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Recomendaciones para prevenir la administración de medicamentos por una vía equivocada. Boletín elaborado por el Instituto para el Uso Seguro de Medicamentos (ISMP-España) en colaboración con el Ministerio de Sanidad

El Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP por sus siglas en inglés), en colaboración con la subdirección de Calidad Asistencial del Ministerio de Sanidad, vuelve a poner de relieve un alarmante problema de seguridad clínica: la administración de medicamentos por una vía incorrecta o equivocada. 

En su Boletín de Recomendaciones para la Prevención de Errores de Medicación número 56, de mayo del 2025, recoge y analiza los incidentes notificados por los profesionales sanitarios en los que medicamentos destinados a la vía oral, epidural o inhalatoria han sido administrados por vía intravenosa. 

Aunque son prevenibles, los eventos adversos debidos a confusión de la vía de administración de medicamentos continúan ocurriendo. De todos ellos, los que se comunican con mayor frecuencia son los siguientes:

  1. Administración por vía intravenosa de medicamentos destinados a la vía oral (por ejemplo, jarabes orales como metoclopramida o codeína).
  2. Infusión intravenosa de medicamentos destinados a la vía epidural (por ejemplo, anestésicos locales como ropivacaína o levobupivacaína) y, en sentido inverso, administración de medicamentos intravenosos por vía epidural o intratecal (antibióticos, citostáticos...).
  3. Administración por vía intravenosa de soluciones para nebulización (salbutamol y combinación de salbutamol con bromuro de ipratropio).

En su análisis, el ISMP-España identifica los factores contribuyentes que aparecen de forma recurrente en este tipo de incidentes de seguridad del paciente:

  • Falta de verificación del medicamento y de la vía de aplicación antes de su administración.
  • Ausencia de etiquetado distintivo de los diferentes tipos de jeringas utilizadas para la administración de medicamentos en estado líquido.
  • Falta de disponibilidad de jeringas específicas (para medicamentos de administración por vía oral, enteral, inhalatoria, intravenosa, epidural o intratecal) en las unidades asistenciales.
  • Problemas de isoapariencia de los diferentes tipos de medicamentos líquidos.
  • Desconocimiento por parte del personal sanitario de las prácticas seguras en la administración de la medicación (falta de experiencia, formación insuficiente, etc.).

Una de las principales causas identificadas es el uso generalizado del conector universal Luer en múltiples dispositivos de administración de medicamentos líquidos, que hace posible que sistemas que no son compatibles puedan conectarse entre sí. Aunque las medidas para prevenir este tipo de incidentes existen desde hace tiempo —utilizar jeringas orales y enterales (ENFit®) y sistemas de conexión específicos (NRFit®), que impiden físicamente los emparejamientos erróneos—, su implantación en la práctica asistencial es insuficiente. Se siguen comunicando, de forma recurrente, errores causados por la utilización de jeringas intravenosas con conectores Luer para dosificar y administrar medicamentos que no son de aplicación intravenosa.

Hay que tener en cuenta que la conexión indistinta entre sistemas incompatibles no es la única causa de confusión en la vía de administración. También son frecuentes las confusiones debidas a la similitud en la apariencia de los medicamentos, así como una combinación de ambas situaciones, como ocurrió en el mediático caso del niño Ryan

A menudo, este tipo de eventos adversos, que suelen tener consecuencias fatales, se producen en escenarios de alta carga asistencial, con múltiples dispositivos y profesionales implicados, y en ausencia de sistemas de seguridad suficientemente robustos. De hecho, los eventos adversos analizados tienen en común una combinación de fallos organizativos, técnicos y humanos. Esto significa que, para evitar su repetición, no bastará con mejorar la identificación de los medicamentos y de los dispositivos de administración. 

Entre las recomendaciones prácticas y estructurales para prevenir la administración de medicamentos por una vía equivocada, que se emiten en este boletín, se incluyen las siguientes: promover la notificación y análisis de los incidentes, impulsar la formación continua de los profesionales, garantizar la disponibilidad de jeringas y dispositivos de infusión específicos y no intercambiables para las diferentes vías de administración, asegurar el etiquetado claro y diferenciado de los medicamentos según su vía de administración, y hacer obligatorio el uso de jeringas orales y enterales ENFit® y de conectores NRFit® para su administración. Esta última medida es una barrera física tan simple como efectiva para evitar suministrar por vía intravenosa medicamentos destinados a otras vías. 

