo valor que perpetúan desigualdades de género y que pueden comprometer la seguridad del paciente. 

No estamos ante simples errores técnicos: se trata de prácticas asistenciales que, al ignorar las diferencias de género, reproducen desigualdades, refuerzan estigmas y, en muchas ocasiones, aumentan los riesgos clínicos.

Cada recomendación “No hacer” va acompañada de una explicación sobre el sesgo de género al que se refiere y los posibles daños clínicos o éticos asociados. Se ofrece, en cada caso, una alternativa de buena práctica, y se concluye indicando las referencias bibliográficas de la mejor evidencia científica disponible.

Buena parte de las 12 recomendaciones incluidas en esta publicación abordan los problemas derivados de la falta de atención a las características propias de las pacientes mujeres. Unas peculiaridades o diferencias que, hasta hace poco, no se han contemplado ni en la asistencia clínica ni en la investigación. 

No se ha tenido en cuenta, por ejemplo, que los trastornos del embarazo como la preeclampsia, la diabetes gestacional o los partos prematuros no son eventos clínicos aislados, sino auténticos marcadores de riesgo vascular a largo plazo. Ignorar estos antecedentes supone un sesgo de género en la valoración integral del riesgo cardiovascular en las mujeres. Si las guías de prevención primaria y secundaria no incluyen estos eventos obstétricos como factores de riesgo, se produce una infravaloración del riesgo vascular en las mujeres.

En relación con la menopausia, no se recomienda instaurar un tratamiento hormonal sustitutivo con el objetivo de prevenir la osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares o la demencia, ya que los beneficios no superan a los riesgos.

Otro caso especialmente sensible en términos de seguridad clínica es el infradiagnóstico de la cardiopatía isquémica en mujeres, una de las formas más documentadas de inequidad diagnóstica en medicina. El documento apunta cómo los síntomas que presentan las mujeres con angina de pecho o con infarto —denominados “atípicos”, por ser diferentes a los que presentan los hombres— son frecuentemente ignorados, lo que se traduce en retrasos diagnósticos y peores resultados clínicos. No se trata solo de desigualdad: hablamos de diagnósticos omitidos y tratamientos no iniciados.

También se advierte sobre la medicalización de cuidadoras con síntomas de sobrecarga física y emocional, a las que se prescriben psicofármacos en lugar de ofrecer apoyo emocional y medidas no farmacológicas: un claro ejemplo de iatrogenia por sesgo de género. Esta práctica, además de no resolver el problema de fondo, expone a las pacientes a riesgos evitables debidos a los efectos adversos y a la dependencia de la medicación.

Se señala también la sobreutilización de pruebas de cribado de cáncer de cuello uterino, endometrio, ovario y mama en población de bajo riesgo. La práctica rutinaria de recomendar revisiones ginecológicas anuales sin una indicación clara ni estratificación del riesgo no solo es innecesaria, sino que puede generar daños. Se recomienda realizar un cribado oportunista adecuado al perfil de riesgo de cada mujer.

Pero no solo las mujeres resultan perjudicadas por los sesgos de género durante la asistencia sanitaria. En el caso de la depresión, por ejemplo, se produce una infravaloración del riesgo de suicidio en hombres, por no aplicar un enfoque de género en la valoración y abordaje de dicho riesgo.

Además de todo lo anterior, se incluyen recomendaciones sobre la comunicación con las personas trans, la exploración de los problemas de índole sexual, y la influencia de los roles de género en los procesos de participación y desarrollo comunitario.

En definitiva, este documento es más que un listado de prácticas a evitar: es una llamada a reflexionar sobre el valor añadido de introducir la perspectiva de género tanto en la práctica clínica como en la investigación y en la formación. Y no solo por una cuestión de equidad y de calidad asistencial, sino también como un elemento fundamental de la seguridad del paciente. 

Como profesionales tenemos la responsabilidad de revisar y adecuar nuestras prácticas, identificar los sesgos que perpetúan las desigualdades y actuar en consecuencia. Para todo ello puede ser de utilidad el documento "No hacer en perspectiva de género".

