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Actualización de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2025-2035

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) ha aprobado la Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035, elaborada por el Ministerio de Sanidad en colaboración con las comunidades autónomas (CC. AA.), sociedades científicas, asociaciones de pacientes y expertos en la materia. Esta nueva actualización abre un horizonte de diez años para consolidar prácticas seguras y promover una cultura de seguridad en todos los entornos asistenciales.

Actualmente, en España, aunque el Ministerio de Sanidad establece las directrices generales y coordina el SNS a nivel central, los servicios autonómicos son los que tienen las competencias sanitarias, controlan los recursos y aplican estrategias y políticas de seguridad del paciente heterogéneas.

En este contexto, la Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035, marco de referencia para todo el territorio nacional, debe servir de guía para orientar las políticas y acciones destinadas a garantizar una atención sanitaria segura, equitativa y de calidad.

El Informe de evaluación de la estrategia anterior puso de manifiesto las diferencias entre CC. AA. No todos los centros sanitarios disponían de un plan de seguridad del paciente, solo el 78,8 % de los centros de atención primaria y el 73,9 % de los hospitales. De los que la tenían, no todos cumplían con los requisitos indicados en el Manual de evaluación de la Estrategia de Seguridad del Paciente 2015-2020 relativos a la existencia de un plan de seguridad del paciente que incluya responsables, fecha de vigencia, información anual de actividades, evaluación y divulgación. Estos datos, entre muchos otros que desvela el informe de evaluación, justifican la necesidad de renovar y fortalecer la estrategia nacional de seguridad del paciente, incorporando el conocimiento acumulado e insistiendo en la necesidad de reforzar el liderazgo, la formación y la cultura de seguridad.

Esta estrategia parte de la misma misión que la anterior: definir y establecer los objetivos y las recomendaciones, basadas en la evidencia científica disponible, orientadas a minimizar los riesgos asistenciales y reducir el daño asociado a la atención sanitaria. Pero la versión actualizada tiene una visión más amplia y proactiva, invitando a todas las administraciones, direcciones sanitarias, sociedades científicas y organizaciones de pacientes a comprometerse para que cada persona reciba una atención segura y respetuosa en cualquier momento y lugar. 

El documento señala que la pandemia de COVID‑19, la digitalización, la asistencia telemática y otros avances tecnológicos han cambiado el contexto asistencial y sus riesgos, por lo que añade nuevos objetivos y recomendaciones. Destaca, por ejemplo, la incorporación de un objetivo específicamente dirigido a promover la disminución de las prácticas de bajo valor: la implantación de recomendaciones "No Hacer". 

Además, la nueva estrategia amplía el enfoque con una séptima línea de acción dirigida a mejorar la seguridad clínica en todos los ámbitos asistenciales. Queda conformada por 7 líneas estratégicas, cuyos objetivos se resumen a continuación y quedan reflejados en la infografía adjunta.

Líneas de acción y objetivos principales de la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035
Elaborada por @roanelSP para @sanoysalvoblog

Respecto a la anterior Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2015-2020, en la nueva se observan los siguientes cambios y avances:
  • Horizonte temporal y consenso más amplio. La nueva estrategia abarca un periodo de 10 años, frente al periodo quinquenal de la anterior. Para su elaboración se ha contado con una participación más amplia de organizaciones, sociedades científicas y asociaciones de pacientes. Este enfoque colaborativo reconoce que la seguridad del paciente es una responsabilidad compartida que requiere el compromiso institucional, político, técnico y ciudadano.
  • Enfoque más amplio y global de atención sanitaria. La línea estratégica 7 extiende la seguridad del paciente a todos los ámbitos asistenciales, más allá del hospitalario, incluyendo atención primaria, salud mental, centros sociosanitarios y domicilio.
  • Mención específica a las recomendaciones "No Hacer", que aparecían de forma incipiente en la estrategia anterior y ahora se convierten en un objetivo específico para promover que no se realicen prácticas de bajo valor.
  • Incorporación de la perspectiva de género y de la responsabilidad social como valores transversales. Se reconoce que las inequidades relacionadas con el género pueden influir en los riesgos y resultados de la atención sanitaria. Con respecto a la responsabilidad social, se insta a gestionar con transparencia la seguridad del paciente en la comunidad. 
  • Impacto de las nuevas tecnologías. Se enfatiza la importancia de la investigación sobre los riesgos de la inteligencia artificial y el uso seguro de las herramientas digitales y de la telemedicina. 
  • Participación de pacientes, familiares y ciudadanos. Se amplían los contenidos y la población diana de la línea estratégica 4. Se alude a la Carta de Derechos de Seguridad del Paciente de la OMS y al Plan de Acción Mundial de la OMS para la Seguridad del Paciente 2021-2030, donde se destaca la necesidad, cada vez mayor, de implicar y empoderar a pacientes, familiares y personas cuidadoras para lograr una atención sanitaria más segura.
  • Medición y transparencia. Se señala la necesidad de disponer de un sistema de evaluación con indicadores específicos, consensuados con los responsables autonómicos, para evaluar el desarrollo e implementación de las líneas de acción. Este enfoque refuerza la transparencia y permite la comparación entre comunidades autónomas y centros. 
En definitiva, la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS refleja una evolución y maduración de los esfuerzos iniciados en 2005, mantiene la estructura de líneas estratégicas de actuación e incorpora elementos esenciales para los próximos años, como la seguridad de la atención en todos los ámbitos asistenciales, la eliminación de las prácticas de escaso valor y la necesidad de estudiar y tener en cuenta el impacto de las nuevas tecnologías en la seguridad asistencial.
Su éxito dependerá del compromiso de las organizaciones sanitarias, del liderazgo de los profesionales y de la implicación activa de los pacientes y de la ciudadanía con la estrategia consensuada, así como de la capacidad y la voluntad de las autoridades autonómicas de alinear sus planes estratégicos con la misión, visión, valores y contenidos de la estrategia nacional aprobada en el Consejo Interterritorial del SNS. Los resultados en los pacientes dependerán finalmente de los recursos que se destinen y los esfuerzos que se realicen para llevar las estrategias a la práctica.

+ info
El Consejo Interterritorial aprueba la nueva Estrategia de Seguridad del Paciente del SNS 2025-2035. Nota de prensa del Ministerio de Sanidad de 4 de julio de 2025.

Publicado por Rosa Añel y Jesús Palacio

Cómo citar este artículo: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Actualización de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2025-2035. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [23 de agosto de 2025; consultado 23 de agosto de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/08/actualizacion-de-la-estrategia-de.html


Así fue la XVII Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria, celebrada el 3 de junio de 2025 en Madrid

El pasado 3 de junio se ha celebrado en Madrid, en el pabellón docente del Hospital Clínico San Carlos, la XVII Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria. El lema elegido en esta ocasión, “La longitudinalidad, un factor clave para la seguridad del paciente", ha pretendido poner de relieve las amenazas que actualmente acechan a la longitudinalidad y qué hacer para contrarrestarlas. 

La jornada, coorganizada por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y de Atención Primaria (FAECAP), la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y el Ministerio de Sanidad, ha contado con una notable asistencia de profesionales y con el mayor número de comunicaciones presentadas desde su primera edición en el año 2008.

La mesa de inauguración, moderada por Esther Nieto, presidenta de la FAECAP, contó con la presencia de María Fernández, subdirectora general de calidad de la Dirección General de Salud Pública y Equidad en Salud, del Ministerio de Sanidad; César Gómez, Director Gerente Hospital Clínico San Carlos; Inmaculada Mediavilla, presidenta de la SECA; M.ª Carmen Sánchez, secretaria general de la SEPEAP, y Edurne Ciriza, pediatra de atención primaria y coordinadora del grupo de trabajo de investigación de la AEPap. Tras agradecer la presencia a todos los asistentes, Esther Nieto explicó brevemente los contenidos de la jornada y fue dando turno de palabra a los integrantes de la mesa, que destacaron la importancia de la longitudinalidad y del trabajo en equipo en el primer nivel asistencial. 