Como se muestra en la siguiente figura, en seguridad del paciente, existen diferentes tipos de barreras, cuya eficacia varia según su naturaleza:

.Clasificación de las barreras de seguridad del paciente según su naturaleza y nivel de eficacia



Desafortunadamente, aunque las barreras más fiables son las físicas y las naturales, las más utilizadas siguen siendo las barreras humanas y las administrativas, mucho menos fiables por depender de la memoria y del adecuado seguimiento de protocolos y procedimientos. En general, se achaca el excesivo uso de las barreras administrativas y humanas a que la implementación de barreras físicas y naturales requiere una mayor inversión económica. Pero esto no siempre es así, sobre todo si se tiene en cuenta que la atención y reparación de los daños derivados de los eventos adversos conlleva un elevado coste para el sistema. Un coste, sin duda, mucho mayor que el que puede derivarse del uso de las barreras de seguridad más adecuadas en cada caso, máxime si son de eficacia conocida y contrastada.

En el campo de la seguridad del paciente el objetivo ha de ser implantar las medidas necesarias para que un determinado tipo de fallo o error no pueda producirse. Porque, si algo puede ocurrir, terminará ocurriendo. Fiar la seguridad de la atención sanitaria solo, o fundamentalmente, a la adherencia de los profesionales a las buenas prácticas, al seguimiento de los protocolos asistenciales o a que los profesionales se manejen con cautela o presten más atención, no es la mejor decisión. 

La notificación y el análisis de incidentes, junto a la información y la formación continuada de los profesionales son aspectos esenciales, pero insuficientes para evitar los eventos adversos relacionados con la medicación o cualquier otro tipo de evento adverso. 

La prevención de los errores relacionados con la administración de medicamentos por una vía equivocada requiere mucho más que cultura de seguridad e implicación de los profesionales: se necesitan tecnologías seguras y compromiso institucional. Se necesita inversión en barreras de seguridad sólidas y confiables.

+ info
Publicado por Rosa Añel
Como citar esta entrada:
Añel Rodríguez, RM. Recomendaciones para prevenir la administración de medicamentos por una vía equivocada. Boletín elaborado por el Instituto para el Uso Seguro de Medicamentos (ISMP-España) en colaboración con el Ministerio de Sanidad. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [13 de julio de 2025; consultado 13 de julio de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/07/recomendaciones-para-prevenir-la.html


Prevenciones, las justas: prevención prudente, infra/sobreprevención y deprevención


En una reciente entrada en este blog apuntábamos que, como en la prescripción prudente, en la prevención prudente podemos decir que "actividades preventivas, las justas". Ni más, ni menos.

En esta entrada proponemos nuevos conceptos como prevención prudente, sobreprevención y deprevención, así como unas primeras recomendaciones para su aplicación en la práctica, en el contexto actual.

Necesitamos desarrollar nuevos términos, paradigmas y actividades para ajustar las medidas de prevención, a la luz de la evidencia científica, para hacerlas más efectivas, eficientes, seguras, equitativas y practicables en el mundo real.

En lo relativo a la prevención —como en cualquier otro tipo de intervención sanitaria— tanto los excesos como los defectos pueden perjudicar la salud.

Todo el mundo tiene claro que no aplicar un tratamiento preventivo o curativo, cuando está indicado, puede perjudicar al paciente. Pero hay menos conciencia del peligro de los excesos en el tratamiento farmacológico, la sobremedicación, y menos aún de los riesgos asociados a los excesos en las actividades preventivas, que proponemos llamar sobreprevención

La sobreprevención es la realización de actividades preventivas que no han demostrado mejorar la salud de las personas a las que se aplican o que tienen un balance negativo entre los daños y los beneficios que generan.

Los daños pueden deberse, en primer lugar, a los efectos adversos de las pruebas o tratamientos preventivos.

Por ejemplo, en EE.UU., tras promover el actual secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. el uso de la vitamina D como alternativa a la vacunación para prevenir el sarampión contra toda evidencia—, se ha producido un aumento inédito tanto de las hospitalizaciones por intoxicación de vitamina D como de sarampión. Este último es el otro riesgo de una actividad preventiva ineficaz cuando se usa en vez de otra eficaz: la persona que se somete a ella pierde la oportunidad de evitar un daño prevenible. Es la antítesis de la prevención, lo que podríamos llamar disprevención: actuaciones que no evitan daños, sino que los producen. 