+  info:
Recomendaciones "NO HACER". 2014. Grupo de Trabajo de la semFYC para el proyecto Recomendaciones «No hacer»
Recomendaciones "NO HACER" (2ª parte). 2015. Grupo de Trabajo de la semFYC para el proyecto Recomendaciones «No hacer»

Ver en este blog otras entradas sobre recomendaciones no hacer


Publicado por Lourdes Luzón y Rosa Añel
Cómo citar esta entrada:
Luzón Oliver L, Añel Rodríguez RM. “No hacer en perspectiva de género”, una guía imprescindible para una Atención Primaria más segura y equitativa. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [20 de julio de 2025; consultado 20 de julio de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/07/no-hacer-en-perspectiva-de-genero-una.html


Recomendaciones para prevenir la administración de medicamentos por una vía equivocada. Boletín elaborado por el Instituto para el Uso Seguro de Medicamentos (ISMP-España) en colaboración con el Ministerio de Sanidad

El Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP por sus siglas en inglés), en colaboración con la subdirección de Calidad Asistencial del Ministerio de Sanidad, vuelve a poner de relieve un alarmante problema de seguridad clínica: la administración de medicamentos por una vía incorrecta o equivocada. 

En su Boletín de Recomendaciones para la Prevención de Errores de Medicación número 56, de mayo del 2025, recoge y analiza los incidentes notificados por los profesionales sanitarios en los que medicamentos destinados a la vía oral, epidural o inhalatoria han sido administrados por vía intravenosa. 

Aunque son prevenibles, los eventos adversos debidos a confusión de la vía de administración de medicamentos continúan ocurriendo. De todos ellos, los que se comunican con mayor frecuencia son los siguientes:

  1. Administración por vía intravenosa de medicamentos destinados a la vía oral (por ejemplo, jarabes orales como metoclopramida o codeína).
  2. Infusión intravenosa de medicamentos destinados a la vía epidural (por ejemplo, anestésicos locales como ropivacaína o levobupivacaína) y, en sentido inverso, administración de medicamentos intravenosos por vía epidural o intratecal (antibióticos, citostáticos...).
  3. Administración por vía intravenosa de soluciones para nebulización (salbutamol y combinación de salbutamol con bromuro de ipratropio).

En su análisis, el ISMP-España identifica los factores contribuyentes que aparecen de forma recurrente en este tipo de incidentes de seguridad del paciente:

  • Falta de verificación del medicamento y de la vía de aplicación antes de su administración.
  • Ausencia de etiquetado distintivo de los diferentes tipos de jeringas utilizadas para la administración de medicamentos en estado líquido.
  • Falta de disponibilidad de jeringas específicas (para medicamentos de administración por vía oral, enteral, inhalatoria, intravenosa, epidural o intratecal) en las unidades asistenciales.
  • Problemas de isoapariencia de los diferentes tipos de medicamentos líquidos.
  • Desconocimiento por parte del personal sanitario de las prácticas seguras en la administración de la medicación (falta de experiencia, formación insuficiente, etc.).

Una de las principales causas identificadas es el uso generalizado del conector universal Luer en múltiples dispositivos de administración de medicamentos líquidos, que hace posible que sistemas que no son compatibles puedan conectarse entre sí. Aunque las medidas para prevenir este tipo de incidentes existen desde hace tiempo —utilizar jeringas orales y enterales (ENFit®) y sistemas de conexión específicos (NRFit®), que impiden físicamente los emparejamientos erróneos—, su implantación en la práctica asistencial es insuficiente. Se siguen comunicando, de forma recurrente, errores causados por la utilización de jeringas intravenosas con conectores Luer para dosificar y administrar medicamentos que no son de aplicación intravenosa.

Hay que tener en cuenta que la conexión indistinta entre sistemas incompatibles no es la única causa de confusión en la vía de administración. También son frecuentes las confusiones debidas a la similitud en la apariencia de los medicamentos, así como una combinación de ambas situaciones, como ocurrió en el mediático caso del niño Ryan

A menudo, este tipo de eventos adversos, que suelen tener consecuencias fatales, se producen en escenarios de alta carga asistencial, con múltiples dispositivos y profesionales implicados, y en ausencia de sistemas de seguridad suficientemente robustos. De hecho, los eventos adversos analizados tienen en común una combinación de fallos organizativos, técnicos y humanos. Esto significa que, para evitar su repetición, no bastará con mejorar la identificación de los medicamentos y de los dispositivos de administración. 

Entre las recomendaciones prácticas y estructurales para prevenir la administración de medicamentos por una vía equivocada, que se emiten en este boletín, se incluyen las siguientes: promover la notificación y análisis de los incidentes, impulsar la formación continua de los profesionales, garantizar la disponibilidad de jeringas y dispositivos de infusión específicos y no intercambiables para las diferentes vías de administración, asegurar el etiquetado claro y diferenciado de los medicamentos según su vía de administración, y hacer obligatorio el uso de jeringas orales y enterales ENFit® y de conectores NRFit® para su administración. Esta última medida es una barrera física tan simple como efectiva para evitar suministrar por vía intravenosa medicamentos destinados a otras vías. 