A continuación, Teresa Martín Melgarejo, periodista y presidenta de la Asociación de Usuarios de Sanidad de la Región de Murcia, moderó la mesa de debate en la que hubo consenso sobre el valor que tiene la longitudinalidad para la seguridad y la calidad de la asistencia, pero quedaron patentes las diferentes opiniones y perspectivas sobre cómo potenciar los beneficios de la atención longitudinal. Los integrantes de esta mesa fueron Javier Padilla, médico de familia y secretario de Estado de Sanidad; María Isabel Baena, farmacéutica de salud pública del Servicio Andaluz de Salud y ex viceconsejera de la Consejería de Salud de Andalucía; y Laura Iglesias, doctora y enfermera especialista en atención familiar y comunitaria.

Vídeo de la mesa "La longitudinalidad a debate", XVII Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria, 3 junio 2025


El debate se centró en torno a las barreras estructurales que amenazan la longitudinalidad, especialmente las que tienen que ver con la política de recursos humanos y las decisiones de los gestores sanitarios, la insuficiente financiación del primer nivel asistencial, el desconocimiento de los beneficios de la longitudinalidad en atención primaria por parte de la ciudadanía y la deriva hacia una atención excesivamente centrada en episodios puntuales. Se trataron aspectos tales como el cambio cultural y de prioridades de los profesionales jóvenes y la falta de una definición precisa y reconocida del término "longitudinalidad", que hasta la fecha no está incluido en el diccionario de la lengua española ni en ningún diccionario de términos médicos.

El trabajo en equipo, la estabilidad de los profesionales que componen el equipo básico de atención primaria, la información y educación sanitaria de la población, la incentivación de una atención no fragmentada, son factores que también estuvieron muy presentes en este debate. 

Como en años anteriores, los objetivos principales de esta jornada son proporcionar un espacio en el que los profesionales puedan debatir y compartir experiencias relacionadas con la seguridad del paciente, así como promover e incentivar la participación y el compromiso de los profesionales de atención primaria con la calidad y la seguridad. 

Por eso, año tras año, la parte nuclear de la jornada está dedicada a la presentación de comunicaciones orales por los profesionales. En esta ocasión se han recibido un total de 152 comunicaciones, y se han aceptado 120: 73 casos que enseñan, 25 experiencias para la mejora, 11 estudios originales y 11 proyectos de investigación. El volumen de comunicaciones presentadas y de profesionales asistentes de diferentes comunidades autónomas son reflejo del interés y el compromiso de los equipos de atención primaria con la mejora continua de la calidad asistencial y, muy especialmente, con la seguridad del paciente. 

Miguel Melguizo, médico de familia jubilado tras una larga e intensa trayectoria de más de 35 años de trabajo en el mismo centro de salud, en Granada, realizó la conferencia de clausura. A través de algunas de sus vivencias profesionales dejó constancia de los efectos protectores de la longitudinalidad para la salud de los pacientes, y también para la de los propios profesionales, señalando que "el tiempo mantenido con el paciente no sirve de nada si no se crea un vínculo con él, con una visión integral y polivalente de la atención prestada". 

Vídeo de la conferencia de clausura "La atención longitudinal: un factor clave para la seguridad del paciente y para la satisfacción del profesional", por Miguel Melguizo, XVII Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria


José Ángel Maderuelo, copresidente del comité científico junto a Elvira Eva Moreno, presentó el resumen científico de la jornada. María José Calvo, subdirectora General de Farmacia de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y Alberto Pardo, subdirector General de Calidad Asistencial de la misma Consejería, se encargaron de cerrar el evento, no sin antes realizar la entrega de los “Premios Fernando Palacio” a las tres mejores comunicaciones:
  • Mejor comunicación larga: "Revisión clínica de la medicación en personas que viven en residencias sociosanitarias en nuestra zona básica de Salud", defendida por Inés Sebastián Sánchez, Centro de Salud Universitas, Sector Zaragoza III, Servicio Aragonés de Salud.
  • Mejor comunicación corta: "Sexo e hipertensión", presentada por Inés Moreno Unzurunzaga, Centro de Salud Monóvar, Servicio Madrileño de Salud.
  • Mejor caso que enseña (presentado por profesionales en formación): "Artritis secundaria a tirzepatida", defendido por Esperanza Martín Correa, CAP Passeig Maragall, EAP Congres, Institut Català de la Salut.

Finalizada la mesa de clausura, y ya en horario de tarde, se desarrollaron los cuatro talleres: 

  • Taller 1. El FAP como parte del equipo para el uso seguro de la medicación y longitudinalidad en la atención sanitaria.
  • Taller 2. Herramientas de inteligencia artificial en atención primaria: precisión, eficiencia y seguridad.
  • Taller 3. Seguridad del adolescente en la transición de la atención pediátrica a la medicina y enfermería de familia. 
  • Taller 4. Longitudinalidad, ¿dónde te encuentras?

Desde Sano y salvo felicitamos a todas las personas implicadas en la organización y desarrollo de esta jornada, que año tras año sigue consolidándose como un espacio esencial para el intercambio de conocimiento y la mejora de la seguridad en atención primaria.

+ info:
Página web de la XVII Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria: https://www.seguridadpaciente.com/2025/

Entrada publicada por Sano y salvo el 10 de junio de 2025, y actualizada el 18 de junio de 2025 para incluir las grabaciones de la jornada.

Cómo citar esta entrada: 
Así fue la XVII Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria, celebrada el 3 de junio de 2025 en Madrid. Resumen científico y vídeos de las ponencias. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [10 de junio de 2025; actualizada 18 de junio de 2025; consultada 18 de junio de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/06/asi-fue-la-xvii-jornada-de-seguridad.html


Prevenciones, las justas: prevención prudente, infra/sobreprevención y deprevención


En una reciente entrada en este blog apuntábamos que, como en la prescripción prudente, en la prevención prudente podemos decir que "actividades preventivas, las justas". Ni más, ni menos.

En esta entrada proponemos nuevos conceptos como prevención prudente, sobreprevención y deprevención, así como unas primeras recomendaciones para su aplicación en la práctica, en el contexto actual.

Necesitamos desarrollar nuevos términos, paradigmas y actividades para ajustar las medidas de prevención, a la luz de la evidencia científica, para hacerlas más efectivas, eficientes, seguras, equitativas y practicables en el mundo real.

En lo relativo a la prevención —como en cualquier otro tipo de intervención sanitaria— tanto los excesos como los defectos pueden perjudicar la salud.

Todo el mundo tiene claro que no aplicar un tratamiento preventivo o curativo, cuando está indicado, puede perjudicar al paciente. Pero hay menos conciencia del peligro de los excesos en el tratamiento farmacológico, la sobremedicación, y menos aún de los riesgos asociados a los excesos en las actividades preventivas, que proponemos llamar sobreprevención

La sobreprevención es la realización de actividades preventivas que no han demostrado mejorar la salud de las personas a las que se aplican o que tienen un balance negativo entre los daños y los beneficios que generan.

Los daños pueden deberse, en primer lugar, a los efectos adversos de las pruebas o tratamientos preventivos.