El uso de la hidroxicloroquina o la ivermectina para la prevención de la COVID-19 es otro ejemplo reciente con desastrosos resultados. El desabastecimiento de la hidroxicloroquina por su uso fuera de indicaciones también afectó a las personas que la tenían prescrita en afecciones en las que sí está indicada, otro efecto colateral a tener en cuenta cuando se consumen recursos valiosos y limitados en actividades prescindibles.

La llegada a la potestad reguladora de los que defienden estas medidas dispreventivas en diversos países, y notablemente en uno de la importancia de EE.UU., abre una preocupante era de riesgos nuevos o reemergentes para la salud pública. Siguiendo con el ejemplo de la ivermectina, en el estado de Arkansas acaba de ser liberalizada su venta sin receta médica, una reivindicación de los que propugnan su uso, sin base científica, con fines tan dispares como prevenir y tratar la COVID o tratar el cáncer.

Las propias pruebas de cribado —detección de enfermedades en personas sin síntomas de padecerlas— también pueden producir efectos adversos: radiaciones ionizantes acumulativas, hematomas o síncopes con caída por venopunción... Sólo son asumibles, por bajo que sea su riesgo, si la probabilidad de que el paciente salga beneficiado por su realización supera a la de que sea dañado. Toda prueba cuya realización no es de esperar que mejore los resultados de la atención, incluso si sus efectos adversos no son graves ni frecuentes, es inaceptable tanto desde el punto de vista de la seguridad del paciente como desde el de la eficiencia del sistema.

Una prueba de cribado puede así mismo producir daño por falsos resultados positivos, que tienen un impacto psicológico en el paciente, pueden causarle problemas sociales o laborales y a menudo generan nuevas pruebas y tratamientos innecesarios.

Los falsos positivos pueden deberse a la falta de validez de la prueba, que puede ser intrínseca o debida a su aplicación en poblaciones con baja prevalencia del problema a cribar. Hay pruebas como la determinación del PSA que tienen cierta utilidad en el manejo del paciente con síntomas compatibles con cáncer de próstata, pero no como método de cribado en población general asintomática. Encontrar los subgrupos de población, por edad, raza u otras variables, en los que las pruebas tienen un balance daño/beneficio favorable es objeto de continuas revisiones para el PSA y otros métodos de cribado.

No es igual el valor predictivo de una prueba en pacientes con síntomas de una enfermedad, estudiados por el médico que la ha solicitado para afinar el diagnóstico —una población en la que la prevalencia de la enfermedad es muy alta— que en personas asintomáticas en las que la prevalencia es baja. Se trata de una simple cuestión de cálculo: a menor prevalencia, menor valor predictivo positivo.

En algunos casos, los positivos son reales pero intranscendentes: no hubieran generado ningún problema al paciente, al que sí le pueden causar daños los tratamientos innecesarios inducidos, además de las preocupaciones por el hallazgo. Una variante es el caso de enfermedades que no tienen mejor pronóstico por la detección en fase asintomática respecto a la detección cuando aparecen síntomas, por su lenta progresión o porque no existe un tratamiento eficaz para ellas. Cargar a un paciente asintomático con el peso del diagnóstico de una enfermedad que no se le puede tratar es una forma de ensañamiento que atenta directamente contra el principio ético de no maleficencia.

Los anteriores son casos de sobrediagnóstico: la identificación de una enfermedad o hallazgo incidental que, de no haberse detectado, no hubiera tenido consecuencias para el paciente. El sobrediagnóstico, un efecto adverso en cascada de la sobreprevención, suele generar a su vez sobretratamiento. En la imagen contigua representamos esta cascada de la sobreprevención.


La cascada de la sobreprevención

(Hacer clic para aumentar imagen)

Por ejemplo, tanto la U.S. Preventive Services Task Force como el  Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud desaconsejan el cribado del cáncer de tiroides en personas asintomáticas, ya que es más probable que obtengan un daño (por cirugías innecesarias) que un beneficio. Algo que es lo opuesto a la finalidad de una actividad preventiva.

Los programas que producen sobrediagnóstico, si no se miden los resultados en las personas, se retroalimentan: los que los hacen exhiben los hallazgos como éxitos (suponiendo gratuitamente que se ha beneficiado a todos los participantes con hallazgos) y consiguen así más recursos para seguir produciendo más sobrediagnóstico.