Como se muestra en la siguiente figura, en seguridad del paciente, existen diferentes tipos de barreras, cuya eficacia varia según su naturaleza:

.Clasificación de las barreras de seguridad del paciente según su naturaleza y nivel de eficacia



Desafortunadamente, aunque las barreras más fiables son las físicas y las naturales, las más utilizadas siguen siendo las barreras humanas y las administrativas, mucho menos fiables por depender de la memoria y del adecuado seguimiento de protocolos y procedimientos. En general, se achaca el excesivo uso de las barreras administrativas y humanas a que la implementación de barreras físicas y naturales requiere una mayor inversión económica. Pero esto no siempre es así, sobre todo si se tiene en cuenta que la atención y reparación de los daños derivados de los eventos adversos conlleva un elevado coste para el sistema. Un coste, sin duda, mucho mayor que el que puede derivarse del uso de las barreras de seguridad más adecuadas en cada caso, máxime si son de eficacia conocida y contrastada.

En el campo de la seguridad del paciente el objetivo ha de ser implantar las medidas necesarias para que un determinado tipo de fallo o error no pueda producirse. Porque, si algo puede ocurrir, terminará ocurriendo. Fiar la seguridad de la atención sanitaria solo, o fundamentalmente, a la adherencia de los profesionales a las buenas prácticas, al seguimiento de los protocolos asistenciales o a que los profesionales se manejen con cautela o presten más atención, no es la mejor decisión. 

La notificación y el análisis de incidentes, junto a la información y la formación continuada de los profesionales son aspectos esenciales, pero insuficientes para evitar los eventos adversos relacionados con la medicación o cualquier otro tipo de evento adverso. 

La prevención de los errores relacionados con la administración de medicamentos por una vía equivocada requiere mucho más que cultura de seguridad e implicación de los profesionales: se necesitan tecnologías seguras y compromiso institucional. Se necesita inversión en barreras de seguridad sólidas y confiables.

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Publicado por Rosa Añel
Como citar esta entrada:
Añel Rodríguez, RM. Recomendaciones para prevenir la administración de medicamentos por una vía equivocada. Boletín elaborado por el Instituto para el Uso Seguro de Medicamentos (ISMP-España) en colaboración con el Ministerio de Sanidad. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [13 de julio de 2025; consultado 13 de julio de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/07/recomendaciones-para-prevenir-la.html


Así fue la Jornada de Sistemas de Notificación de incidentes de seguridad para el aprendizaje, celebrada el 29 de mayo de 2025 en el Ministerio de Sanidad. Resumen y acceso a los contenidos

Programa de la Jornada

El pasado 29 de mayo de 2025 ha tenido lugar en Madrid la Jornada Científica de Sistemas de Notificación de incidentes de seguridad para el aprendizaje, una cita que ha vuelto a reunir a profesionales comprometidos con la mejora de la seguridad del paciente a través de la notificación y análisis de incidentes. 

La anterior jornada, titulada Experiencias de éxito en la gestión de los Sistemas de Notificación, se celebró en 2023, también en el Ministerio de Sanidad. 

El objetivo de este tipo de jornadas es fomentar el intercambio de experiencias y buenas prácticas en notificación de incidentes para potenciar la seguridad del paciente en las organizaciones sanitarias, así como implementar ciclos de mejora e incentivos para promover la notificación.

Organizada por la subdirección general de calidad asistencial del Ministerio de Sanidad, la jornada de este año se ha enfocado en los problemas de seguridad del paciente notificados y gestionados en Atención Primaria, un ámbito asistencial que resulta clave para consolidar la cultura de seguridad y fortalecer el aprendizaje colectivo.

En la inauguración, la subdirectora general de calidad asistencial del Ministerio, María Fernández, señaló a los sistemas de notificación de incidentes como una herramienta esencial para recopilar información sobre sucesos adversos, analizar su secuencia y detectar oportunidades para mejorar la seguridad y la calidad de la asistencia sanitaria. Subrayó el compromiso del Ministerio con la Estrategia de Seguridad del Paciente, especialmente en su Línea Estratégica 3 de “Gestión del riesgo y sistemas de notificación y aprendizaje de incidentes”, un enfoque que se mantendrá en la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2025–2035. 