Por ejemplo, en EE.UU., tras promover el actual secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. el uso de la vitamina D como alternativa a la vacunación para prevenir el sarampión contra toda evidencia—, se ha producido un aumento inédito tanto de las hospitalizaciones por intoxicación de vitamina D como de sarampión. Este último es el otro riesgo de una actividad preventiva ineficaz cuando se usa en vez de otra eficaz: la persona que se somete a ella pierde la oportunidad de evitar un daño prevenible. Es la antítesis de la prevención, lo que podríamos llamar disprevención: actuaciones que no evitan daños, sino que los producen. 

El uso de la hidroxicloroquina o la ivermectina para la prevención de la COVID-19 es otro ejemplo reciente con desastrosos resultados. El desabastecimiento de la hidroxicloroquina por su uso fuera de indicaciones también afectó a las personas que la tenían prescrita en afecciones en las que sí está indicada, otro efecto colateral a tener en cuenta cuando se consumen recursos valiosos y limitados en actividades prescindibles.

La llegada a la potestad reguladora de los que defienden estas medidas dispreventivas en diversos países, y notablemente en uno de la importancia de EE.UU., abre una preocupante era de riesgos nuevos o reemergentes para la salud pública. Siguiendo con el ejemplo de la ivermectina, en el estado de Arkansas acaba de ser liberalizada su venta sin receta médica, una reivindicación de los que propugnan su uso, sin base científica, con fines tan dispares como prevenir y tratar la COVID o tratar el cáncer.

Las propias pruebas de cribado —detección de enfermedades en personas sin síntomas de padecerlas— también pueden producir efectos adversos: radiaciones ionizantes acumulativas, hematomas o síncopes con caída por venopunción... Sólo son asumibles, por bajo que sea su riesgo, si la probabilidad de que el paciente salga beneficiado por su realización supera a la de que sea dañado. Toda prueba cuya realización no es de esperar que mejore los resultados de la atención, incluso si sus efectos adversos no son graves ni frecuentes, es inaceptable tanto desde el punto de vista de la seguridad del paciente como desde el de la eficiencia del sistema.

Una prueba de cribado puede así mismo producir daño por falsos resultados positivos, que tienen un impacto psicológico en el paciente, pueden causarle problemas sociales o laborales y a menudo generan nuevas pruebas y tratamientos innecesarios.

Los falsos positivos pueden deberse a la falta de validez de la prueba, que puede ser intrínseca o debida a su aplicación en poblaciones con baja prevalencia del problema a cribar. Hay pruebas como la determinación del PSA que tienen cierta utilidad en el manejo del paciente con síntomas compatibles con cáncer de próstata, pero no como método de cribado en población general asintomática. Encontrar los subgrupos de población, por edad, raza u otras variables, en los que las pruebas tienen un balance daño/beneficio favorable es objeto de continuas revisiones para el PSA y otros métodos de cribado.

No es igual el valor predictivo de una prueba en pacientes con síntomas de una enfermedad, estudiados por el médico que la ha solicitado para afinar el diagnóstico —una población en la que la prevalencia de la enfermedad es muy alta— que en personas asintomáticas en las que la prevalencia es baja. Se trata de una simple cuestión de cálculo: a menor prevalencia, menor valor predictivo positivo.

En algunos casos, los positivos son reales pero intranscendentes: no hubieran generado ningún problema al paciente, al que sí le pueden causar daños los tratamientos innecesarios inducidos, además de las preocupaciones por el hallazgo. Una variante es el caso de enfermedades que no tienen mejor pronóstico por la detección en fase asintomática respecto a la detección cuando aparecen síntomas, por su lenta progresión o porque no existe un tratamiento eficaz para ellas. Cargar a un paciente asintomático con el peso del diagnóstico de una enfermedad que no se le puede tratar es una forma de ensañamiento que atenta directamente contra el principio ético de no maleficencia.

Los anteriores son casos de sobrediagnóstico: la identificación de una enfermedad o hallazgo incidental que, de no haberse detectado, no hubiera tenido consecuencias para el paciente. El sobrediagnóstico, un efecto adverso en cascada de la sobreprevención, suele generar a su vez sobretratamiento. En la imagen contigua representamos esta cascada de la sobreprevención.


La cascada de la sobreprevención

(Hacer clic para aumentar imagen)

Por ejemplo, tanto la U.S. Preventive Services Task Force como el  Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud desaconsejan el cribado del cáncer de tiroides en personas asintomáticas, ya que es más probable que obtengan un daño (por cirugías innecesarias) que un beneficio. Algo que es lo opuesto a la finalidad de una actividad preventiva.

Los programas que producen sobrediagnóstico, si no se miden los resultados en las personas, se retroalimentan: los que los hacen exhiben los hallazgos como éxitos (suponiendo gratuitamente que se ha beneficiado a todos los participantes con hallazgos) y consiguen así más recursos para seguir produciendo más sobrediagnóstico.

La aplicación inadecuada de actividades preventivas incluye su infrautilización, lo que podríamos llamar infraprevención. Es algo que está sucediendo, por ejemplo, con vacunas eficaces y seguras, tanto por el desistimiento de personas intoxicadas por la desinformación como por las dificultades de acceso por razones de poder adquisitivo en países que no la proveen gratuitamente. En el mencionado caso del resurgimiento del sarampión en EE. UU. se combinan ambos factores, ya que el nuevo gobierno ha combinado la difusión de bulos sobre las vacunas con el recorte presupuestario, el despido de personal y el cierre de centros que vacunaban a personas de bajos ingresos.

La equidad en el acceso a las pruebas preventivas es un aspecto que no se puede negligir porque, si se hace, los programas de cribado pueden acabar aumentando las brechas en salud entre las personas más y menos favorecidas socialmente. Por ejemplo, el riesgo de morir por cáncer de cérvix es mayor en las mujeres que ejercen la prostitución, que están entre las que menos se realizan las pruebas de detección temprana. Si simplemente se ofrece la prueba, sin una actitud proactiva hacia los colectivos más vulnerables, se dedicarán los recursos en mayor medida a las personas que menos lo necesitan. Esta inequidad en la prevención hará que las diferencias en la mortalidad se mantengan e incluso aumenten.

Para evitar caer tanto en la infraprevención —para minimizar las enfermedades evitables— como en la sobreprevención —para evitar daños y gastos innecesarios—, los responsables de las campañas poblacionales y los profesionales sanitarios hemos de usar la prudencia. Para practicar la prevención prudente hay en identificar las intervenciones preventivas efectivas y las personas que puedan beneficiarse de ellas, y descartar aquellas cuyo beneficio, en general o en determinadas poblaciones, sea mínimo o incierto.

En atención primaria se hacen actividades de prevención de eficacia demostrada y relevante, como la vacunación, la detección precoz de determinadas enfermedades con cribados de alto impacto o el consejo breve para dejar de fumar. Y hay otras que no se deberían hacer, como los programas de cribado sin evidencia sólida de beneficio neto, los chequeos de salud sistemáticos aplicados a personas sin factores de riesgo o los electrocardiogramas y otros exámenes en personas asintomáticas sin una indicación clara. 

La prevención prudente necesita una gestión prudente de la prevención: una gestión racional de las actividades preventivas que garantice una atención primaria equilibrada en sus prestaciones y centrada en el paciente. En la toma de decisiones sobre las actividades preventivas que realiza un servicio o sistema sanitario deben participar tanto los directivos como los profesionales implicados en su aplicación y las personas a las que se dirigen. Además de evaluar cada una de las actividades de forma aislada, se ha de evaluar el impacto conjunto de todas ellas en la salud y la calidad de vida de las personas a las que se aplican, así como la carga de trabajo que suponen y su compatibilidad con la realización de otras actividades.

La prevención debe enmarcarse en la medicina mínimamente impertinente y, tras una cuidadosa selección de las actividades entre las opciones existentes, incluida la de no hacer nada, deben aplicarse de la manera menos disruptiva para el paciente.