La aplicación inadecuada de actividades preventivas incluye su infrautilización, lo que podríamos llamar infraprevención. Es algo que está sucediendo, por ejemplo, con vacunas eficaces y seguras, tanto por el desistimiento de personas intoxicadas por la desinformación como por las dificultades de acceso por razones de poder adquisitivo en países que no la proveen gratuitamente. En el mencionado caso del resurgimiento del sarampión en EE. UU. se combinan ambos factores, ya que el nuevo gobierno ha combinado la difusión de bulos sobre las vacunas con el recorte presupuestario, el despido de personal y el cierre de centros que vacunaban a personas de bajos ingresos.

La equidad en el acceso a las pruebas preventivas es un aspecto que no se puede negligir porque, si se hace, los programas de cribado pueden acabar aumentando las brechas en salud entre las personas más y menos favorecidas socialmente. Por ejemplo, el riesgo de morir por cáncer de cérvix es mayor en las mujeres que ejercen la prostitución, que están entre las que menos se realizan las pruebas de detección temprana. Si simplemente se ofrece la prueba, sin una actitud proactiva hacia los colectivos más vulnerables, se dedicarán los recursos en mayor medida a las personas que menos lo necesitan. Esta inequidad en la prevención hará que las diferencias en la mortalidad se mantengan e incluso aumenten.

Para evitar caer tanto en la infraprevención —para minimizar las enfermedades evitables— como en la sobreprevención —para evitar daños y gastos innecesarios—, los responsables de las campañas poblacionales y los profesionales sanitarios hemos de usar la prudencia. Para practicar la prevención prudente hay en identificar las intervenciones preventivas efectivas y las personas que puedan beneficiarse de ellas, y descartar aquellas cuyo beneficio, en general o en determinadas poblaciones, sea mínimo o incierto.

En atención primaria se hacen actividades de prevención de eficacia demostrada y relevante, como la vacunación, la detección precoz de determinadas enfermedades con cribados de alto impacto o el consejo breve para dejar de fumar. Y hay otras que no se deberían hacer, como los programas de cribado sin evidencia sólida de beneficio neto, los chequeos de salud sistemáticos aplicados a personas sin factores de riesgo o los electrocardiogramas y otros exámenes en personas asintomáticas sin una indicación clara. 

La prevención prudente necesita una gestión prudente de la prevención: una gestión racional de las actividades preventivas que garantice una atención primaria equilibrada en sus prestaciones y centrada en el paciente. En la toma de decisiones sobre las actividades preventivas que realiza un servicio o sistema sanitario deben participar tanto los directivos como los profesionales implicados en su aplicación y las personas a las que se dirigen. Además de evaluar cada una de las actividades de forma aislada, se ha de evaluar el impacto conjunto de todas ellas en la salud y la calidad de vida de las personas a las que se aplican, así como la carga de trabajo que suponen y su compatibilidad con la realización de otras actividades.

La prevención debe enmarcarse en la medicina mínimamente impertinente y, tras una cuidadosa selección de las actividades entre las opciones existentes, incluida la de no hacer nada, deben aplicarse de la manera menos disruptiva para el paciente.

La gestión prudente de la prevención también debe tener en cuenta los costes de oportunidad, es decir, los resultados que podrían obtenerse de invertir los recursos en otras actividades más efectivas y eficientes.

La prevención debe estar basada en la evidencia, la experiencia, el conocimiento de los recursos disponibles y la coherencia con la actividad de la organización. Los planes de prevención han de ser realistas, aplicables y coherentes con los demás aspectos de la práctica de los profesionales.

A la hora de hacer planes preventivos personalizados, la toma de decisiones compartida entre los profesionales y los destinatarios contribuye a mejorar la relación entre ambos y la adherencia a las actividades consensuadas.

En atención primaria, recapitulando, la prevención es esencial, pero debe llevarse a cabo con sensatez. No debe convertirse en una carga insoportable ni para el paciente ni para los profesionales, ni debe imponerse a costa de la adecuada atención clínica a los pacientes enfermos. Debe estar basada en la evidencia, focalizada en quienes más lo necesitan y aplicada de manera prudente para evitar el sobrediagnóstico, los eventos adversos derivados del intervencionismo innecesario y la sobrecarga del sistema. 

Por todo lo expuesto proponemos definir la prevención prudente como aquella que selecciona las actividades preventivas teniendo en cuenta:

  • la evidencia científica sobre sus resultados en las personas,
  • las relaciones daño/beneficio y coste/efectividad más favorables para cada población objetivo,
  • los costes de oportunidad respecto a otras inversiones alternativas de los recursos utilizados,
  • la sobrecarga de los profesionales y del sistema sanitario,
  • la decisión informada de las personas a las que se ofrecen los programas,
  • el acceso equitativo a las actividades preventivas, 
  • el acceso al tratamiento de los problemas de salud detectados.