María Fernández puso el acento en que más allá del análisis individual, los incidentes sirven como base para implementar acciones de mejora tanto a nivel local como a nivel estatal, destacando que el aprendizaje derivado del análisis y gestión de los incidentes puede y debe compartirse entre centros y comunidades para tratar de evitar la repetición de fallos y errores similares. En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de realizar jornadas como esta para dar visibilidad a iniciativas exitosas y fomentar su replicabilidad en otras instituciones. También señaló la importancia de implicar y escuchar a los profesionales sanitarios, cuya experiencia en primera línea es clave para diseñar respuestas eficaces y contextualizadas.

A continuación, dio paso a la conferencia inaugural, a cargo de Rosa Añel, médica de familia e integrante de los grupos de trabajo de seguridad del paciente de semFYC y SECA, experta en seguridad del paciente y con amplia experiencia en implementación de sistemas de notificación, análisis y gestión de incidentes, y formación en todos estos aspectos dirigida a profesionales y gestores sanitarios.

Con el título “Notificar para mejorar: impacto y retos en Atención Primaria”, su intervención aportó una visión crítica y constructiva sobre las oportunidades que ofrece la notificación de incidentes de seguridad del paciente, las barreras y dificultades existentes, la necesidad de liderazgo por parte de los profesionales y la implicación genuina de los gestores. Elementos que han de estar presentes en aquellas organizaciones sanitarias que aspiren a consolidar la notificación como práctica habitual en el entorno asistencial. 

Vídeo completo de la Jornada Científica de Sistemas de Notificación de incidentes de seguridad para el aprendizaje 


La primera mesa redonda, titulada "Experiencias de incentivación de las notificaciones en Atención Primaria" y moderada por M.ª Belén Suárez, del Servicio de Transformación, Calidad y Gestión del Conocimiento, Dirección General de Planificación Sanitaria, del Principado de Asturias, abordó diversas estrategias que se han demostrado exitosas para fomentar la notificación de incidentes en el primer nivel asistencial. En esta mesa se presentaron tres intervenciones que reflejaron el valor de las estrategias de motivación, el acompañamiento formativo y la integración de la notificación en la práctica diaria:

La segunda mesa, titulada "Implementación de ciclos de mejora y experiencias de difusión del aprendizaje", estuvo moderada por Manuel García Toro, responsable de Seguridad del Paciente de la Dirección General de Salud Pública, Consejería de Salud y Asuntos Sociales de Extremadura. En ella se presentaron cinco iniciativas que han logrado transformar incidentes en oportunidades de aprendizaje y mejora: 

Nuria Prieto Santos, subdirectora adjunta de calidad asistencial del Ministerio, cerró la jornada destacando los logros y aprendizajes generados gracias a la implicación de los profesionales, a los que animó a seguir trabajando en red para extender las buenas prácticas en seguridad del paciente y a divulgar el conocimiento derivado de los análisis realizados y de las medidas de mejora implantadas.

Reforzó la importancia de la colaboración entre comunidades autónomas y niveles asistenciales (atención primaria, hospitales y centros sociosanitarios) como forma de enriquecer mutuamente las soluciones y compartir estrategias eficaces. En este sentido, el reto es avanzar desde experiencias aisladas hacia sistemas implantados y sostenibles que integren la notificación como práctica rutinaria en el SNS. Subrayó el papel del Ministerio de Sanidad para impulsar marcos regulatorios, planes de mejora y liderar iniciativas dirigidas a garantizar que la seguridad del paciente sea una prioridad institucional.

Notificar es mucho más que informar y ha de servir sobre todo para aprender: cada incidente detectado debe transformarse en un impulso para mejorar procesos y prevenir los eventos adversos. 

Una interesantísima jornada, de formato mixto, presencial y con retransmisión en streaming para facilitar el acceso a profesionales de todo el territorio, que ha dejado claro que la notificación no es un fin en sí mismo, sino un medio para aprender, mejorar y, en última instancia, para cuidar mejor a nuestros pacientes.


+ info: 
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Publicado por Sano y salvo 
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Como citar esta entrada:
Así fue la Jornada de Sistemas de Notificación de incidentes de seguridad para el aprendizaje, celebrada el 29 de mayo de 2025 en el Ministerio de Sanidad. Resumen y acceso a los contenidos. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [16 de junio de 2025; consultado 16 de junio de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/06/asi-fue-la-jornada-de-sistemas-de.html