La gestión prudente de la prevención también debe tener en cuenta los costes de oportunidad, es decir, los resultados que podrían obtenerse de invertir los recursos en otras actividades más efectivas y eficientes.

La prevención debe estar basada en la evidencia, la experiencia, el conocimiento de los recursos disponibles y la coherencia con la actividad de la organización. Los planes de prevención han de ser realistas, aplicables y coherentes con los demás aspectos de la práctica de los profesionales.

A la hora de hacer planes preventivos personalizados, la toma de decisiones compartida entre los profesionales y los destinatarios contribuye a mejorar la relación entre ambos y la adherencia a las actividades consensuadas.

En atención primaria, recapitulando, la prevención es esencial, pero debe llevarse a cabo con sensatez. No debe convertirse en una carga insoportable ni para el paciente ni para los profesionales, ni debe imponerse a costa de la adecuada atención clínica a los pacientes enfermos. Debe estar basada en la evidencia, focalizada en quienes más lo necesitan y aplicada de manera prudente para evitar el sobrediagnóstico, los eventos adversos derivados del intervencionismo innecesario y la sobrecarga del sistema. 

Por todo lo expuesto proponemos definir la prevención prudente como aquella que selecciona las actividades preventivas teniendo en cuenta:

  • la evidencia científica sobre sus resultados en las personas,
  • las relaciones daño/beneficio y coste/efectividad más favorables para cada población objetivo,
  • los costes de oportunidad respecto a otras inversiones alternativas de los recursos utilizados,
  • la sobrecarga de los profesionales y del sistema sanitario,
  • la decisión informada de las personas a las que se ofrecen los programas,
  • el acceso equitativo a las actividades preventivas, 
  • el acceso al tratamiento de los problemas de salud detectados.

Si cuando se detecta que a un paciente se le han prescrito más medicamentos de los convenientes está indicada la deprescripción, cuando se están realizando más actividades preventivas de las convenientes procede reajustarlas mediante la deprevención.

Definimos la deprevención como un proceso de revisión del uso de actividades preventivas innecesarias o inapropiadas para una persona o una población. Tras evaluar la relación daño/beneficio de cada actividad y su papel, coherencia y oportunidad para esa persona o población, en un contexto y momento determinado, se puede considerar su mantenimiento, su suspensión o su modificación, ajustando su intensidad o frecuencia. 

El objetivo es reducir daños evitables y evitar actuaciones innecesarias que consumen recursos limitados. Es una toma de decisiones informada y compartida para adecuar el uso de las actividades preventivas, que busca mejorar la salud y la calidad de vida de las personas, reducir la sobrecarga de trabajo de los profesionales y mejorar la eficiencia del sistema.

En una entrevista reciente, Iona Heath, referente en medicina de familia, comentaba el artículo que ya reseñamos sobre el impacto del creciente número de actividades preventivas en la atención a los enfermos. Entre otras interesantes declaraciones hacía esta advertencia:“La atención primaria ha empezado a asustar a los sanos y a descuidar a los enfermos”.

Los responsables de las campañas y programas de prevención deben usar la ciencia y la prudencia para seleccionar qué actividades se programan y quién las realiza. Los responsables de la atención primaria deben encontrar un equilibrio entre los recursos que se dedican a la prevención y a la atención.

Los médicos de familia debemos recuperar y armonizar las funciones que nos son propias, sin renunciar a la prevención, pero practicándola de manera eficiente, integrada en su práctica clínica: no como tareas impuestas a justificar en la burocracia,sino como parte de la relación terapéutica que profesional y paciente construyen en su relación longitudinal, a lo largo de la vida.

Necesitamos una prevención basada en la evidencia y en la prudencia.


+ info:
Palacio Lapuente J. No hacer para poder hacer: sensatez en las políticas, la gestión y la práctica. Atención Primaria, 2023; 55(7), 102646. https://doi.org/10.1016/j.aprim.2023.102646.
Rosa María Añel Rodríguez, María Pilar Astier Peña, Txema Coll Benejam, ¿Por qué resulta cada vez más complicado “hacer lo que hay que hacer” y “dejar de hacer lo que no hay que hacer”? Estrategias para revertir las prácticas de bajo valor, Atención Primaria, 2023; 55(7), 102630, https://doi.org/10.1016/j.aprim.2023.102630.
"Necesitamos un mayor compromiso con la continuidad de la atención y priorizar a los enfermos por encima de los sanos". Entrevista a Iona Heath. [Internet] salud 2000 (FASDP) nº 166  [marzo de 2025; consultado 18 de abril de 2025]. Disponible en: https://fadsp.es/wp-content/uploads/2025/04/SALUD2000_166_4.Entrevista-Iona-Heath.pdf 

Ver en este blog: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Cuando la prevención se convierte en un problema: una mirada crítica desde la atención primaria. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de marzo de 2025; consultado 30 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/03/cuando-la-prevencion-se-convierte-en-un.html
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP. Prácticas de bajo valor: dificultades para su desimplementación. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de octubre de 2022; consultado 30 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/10/practicas-de-bajo-valor-dificultades.html

Publicado por Jesús Palacio y Rosa Añel. Diseño de la infografía: Txema Coll

Cómo citar este artículo: 
Palacio Lapuente J, Añel Rodríguez RM. Prevenciones, las justas: prevención prudente, infra/sobreprevención y deprevención. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [1 de mayo de 2025; consultado 29 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/05/prevenciones-las-justas-prevencion.html


Cuando la prevención se convierte en un problema: una mirada crítica desde la atención primaria

En medicina la prevención es fundamental pero ¿y si la estuviéramos llevando demasiado lejos? 
Con el título Sacrificar la atención al paciente en aras de la prevención: distorsión del papel de la medicina general, un reciente artículo publicado en BMJ señala las causas y consecuencias de la expansión incontrolada de la medicina preventiva en atención primaria. El artículo muestra, a través de diversos ejemplos, el impacto limitado de las actividades preventivas realizadas en atención primaria en comparación con la implementación de políticas públicas para abordar los determinantes socioeconómicos de la salud.
Un estudio previo que cuantificaba el tiempo necesario para prestar atención primaria, tanto preventiva como a enfermedades crónicas y agudas, encontró que los médicos de familia necesitarían unas 27 horas al día para seguir las recomendaciones de las guías de práctica clínica. Como se muestra en la infografía, más del 50% de este tiempo estaría dedicado a realizar actividades preventivas.

Las autoras del antes citado artículo de BMJ apuntan que "los servicios preventivos solo se suman, nunca se restan", en referencia a que las nuevas actividades se van añadiendo sin eliminar o revertir ninguna de las implantadas, por lo que se acumulan. Señalan que en los últimos 50 años se ha producido una expansión injustificada de las actividades preventivas en atención primaria, que ha mermado el tiempo y la capacidad para atender a los pacientes sintomáticos.
La ampliación de la medicina preventiva a poblaciones asintomáticas y de bajo riesgo también causa que muchas de estas intervenciones tengan un impacto marginal en la reducción de enfermedades graves y de la mortalidad. 
Además, la sobrecarga de trabajo derivada de la hipertrofia de las actividades preventivas provoca desgaste o burnout entre los profesionales de atención primaria, disminuye la calidad de la asistencia y reduce la accesibilidad a la atención médica para quienes más lo necesitan, lo que desestabiliza el sistema de salud.
Para tratar de frenar todos estos problemas, las autoras señalan algunas propuestas de mejora, entre las que cabe destacar las siguientes:
  • Realizar una evaluación crítica del impacto real de las medidas preventivas en la salud.
  • Identificar y considerar el coste de oportunidad (lo que podría hacerse con los recursos utilizados) que tiene en atención primaria cada nueva actividad de prevención o la ampliación de la población objetivo.
  • Rediseñar las guías clínicas considerando el tiempo necesario para cumplirlas.
  • Enfocar la atención primaria en los pacientes sintomáticos y en los que tienen enfermedades crónicas.