Si cuando se detecta que a un paciente se le han prescrito más medicamentos de los convenientes está indicada la deprescripción, cuando se están realizando más actividades preventivas de las convenientes procede reajustarlas mediante la deprevención.

Definimos la deprevención como un proceso de revisión del uso de actividades preventivas innecesarias o inapropiadas para una persona o una población. Tras evaluar la relación daño/beneficio de cada actividad y su papel, coherencia y oportunidad para esa persona o población, en un contexto y momento determinado, se puede considerar su mantenimiento, su suspensión o su modificación, ajustando su intensidad o frecuencia. 

El objetivo es reducir daños evitables y evitar actuaciones innecesarias que consumen recursos limitados. Es una toma de decisiones informada y compartida para adecuar el uso de las actividades preventivas, que busca mejorar la salud y la calidad de vida de las personas, reducir la sobrecarga de trabajo de los profesionales y mejorar la eficiencia del sistema.

En una entrevista reciente, Iona Heath, referente en medicina de familia, comentaba el artículo que ya reseñamos sobre el impacto del creciente número de actividades preventivas en la atención a los enfermos. Entre otras interesantes declaraciones hacía esta advertencia:“La atención primaria ha empezado a asustar a los sanos y a descuidar a los enfermos”.

Los responsables de las campañas y programas de prevención deben usar la ciencia y la prudencia para seleccionar qué actividades se programan y quién las realiza. Los responsables de la atención primaria deben encontrar un equilibrio entre los recursos que se dedican a la prevención y a la atención.

Los médicos de familia debemos recuperar y armonizar las funciones que nos son propias, sin renunciar a la prevención, pero practicándola de manera eficiente, integrada en su práctica clínica: no como tareas impuestas a justificar en la burocracia,sino como parte de la relación terapéutica que profesional y paciente construyen en su relación longitudinal, a lo largo de la vida.

Necesitamos una prevención basada en la evidencia y en la prudencia.


+ info:
Palacio Lapuente J. No hacer para poder hacer: sensatez en las políticas, la gestión y la práctica. Atención Primaria, 2023; 55(7), 102646. https://doi.org/10.1016/j.aprim.2023.102646.
Rosa María Añel Rodríguez, María Pilar Astier Peña, Txema Coll Benejam, ¿Por qué resulta cada vez más complicado “hacer lo que hay que hacer” y “dejar de hacer lo que no hay que hacer”? Estrategias para revertir las prácticas de bajo valor, Atención Primaria, 2023; 55(7), 102630, https://doi.org/10.1016/j.aprim.2023.102630.
"Necesitamos un mayor compromiso con la continuidad de la atención y priorizar a los enfermos por encima de los sanos". Entrevista a Iona Heath. [Internet] salud 2000 (FASDP) nº 166  [marzo de 2025; consultado 18 de abril de 2025]. Disponible en: https://fadsp.es/wp-content/uploads/2025/04/SALUD2000_166_4.Entrevista-Iona-Heath.pdf 

Ver en este blog: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Cuando la prevención se convierte en un problema: una mirada crítica desde la atención primaria. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de marzo de 2025; consultado 30 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/03/cuando-la-prevencion-se-convierte-en-un.html
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP. Prácticas de bajo valor: dificultades para su desimplementación. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de octubre de 2022; consultado 30 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/10/practicas-de-bajo-valor-dificultades.html

Publicado por Jesús Palacio y Rosa Añel. Diseño de la infografía: Txema Coll

Cómo citar este artículo: 
Palacio Lapuente J, Añel Rodríguez RM. Prevenciones, las justas: prevención prudente, infra/sobreprevención y deprevención. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [1 de mayo de 2025; consultado 29 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/05/prevenciones-las-justas-prevencion.html


Criterios STOPPCog: medicamentos potencialmente inapropiados en adultos mayores con vulnerabilidad cognitiva

La revista Age and Ageing ha publicado, en su número de febrero de 2025, los resultados de un interesante estudio realizado por investigadores irlandeses, que han desarrollado una herramienta práctica para identificar y deprescribir medicamentos potencialmente inapropiados en pacientes con vulnerabilidad cognitiva. 

El articulo, titulado "Deprescripción en personas mayores cognitivamente vulnerables: desarrollo y validación de los criterios STOPPCog", aporta un amplio listado de fármacos que empeoran el estado cognitivo en personas mayores con antecedentes de deterioro cognitivo, demencia manifiesta, delirio actual o episodios previos de delirio.