Las autoras concluyen que, para evitar el colapso de la atención primaria, es necesario devolver muchas de las tareas preventivas al campo de acción de la salud pública y permitir que los médicos de familia se enfoquen en su principal función: atender a las personas enfermas. Estas conclusiones habría que matizarlas: a ello y a proponer algunos enfoques para manejar el problema en la práctica dedicaremos el resto de esta y otra posterior entrada.

Como hemos señalado reiteradamente en este blog, en el ámbito sanitario ninguna intervención está libre de riesgos, por lo que todas ellas —sean preventivas, diagnósticas, terapéuticas o de seguimiento— deberían someterse a un estudio de su balance daño/beneficio, a la luz de la mejor evidencia disponible. Además, quienes elaboran las guías de práctica clínica deberían estar libres de conflictos de intereses, y los profesionales sanitarios que las aplican habrían de disponer del tiempo necesario para poder hacerlo de forma segura y adecuada a la situación particular de cada paciente.

Hacer más no siempre es mejor, y prevenir no siempre es mejor que curar. Necesitamos nuevos aforismos para nuevos paradigmas. Como en la prescripción prudente, para la prevención prudente podemos decir que "actividades preventivas, las justas".

Si a los excesos en el tratamiento farmacológico les llamamos sobremedicación, a los excesos en las actividades preventivas podemos llamarles sobreprevención. Si cuando se detecta que a un paciente se le han prescrito más medicamentos de los convenientes está indicada la deprescripción, cuando se están realizando más actividades preventivas de las convenientes procede reajustarlas mediante la deprevención. Estos conceptos y su aplicación en la práctica los desarrollaremos en una posterior entrada en este blog.

La sobrecarga de trabajo, por este y otros problemas, puede llevar a los médicos de familia a pensar que la solución a su falta de tiempo pasa por centrarse exclusivamente en la atención a las enfermedades, abandonando totalmente las demás actividades como las preventivas, comunitarias, docentes o de investigación propias de su especialidad.

Que la sobreprevención impuesta por norma y la burocracia asociada están quemando a los médicos de familia es un hecho. Pero también hay que tener en cuenta el impacto negativo que tendría en ellos hacerles volver a la forma de trabajar de los antiguos ambulatorios, centrándose exclusivamente en la atención a enfermedades y sin poder hacer otras actividades que se han demostrado beneficiosas, sean preventivas o de otros tipos. Cuando los profesionales no pueden realizar su labor de forma correcta, porque se interponen factores que obstaculizan el adecuado desempeño, también sufren estrés. Sucedió, por ejemplo, al inicio de la pandemia por COVID-19: el estrés moral afectó duramente a los profesionales de atención primaria, que de la noche a la mañana tuvieron que dejar de hacer muchas de las actividades que les son propias, con resultados perjudiciales para los pacientes afectados y para el conjunto del sistema sanitario.

No se trata de dejar de realizar todas las intervenciones preventivas y trasladar el problema sin más al campo de la salud pública. Se trata más bien de adecuar su uso: evaluar la situación de cada paciente en cada situación y aplicar las actividades preventivas que este necesita en el momento oportuno, aquellas que le van a aportar más beneficios que daños y cuyo coste de oportunidad sea positivo. Es decir, que los resultados obtenidos de su aplicación sean mejores que si se hubieran dedicado los mismos recursos, incluido el tiempo de atención, a realizar otra intervención. 

Renunciar a otras actividades, preventivas incluidas, y centrarse en la atención basada en los síntomas, y no en los riesgos, significaría un retroceso en las competencias y capacidades de la Medicina Familiar y Comunitaria. Significaría volver al ejercicio de una práctica clínica exclusivamente reactiva. Supondría una renuncia a la esencia de la práctica generalista y al valor del conocimiento acumulado, el que se deriva de la suma de las diferentes visitas del paciente a lo largo de su vida, por diferentes motivos y no solo cuando está enfermo. Un conocimiento que permite al médico de familia hacer "un traje a medida" para cada paciente, saber qué hacer y cuándo es el momento para hacerlo, tanto en lo que concierne al diagnóstico y el tratamiento de enfermedades como en lo relativo a las actividades de promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.

El poder de la longitudinalidad radica precisamente en la capacidad de adecuar las intervenciones a las necesidades de cada paciente, pero no solo de forma reactiva sino también proactiva, lo que incluye realizar actividades preventivas cuando son oportunas. El conocimiento del paciente, de sus antecedentes, de sus determinantes socioeconómicos, de su contexto familiar, de su situación vital, es lo que permite a los médicos de familia tomar las mejores decisiones sobre qué es lo que verdaderamente aporta valor a cada paciente en cada momento, así como sobre lo contrario: qué intervenciones es mejor no hacer o dejar para otra ocasión.

La solución al problema de la sobreutilización de actividades preventivas no es derivar su realización a otro nivel, sino garantizar que se hagan las que hay que hacer a quien hay que hacérselas. Se trata de, en base a la mejor evidencia disponible sobre la utilidad de las diferentes actuaciones preventivas, seleccionarlas y definir la población diana que realmente se beneficia de cada una de ellas.

Algunos estudios sugieren que el aumento de la incidencia de determinados tipos de cáncer se debe principalmente a su sobrediagnóstico por la implantación de programas inadecuados de cribado y de detección precoz. En estos casos, el aumento en las tasas de detección no se correlaciona con un aumento en las tasas de supervivencia, pero sí de los daños asociados al intervencionismo. 

En el caso de las intervenciones preventivas que resulten infructuosas o contraproducentes, y cuando se demuestre que los programas de prevención están mal diseñados —ya sea porque atenten contra la equidad, porque no obtengan los beneficios esperados, porque produzcan más daños que beneficios o porque respondan más a otros intereses que a las necesidades reales de los pacientes—, lo que habrá que hacer no es traspasar la responsabilidad de su aplicación a otros, sino dejar de aplicarlos.

También urge estudiar el impacto conjunto de todas las actividades preventivas que se han ido sumando sin valorar sus efectos aditivos, tanto en la salud de las personas como en el sistema sanitario.

La situación actual de proliferación incontrolada de actividades preventivas es insostenible. En la práctica, es además inviable. Ha aumentado la sobrecarga de los médicos de familia y de otros profesionales, sobrecarga que tiene efectos perniciosos sobre la calidad asistencial y la seguridad, tanto de los clínicos como de los pacientes.

Autoridades, profesionales y pacientes deben participar en el replanteamiento de qué hacer en prevención y cómo hacerlo de manera coherente, justa y sostenible. En el caso de la atención primaria, habrá que reajustar el trabajo conjunto entre miembros de los equipos de los centros de salud y con los servicios sociales y de salud pública, para llevar de una manera proactiva las acciones más eficaces a las personas que más las necesitan. 