Los criterios STOPPCog fueron formulados por un panel de expertos —compuesto por geriatras, psiquiatras, médicos generales y farmacéuticos clínicos— en base a su experiencia clínica y a la revisión y evaluación de la literatura existente. A continuación, mediante la metodología de consenso Delphi, los expertos clasificaron su acuerdo con cada criterio en una escala Likert de 5 puntos y proporcionaron comentarios por escrito. Todos los panelistas completaron dos rondas de validación de consenso Delphi. 

De los 25 criterios inicialmente seleccionados, finalmente se validaron 23 y se clasificaron en 6 subgrupos o secciones: 

Sección A: Medicamentos con propiedades anticolinérgicas tomados diariamente.
Sección B: Medicamentos con propiedades sedantes tomados diariamente.
Sección C: Medicamentos que pueden exacerbar los síntomas psicóticos en pacientes con patología de alfa-sinucleína.
Sección D: Medicamentos para el dolor crónico.
Sección E: Medicamentos sin eficacia probada para la demencia.
Sección F: Medicamentos sin beneficio en demencia avanzada.

Para facilitar su uso, los autores proporcionan una tabla adicional con ejemplos de medicamentos relacionados con cada uno de los criterios StoppCog. Cabe destacar que, en el cuarto subgrupo de la sección F, se encuentran medicamentos tan ampliamente utilizados como estatinas, agentes antiplaquetarios, anticoagulantes, antihipertensivos y bifosfonatos.

A continuación presentamos el listado de los criterios STOPPCog (tabla 1) con ejemplos de los fármacos correspondientes a cada una de las 6 secciones (tabla 2), traducido al español.

Criterios STOPPCog traducidos al español


STOPPCog aborda el vacío que presentaban herramientas previas, como los criterios Beers y los criterios STOPP/START, al enfocarse específicamente en personas mayores con deterioro cognitivo, demencia o episodios previos de delirio. Se trata de una herramienta aplicable en el manejo apropiado de la medicación en este grupo específico de pacientes, que con frecuencia son visitados en atención primaria. 


+ info: 
McGettigan S, Curtin D, O’Mahony D. Deprescribing in cognitively vulnerable older people: development and validation of STOPPCog criteria. Age and Ageing. 2025; 54 (2): afaf014.
"Towards better patient care: drugs to avoid in 2025". Prescrire Int. 2025; 34(267): 52-1 -52-11.
2023 American Geriatrics Society Beers Criteria® Update Expert Panel. American Geriatrics Society 2023 updated AGS Beers Criteria® for potentially inappropriate medication use in older adultsJ Am Geriatr Soc. 2023 Jul;71(7):2052-2081. 
O'Mahony D, Cherubini A, Guiteras AR, Denkinger M, Beuscart JB, Onder G et al. STOPP/START criteria for potentially inappropriate prescribing in older people: version 3. Eur Geriatr Med 2023: 1-8. 

Ver en este blog:
Añel Rodríguez, RM. Actualización de los criterios STOPP/START, versión 3. Reseña y traducción al español. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [8 de agosto de 2023; consultado 12 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2023/08/actualizacion-de-los-criterios.html
Añel Rodríguez RM, Torijano Casalengua ML, Palacio Lapuente J. Medicamentos a evitar para una atención más segura: la lista negra de Prescrire 2024. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [14 de febrero de 2024; consultado 12 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2024/02/medicamentos-evitar-para-una-atencion.html

Publicado por Rosa Añel
Como citar esta entrada:
Añel Rodríguez, RM. Criterios STOPPCog: medicamentos potencialmente inapropiados en adultos mayores con vulnerabilidad cognitiva. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [17 de abril de 2025; consultado 17 de abril de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/04/criterios-stoppcog-medicamentos.html 


Seminario web para la preparación del Día Mundial de la Higiene de Manos 2025


El próximo 5 de mayo se celebrará el Día Mundial de la Higiene de Manos 2025. La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve esta campaña desde hace 17 años. 

La campaña de este año se enfoca en el uso de guantes, más concretamente en su uso adecuado en el contexto de la higiene de manos. Independientemente de que se utilicen guantes o no, la higiene de las manos —realizada en el momento oportuno y de la forma adecuada— sigue siendo una de las medidas más importantes para proteger a pacientes y profesionales frente a las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria. De ahí la importancia de promover su inclusión en las estrategias nacionales de prevención y control de infecciones.

La OMS ha organizado un seminario web de preparación del Día Mundial de la Higiene de Manos 2025, con un programa de una hora de duración y de inscripción gratuita. 
El seminario, que tendrá lugar el 8 de abril a las 13:30 CET, tiene como objetivos los siguientes:
  1. Educar sobre las prácticas óptimas de higiene de manos, utilizando la técnica apropiada y de acuerdo con los 5 momentos de la OMS, junto con los momentos para el uso apropiado de guantes durante la asistencia sanitaria.
  2. Demostrar cómo maximizar el uso de los recursos preparados para la celebración del Día Mundial de la Higiene de Manos 2025.
  3. Describir el impacto ambiental y climático de los guantes en la generación y gestión de residuos, especialmente cuando se utilizan de forma inadecuada.
  4. Estimular las actividades del Día Mundial de la Salud 2025 en el período previo al 5 de mayo de 2025.
Os animamos a inscribiros y participar en esta actividad de sensibilización y preparación dirigida a preparar la celebración del Día Mundial de la Higiene de Manos 2025.

Publicado por Sano y salvo


Cuando la prevención se convierte en un problema: una mirada crítica desde la atención primaria

En medicina la prevención es fundamental pero ¿y si la estuviéramos llevando demasiado lejos? 
Con el título Sacrificar la atención al paciente en aras de la prevención: distorsión del papel de la medicina general, un reciente artículo publicado en BMJ señala las causas y consecuencias de la expansión incontrolada de la medicina preventiva en atención primaria. El artículo muestra, a través de diversos ejemplos, el impacto limitado de las actividades preventivas realizadas en atención primaria en comparación con la implementación de políticas públicas para abordar los determinantes socioeconómicos de la salud.
Un estudio previo que cuantificaba el tiempo necesario para prestar atención primaria, tanto preventiva como a enfermedades crónicas y agudas, encontró que los médicos de familia necesitarían unas 27 horas al día para seguir las recomendaciones de las guías de práctica clínica. Como se muestra en la infografía, más del 50% de este tiempo estaría dedicado a realizar actividades preventivas.

Las autoras del antes citado artículo de BMJ apuntan que "los servicios preventivos solo se suman, nunca se restan", en referencia a que las nuevas actividades se van añadiendo sin eliminar o revertir ninguna de las implantadas, por lo que se acumulan. Señalan que en los últimos 50 años se ha producido una expansión injustificada de las actividades preventivas en atención primaria, que ha mermado el tiempo y la capacidad para atender a los pacientes sintomáticos.
La ampliación de la medicina preventiva a poblaciones asintomáticas y de bajo riesgo también causa que muchas de estas intervenciones tengan un impacto marginal en la reducción de enfermedades graves y de la mortalidad. 
Además, la sobrecarga de trabajo derivada de la hipertrofia de las actividades preventivas provoca desgaste o burnout entre los profesionales de atención primaria, disminuye la calidad de la asistencia y reduce la accesibilidad a la atención médica para quienes más lo necesitan, lo que desestabiliza el sistema de salud.
Para tratar de frenar todos estos problemas, las autoras señalan algunas propuestas de mejora, entre las que cabe destacar las siguientes:
  • Realizar una evaluación crítica del impacto real de las medidas preventivas en la salud.
  • Identificar y considerar el coste de oportunidad (lo que podría hacerse con los recursos utilizados) que tiene en atención primaria cada nueva actividad de prevención o la ampliación de la población objetivo.
  • Rediseñar las guías clínicas considerando el tiempo necesario para cumplirlas.
  • Enfocar la atención primaria en los pacientes sintomáticos y en los que tienen enfermedades crónicas.

Las autoras concluyen que, para evitar el colapso de la atención primaria, es necesario devolver muchas de las tareas preventivas al campo de acción de la salud pública y permitir que los médicos de familia se enfoquen en su principal función: atender a las personas enfermas. Estas conclusiones habría que matizarlas: a ello y a proponer algunos enfoques para manejar el problema en la práctica dedicaremos el resto de esta y otra posterior entrada.

Como hemos señalado reiteradamente en este blog, en el ámbito sanitario ninguna intervención está libre de riesgos, por lo que todas ellas —sean preventivas, diagnósticas, terapéuticas o de seguimiento— deberían someterse a un estudio de su balance daño/beneficio, a la luz de la mejor evidencia disponible. Además, quienes elaboran las guías de práctica clínica deberían estar libres de conflictos de intereses, y los profesionales sanitarios que las aplican habrían de disponer del tiempo necesario para poder hacerlo de forma segura y adecuada a la situación particular de cada paciente.