+ info:
Bartolomé Moreno C. et al. Recomendaciones de prevención del cáncer. Actualización 2024. Aten Primaria. 2024;56 Supl 1:103128

Ver en este blog: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Dediagnosticar: otro aspecto esencial para la seguridad del paciente. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [1 de noviembre de 2023; consultado 3 de marzo de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2023/11/dediagnosticar-otro-aspecto-esencial.html
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP. Prácticas de bajo valor: dificultades para su desimplementación. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de octubre de 2022; consultado 3 de marzo de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/10/practicas-de-bajo-valor-dificultades.html
Ver en el blog "Salud, dinero y atención primaria":  
Simo Miñana, J. Sacrificar la atención al paciente en aras de la prevención: distorsión del papel de la medicina general.  [Internet]. Salud, dinero y atención primaria. Blog de Juan Simó. [26 de enero de 2025; consultado 4 de marzo de 2025]. Disponible en: https://saludineroap.blogspot.com/2025/01/sacrificar-la-atencion-al-paciente-en.html


Cómo citar este artículo: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Cuando la prevención se convierte en un problema: una mirada crítica desde la atención primaria. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de marzo de 2025; consultado 4 de marzo de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/03/cuando-la-prevencion-se-convierte-en-un.html


Calidad asistencial y seguridad del paciente en Europa: puntos críticos y oportunidades de mejora. Informe de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su primer análisis sobre la calidad de la atención sanitaria y la seguridad del paciente en Europa. Con el título "Tomando el pulso a la calidad de la atención y la seguridad del paciente en la Región Europea de la OMS: análisis multidimensional y perspectivas futuras", el informe destaca brechas críticas que comprometen los resultados de salud y propone acciones prioritarias para abordarlas, con el objetivo de conseguir una atención segura, efectiva y centrada en las personas. 
Este informe es el resultado de un estudio transversal y multidimensional, que combina el análisis de datos macro de fuentes internacionales con una encuesta específica dirigida a los 53 Estados Miembros de la Región Europea de la OMS.

El estudio ha considerado tanto los aspectos estructurales del sistema sanitario como los resultados en salud de la población. Se han utilizado 46 indicadores específicos, agrupados en cuatro categorías:

  1. Planes nacionales y políticas de calidad y seguridad del paciente.
  2. Indicadores funcionales del sistema de salud: gobernanza, financiación, recursos humanos, dispositivos médicos y salud digital.
  3. Dimensiones de calidad asistencial: efectividad, eficiencia, seguridad, equidad, accesibilidad y enfoque centrado en las personas.
  4. Indicadores de resultados de salud poblacional: esperanza de vida saludable y mortalidad prevenible, entre otros.

Entre las limitaciones del estudio destaca que no incluye datos longitudinales —lo que impide, por ahora, evaluar tendencias o progresiones en los indicadores— y que los perfiles de los diferentes países no representan juicios definitivos, sino que constituyen la base para futuros análisis y comparaciones.

El estudio establece un vínculo directo entre la calidad de la asistencia sanitaria, la esperanza de vida y el riesgo de morir por enfermedades no transmisibles. Según los datos analizados por la agencia de las Naciones Unidas, cada plan de calidad nacional adicional puede aumentar la esperanza de vida al nacer en 0,57 años, y reducir en un 1,34% la probabilidad de morir por enfermedades no transmisibles, tales  como la diabetes, la hipertensión o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, entre otras. A este hallazgo hay que sumar los siguientes resultados:

  • Solo el 32% de los países tienen un plan nacional de calidad para la atención sanitaria, y el 30% un plan de seguridad del paciente.
  • Apenas el 13% cuenta con mecanismos para la representación de los pacientes en los modelos de gobernanza sanitaria a nivel nacional.
  • Entre un 3% y un 12,6% de la población informa haber experimentado un incidente de seguridad clínica, aunque el informe estima que uno de cada diez pacientes sufre daños durante la atención hospitalaria y cuatro de cada diez en atención primaria. Al menos el 50% de estos eventos adversos son evitables. 
  • Un dato positivo en relación a las buenas prácticas para mejorar la atención sanitaria es que el 80% de los países han implementado estrategias para abordar la resistencia a los antimicrobianos.
  • La probabilidad de morir por enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes o enfermedades respiratorias crónicas, varía entre el 7,9% y el 28,3% en personas de 30 a 70 años.
  • Existe una variabilidad considerable en el resultado de indicadores clave como la esperanza de vida saludable, que puede diferir en hasta 11 años entre los países con mejores y peores resultados. 

El análisis identifica los aspectos críticos que afectan la calidad de la atención y la seguridad del paciente, entre los que destacan los siguientes: 

  • Solo 13% de los países tienen mecanismos para incluir la representación de los pacientes en los modelos de gobernanza sanitaria. Además, los planes para combatir la desinformación sanitaria son prácticamente inexistentes en los países de la región europea de OMS.
  • La inversión en salud varía entre el 4,6% y el 22,4% del gasto público total de cada país, con diferencias significativas entre países. Los sistemas que asignan recursos basados en criterios de calidad, en lugar de criterios de volumen de servicios, logran mejores resultados.
  • La densidad de profesionales médicos y enfermeros varía ampliamente, desde 2,4 hasta 29,9 médicos de familia por cada 10.000 habitantes. Estas desigualdades en la dotación de recursos humanos afectan a la capacidad de los sistemas sanitarios para ofrecer una asistencia oportuna y de calidad en el primer nivel de atención.
  • Solo el 69,8% de los países tienen registros electrónicos de salud, y menos del 15% cuenta con directrices de calidad y seguridad para la atención por medio de la telemedicina.

Sobre la base de los resultados de la encuesta y con el objetivo de abordar algunos de los desafíos y de las deficiencias reveladas en los países de la Unión Europea, la OMS plantea una serie de acciones prospectivas para mejorar la calidad de la atención y la seguridad del paciente, entre las que destaca, como prioritarias, las siguientes:

La OMS insta a los países a invertir en planes nacionales concretos para mejorar la calidad de la atención sanitaria y la seguridad del paciente, rediseñar los modelos de atención centrados en las necesidades y preferencias de los pacientes, y garantizar su participación en la toma de decisiones en las organizaciones sanitarias. Además, hace un llamamiento a aumentar la inversión pública en salud, que actualmente varía significativamente, representando entre el 4,6% y el 22,4% del gasto público total de los países de la región europea.

Una vez más, se pone de manifiesto que la atención primaria es el eje central para una sanidad más eficiente y, por tanto, un pilar fundamental para el cambio. La atención primaria es el ámbito principal donde se presta la atención sanitaria y ofrece una oportunidad única para prevenir daños evitables, gestionar enfermedades crónicas y promover la equidad en el acceso a los servicios. Sin embargo, la falta de recursos y de formación adecuada, así como la carencia de estrategias integradas de calidad asistencial limita el impacto del primer nivel asistencial en la salud de la población. 

Como conclusión, la OMS subraya que invertir en modelos de atención primaria robustos y centrados en las personas es esencial para lograr sistemas sanitarios más seguros, eficientes y resilientes en toda Europa.


Publicado por Pilar Astier y Rosa Añel
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Cómo citar esta entrada:
Astier Peña MP, Añel Rodríguez RM. Calidad asistencial y seguridad del paciente en Europa: puntos críticos y oportunidades de mejora. Informe de la OMS [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [21 de enero de 2025; consultado 21 de enero de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/01/calidad-asistencial-y-seguridad-del.html


Así fue la III Jornada de buenas prácticas asistenciales en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), 6 de noviembre de 2024, Don Benito, Badajoz. Resumen y acceso a los contenidos de las ponencias


El pasado miércoles día 6 de noviembre se celebró en Don Benito, Badajoz, la III Jornada de buenas prácticas asistenciales en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud, bajo el título "Cómo identificar y eliminar las prácticas de bajo valor en Atención Primaria". 

En esta jornada, organizada conjuntamente por el Servicio Extremeño de Salud (SES), la Fundación para la Formación e Investigación de los Profesionales de la Salud de Extremadura (FundeSalud) y el Ministerio de Sanidad, quedó patente el compromiso de los gestores y profesionales de la atención primaria del SES con la calidad de la asistencia sanitaria, y los esfuerzos que están realizando para potenciar las buenas prácticas y eliminar las intervenciones de bajo valor. 

Tras agradecer a todos los implicados el trabajo realizado, D. Francisco Javier Félix, médico de familia y responsable técnico del proyecto, dio paso a la mesa inaugural. D. José Luis Mora, subdirector de Atención Primaria del SES; D.ª Eulalia Poveda, gerente del área de salud Don Benito - Villanueva de la Serena, y Elisabeth Medina, concejala de Sanidad de Don Benito, a su vez, agradecieron y destacaron la importancia de hacer realidad un año más esta jornada que, con el lema "Juntos, construyendo salud", tiene por objetivo mejorar la calidad de la asistencia sanitaria en el SES. 

A continuación tuvo lugar la primera mesa de divulgación científica, titulada "Recomendaciones sobre prácticas de bajo valor" con los siguientes ponentes e intervenciones (notese que haciendo clic en el título de las ponencias se puede acceder a sus contenidos, disponibles en nuestro canal de SlideShare): 

El contenido de las ponencias presentadas en esta mesa motivó un enriquecedor debate, con la participación activa de los asistentes.

Tras un breve descanso se desarrolló la segunda mesa, moderada por D. Manuel Moreno, Director Médico y D.ª Pilar Carmona, Directora de Enfermería del Área de Salud Don Benito - Villanueva de la Serena. Esta mesa estuvo dedicada a la explicación del origen y de la evolución del proyecto en Extremadura, con las siguientes intervenciones:

Tras las dos mesas de debate y divulgación científica se realizaron, de forma síncrona, un taller general sobre estrategias para revertir las prácticas de bajo valor, a cargo de D. Txema Coll, médico de familia y técnico de la Unidad de Calidad y Seguridad del Paciente del Área de Salud de Menorca, y seis talleres específicos, enfocados a identificar y revertir las prácticas de bajo valor en las siguientes áreas asistenciales:

Estos seis grupos de trabajo, de carácter multidisciplinar, han elaborado 62 nuevas recomendaciones de buenas prácticas —tanto en el sentido de "No Hacer" como en el sentido de "Hacer"— con el objetivo general de mejorar la calidad de la atención sanitaria que reciben los pacientes en la Atención Primaria, y con los siguientes objetivos específicos:

  • Evitar la yatrogenia secundaria a intervenciones innecesarias.
  • Disminuir la variabilidad injustificada en la práctica clínica.
  • Difundir entre la población general la utilización adecuada de recursos, y entre los profesionales, las buenas prácticas asistenciales.
  • Liberar tiempo para que los profesionales puedan realizar mejor sus funciones, sustituyendo las intervenciones de escaso valor por las basadas en la mejor evidencia científica disponible.

Próximamente el comité científico-asesor del proyecto, formado por las sociedades científicas de atención primaria de la comunidad (de medicina, semFYC, SEMERGEN y SEMG; de enfermería, SEFYCEX y AEC; de farmacia, SEFAP y de pediatría, SPAPEX) y la oficina de evaluación de medicamentos del SES (EvalMed) realizará una última revisión de estas 62 nuevas recomendaciones para incorporarlas de forma definitiva al documento "Nuevas recomendaciones de buenas prácticas para atención primaria" de la Dirección General de Asistencia Sanitaria del SES. Se sumarán así a las 25 buenas prácticas seleccionadas, a partir de las recomendaciones propuestas por el Ministerio, que ya han sido adoptadas y divulgadas para su implementación en la atención primaria del SES, y que se pueden consultar en el siguiente documento:
  

Documento de consulta de las 25 recomendaciones de buenas prácticas priorizadas en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud, noviembre 2023


En el acto de clausura, D. José Luis Mora se encargó de exponer las conclusiones de la jornada y de exhortar a los gestores a hacer todo lo posible para allanar el camino a los profesionales asistenciales, para facilitarles "hacer lo que hay que hacer, y dejar de hacer lo que no hay que hacer". 

Con este proyecto, iniciado en 2022, el SES ha dado un paso al frente en la desimplementación de las prácticas de bajo valor en el primer nivel asistencial. Se convierte así en otro referente en el desarrollo y promoción de recomendaciones "No Hacer" en el ámbito de la atención primaria en España, junto a Cataluña, con el proyecto Essencial, liderado por la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS), y a Castilla y León, con el proyecto No Hacer de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León (Sacyl).

+ info:
Palacio Lapuente J. No hacer para poder hacer: sensatez en las políticas, la gestión y la práctica, Aten Primaria. 2023 May 9;55(7):102646. doi: 10.1016/j.aprim.2023.102646.
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP, Coll Benejam T. ¿Por qué resulta cada vez más complicado “hacer lo que hay que hacer” y “dejar de hacer lo que no hay que hacer”? Estrategias para revertir las prácticas de bajo valor. Aten Primaria. 2023 Apr 27;55(7):102630. doi: 10.1016/j.aprim.2023.102630. 
Ver en este blog
"Si NO es necesario puede HACER daño". Proyecto desarrollado por la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [15 de diciembre de 2022; consultado 15 de diciembre de 2022]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/12/si-no-es-necesario-puede-hacer-dano.html 
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP. Prácticas de bajo valor: dificultades para su desimplementación. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de octubre de 2022; consultado 4 de octubre de 2022]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/10/practicas-de-bajo-valor-dificultades.html

Publicado por Sano y salvo
Cómo citar esta entrada:
Así fue la III Jornada de buenas prácticas asistenciales en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), 6 de noviembre de 2024, Don Benito, Badajoz. Resumen y acceso a los contenidos de las ponencias. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [12 de noviembre de 2024; consultado 12 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2024/11/asi-fue-la-iii-jornada-de-buenas.html


17 de septiembre, Día Mundial de la Seguridad del Paciente: mejorar el diagnóstico para la seguridad del paciente

El próximo 17 de septiembre se celebrará el Dia Muncial de la Seguridad del Paciente, un evento que desde el año 2019 forma parte de las campañas de salud pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Con el tema "Mejorar el diagnóstico para la seguridad del paciente" y el lema "¡Diagnósticos correctos, pacientes seguros!", el Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2024 pone de relieve la importancia del diagnóstico correcto y oportuno para la seguridad del paciente.

A pesar de que los fallos en el proceso diagnóstico son —junto con los problemas derivados del uso de fármacos— los que peores consecuencias tienen para los pacientes, y para los profesionales, lo cierto es que no se ha puesto el foco en ellos hasta que, en el año 2015, se publicó el informe “Improving Diagnosis in Health Care”.

En su anuncio del Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2024, la OMS describe el error de diagnóstico como la situación en la que no se ofrece una explicación correcta y oportuna del problema de salud del paciente, lo que incluye la ausencia de diagnóstico, los diagnósticos incorrectos, los retrasos en el diagnóstico y los fallos al comunicar el diagnóstico. La agencia de salud de las Naciones Unidas destaca que los errores de diagnóstico representan casi el 16% de los daños evitables en los sistemas de salud, y estima que la mayoría de los adultos se enfrentarán al menos a un error de diagnóstico a lo largo de su vida. 

En la página web de la campaña se detallan los objetivos, mensajes clave y consejos prácticos para mejorar el proceso diagnóstico, dirigidos a los diferentes agentes o partes interesadas (los pacientes y sus familias, los trabajadores de la salud, los dirigentes del sector de la salud, los responsables de la formulación de políticas y la sociedad civil). En el apartado Logotipos y materiales de la campaña, una vez aceptados los términos de uso, se pueden descargar los materiales gráficos para la divulgación de la campaña. Los logotipos y los activos de comunicación (póster, infografías, banners para web y redes sociales, fondos de pantalla, etc.) están disponibles en los 6 idiomas de las Naciones Unidas (inglés, árabe, chino, francés, español y ruso). También, al igual que en años anteriores y para potenciar la divulgación de la campaña a nivel mundial, la OMS propone a los 194 Estados Miembros que iluminen en color naranja los centros de trabajo, monumentos icónicos o lugares más conocidos, instándoles a que organicen actividades específicas en torno al día 17 de septiembre, y a compartir las iniciativas desarrolladas. La información recabada (en inglés) se utilizará como base para la evaluación de la campaña y podrá aparecer en el informe que elaborará la OMS sobre las iniciativas desarrolladas en torno al Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2024.

   Materiales elaborados por la Organización Mundial de la Salud con motivo de la celebración del Día Muncial de la Seguridad del Paciente 2024

La OMS señala que, para mejorar la seguridad del proceso diagnóstico, es necesario actuar tanto sobre los factores sistémicos como sobre los factores cognitivos. Los factores sistémicos son aspectos en que la organización presenta carencias que predisponen a cometer fallos, como la falta de comunicación entre el personal de salud o entre este y el paciente, la sobrecarga laboral y las deficiencias del trabajo en equipo. Los factores cognitivos tienen que ver con la formación y la experiencia de los profesionales, su predisposición a los sesgos cognitivos, y otros factores que aumentan el riesgo de fallos humanos durante la asistencia sanitaria, como son el cansancio y el estrés. En este sentido, cabe destacar que la mayoría de los errores diagnósticos derivados de sesgos cognitivos no están relacionados con una deficiencia de conocimiento, sino con fallos en la recopilación, verificación, integración e interpretación de la información.

Como explicábamos en una entrada anterior en este blog, "mantener actualizada la información en la historia clínica es esencial para adecuar las intervenciones a las características del paciente. La historia clínica electrónica permite incluir toda la información de salud de un paciente en un único soporte, con independencia de dónde y cuándo se genera. Una trazabilidad de la información que antes, con el soporte en papel, era impensable. En contrapartida, si la información no se revisa, ordena y actualiza, los historiales clínicos acaban convirtiéndose en un laberinto de datos inconexos que dificultan la toma de decisiones y aumentan el riesgo de intervenciones inapropiadas". Por tanto, eliminar los diagnósticos inapropiados, erróneos o caducos de la historia clínica contribuye a la seguridad del paciente, igual que revisar y adecuar de forma periódica los tratamientos farmacológicos.

El diagnóstico tardío o incorrecto, o la ausencia de diagnóstico, conllevan generalmente un peor pronóstico, pueden prolongar la enfermedad y, en ocasiones, causar discapacidad e incluso el fallecimiento prematuro del paciente. Los fallos en el proceso diagnóstico se acompañan de retrasos en el inicio del tratamiento adecuado, y pueden conducir a proporcionar al paciente un tratamiento innecesario o dañino, por lo que también tienen repercusiones psicológicas y económicas. 

Llama la atención que la OMS, en esta ocasión, no mencione el sobrediagnóstico como un problema de seguridad del paciente relacionado con el proceso diagnóstico. Algo que sí hizo en 2015 el Committee on Diagnostic Error in Health Care en el tercer capítulo del informe “Improving Diagnosis in Health Care”, específicamente en el apartado titulado "Overutilization in the Diagnostic Process and Overdiagnosis".

Tampoco se contempla el doble problema al que han de hacer frente las organizaciones y sistemas sanitarios a nivel mundial: el subdiagnóstico en quienes más lo necesitan, por problemas de acceso a la asistencia sanitaria, entre otros, y el diagnóstico en exceso en quienes no lo necesitan. 

El sobrediagnostico se ha definido como el diagnóstico de una afección que, de otra manera, no ocasionaría síntomas ni tendría consecuencias a lo largo de la vida del paciente. Sin embargo, las intervenciones de tratamiento y seguimiento aplicadas aumentan el riesgo de ocasionar daños, sin aportar ningún beneficio. Como afirmábamos en esta otra entrada, a propósito de las dificultades para la desimplementación de las prácticas de bajo valor, "si bien es cierto que en el ámbito sanitario ninguna intervención está libre de riesgos, no hay incidente o evento adverso más lamentable, ni más evitable, que el derivado de una actuación innecesaria". 

Las situaciones de sobrediagnóstico tienen mucho que ver con los denominados excesos médicos y con la corriente intervencionista y medicalizadora de las últimas décadas. Los avances tecnológicos y terapéuticos han proporcionado posibilidades de diagnóstico y tratamiento que pueden beneficiar a algunos pacientes, pero que también pueden causar daños a otros. A medida que se reducen los umbrales de diagnóstico, se incluye a muchas más personas en el grupo de pacientes "de riesgo" o "enfermas", pero no está claro que, al convertirles en pacientes, estemos mejorando su salud. Mas bien, en los casos de sobrediagnóstico, sucede lo contrario.


Volviendo a la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad del paciente, en nuestro país, en el marco de la Estrategia Nacional de Seguridad de Paciente y bajo el lema "Diagnósticos correctos, pacientes seguros", se celebrará una jornada científica el martes 17 de septiembre. Organizada por el Ministerio de Sanidad en colaboración con la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), tendrá lugar de forma presencial, en el salón de actos Ernest Lluch del Ministerio de Sanidad, en Madrid, y será retransmitida por streaming.

La jornada constará de una parte común, de 9:30 a 12:30 h., en la que se abordarán aspectos de la seguridad relacionada con el diagnóstico por imagen, y prácticas seguras del diagnóstico de laboratorio (laboratorio clínico, microbiología, anatomía patológica y genética). A continuación, se desarrollarán los talleres, de 14:00 a 15:30 h. Con el título "Mejorando el proceso de diagnóstico para una atención más segura", se impartirán dos talleres de forma simultánea, uno para profesionales de atención primaria y otro dirigido a profesionales del ámbito hospitalario.

Para la divulgación en redes sociales de los contenidos y las actividades que se realicen en relación con la celebración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente 2024, el hashtag que propone la OMS es #WorldPatientSafetyDay. En España, desde la SECA y otras cuentas de Twitter, como la de nuestro grupo de trabajo, @sanoysalvoblog, se utilizará el hashtag #DiaMundialdelaSeguridaddelPaciente

+ info

Minué Lorenzo S, Astier Peña MP, Coll Benejam T. El error diagnóstico y sobrediagnóstico en Atención Primaria. Propuestas para la mejora de la práctica clínica en medicina de familia.  Aten Primaria. 2021 Dec;53 Suppl 1(Suppl 1):102215. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.aprim.2021.102227
National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. 2015. Improving Diagnosis in Health Care. Washington, DC: The National Academies Press. Disponible en: https://doi.org/10.17226/21794 
Lichtenfeld L. Overdiagnosed: Making people sick in the pursuit of health. J Clin Invest. 2011 Aug 1;121(8):2954. Disponible en: https://www.jci.org/articles/view/57171


Ver en este blog

Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Dediagnosticar: otro aspecto esencial para la seguridad del paciente. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [1 de noviembre de 2023; consultado 9 de septiembre de 2024]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2023/11/dediagnosticar-otro-aspecto-esencial.html
Minué S. Error diagnóstico y Atención Primaria: recuperemos la habilidad de pensar. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de marzo de 2017; consultado 9 de septiembre de 2024]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2017/03/error-diagnostico-y-atencion-primaria.html 


Publicado por Rosa María Añel Rodríguez

Cómo citar esta entrada:
Añel Rodríguez RM. 17 de septiembre, Día Mundial de la Seguridad del Paciente: mejorar el diagnóstico para la seguridad del paciente. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [10 de septiembre de 2024; consultado 10 de septiembre de 2024]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2024/09/17-de-septiembre-dia-mundial-de-la.html