Hacer más no siempre es mejor, y prevenir no siempre es mejor que curar. Necesitamos nuevos aforismos para nuevos paradigmas. Como en la prescripción prudente, para la prevención prudente podemos decir que "actividades preventivas, las justas".

Si a los excesos en el tratamiento farmacológico les llamamos sobremedicación, a los excesos en las actividades preventivas podemos llamarles sobreprevención. Si cuando se detecta que a un paciente se le han prescrito más medicamentos de los convenientes está indicada la deprescripción, cuando se están realizando más actividades preventivas de las convenientes procede reajustarlas mediante la deprevención. Estos conceptos y su aplicación en la práctica los desarrollaremos en una posterior entrada en este blog.

La sobrecarga de trabajo, por este y otros problemas, puede llevar a los médicos de familia a pensar que la solución a su falta de tiempo pasa por centrarse exclusivamente en la atención a las enfermedades, abandonando totalmente las demás actividades como las preventivas, comunitarias, docentes o de investigación propias de su especialidad.

Que la sobreprevención impuesta por norma y la burocracia asociada están quemando a los médicos de familia es un hecho. Pero también hay que tener en cuenta el impacto negativo que tendría en ellos hacerles volver a la forma de trabajar de los antiguos ambulatorios, centrándose exclusivamente en la atención a enfermedades y sin poder hacer otras actividades que se han demostrado beneficiosas, sean preventivas o de otros tipos. Cuando los profesionales no pueden realizar su labor de forma correcta, porque se interponen factores que obstaculizan el adecuado desempeño, también sufren estrés. Sucedió, por ejemplo, al inicio de la pandemia por COVID-19: el estrés moral afectó duramente a los profesionales de atención primaria, que de la noche a la mañana tuvieron que dejar de hacer muchas de las actividades que les son propias, con resultados perjudiciales para los pacientes afectados y para el conjunto del sistema sanitario.

No se trata de dejar de realizar todas las intervenciones preventivas y trasladar el problema sin más al campo de la salud pública. Se trata más bien de adecuar su uso: evaluar la situación de cada paciente en cada situación y aplicar las actividades preventivas que este necesita en el momento oportuno, aquellas que le van a aportar más beneficios que daños y cuyo coste de oportunidad sea positivo. Es decir, que los resultados obtenidos de su aplicación sean mejores que si se hubieran dedicado los mismos recursos, incluido el tiempo de atención, a realizar otra intervención. 

Renunciar a otras actividades, preventivas incluidas, y centrarse en la atención basada en los síntomas, y no en los riesgos, significaría un retroceso en las competencias y capacidades de la Medicina Familiar y Comunitaria. Significaría volver al ejercicio de una práctica clínica exclusivamente reactiva. Supondría una renuncia a la esencia de la práctica generalista y al valor del conocimiento acumulado, el que se deriva de la suma de las diferentes visitas del paciente a lo largo de su vida, por diferentes motivos y no solo cuando está enfermo. Un conocimiento que permite al médico de familia hacer "un traje a medida" para cada paciente, saber qué hacer y cuándo es el momento para hacerlo, tanto en lo que concierne al diagnóstico y el tratamiento de enfermedades como en lo relativo a las actividades de promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.

El poder de la longitudinalidad radica precisamente en la capacidad de adecuar las intervenciones a las necesidades de cada paciente, pero no solo de forma reactiva sino también proactiva, lo que incluye realizar actividades preventivas cuando son oportunas. El conocimiento del paciente, de sus antecedentes, de sus determinantes socioeconómicos, de su contexto familiar, de su situación vital, es lo que permite a los médicos de familia tomar las mejores decisiones sobre qué es lo que verdaderamente aporta valor a cada paciente en cada momento, así como sobre lo contrario: qué intervenciones es mejor no hacer o dejar para otra ocasión.

La solución al problema de la sobreutilización de actividades preventivas no es derivar su realización a otro nivel, sino garantizar que se hagan las que hay que hacer a quien hay que hacérselas. Se trata de, en base a la mejor evidencia disponible sobre la utilidad de las diferentes actuaciones preventivas, seleccionarlas y definir la población diana que realmente se beneficia de cada una de ellas.

Algunos estudios sugieren que el aumento de la incidencia de determinados tipos de cáncer se debe principalmente a su sobrediagnóstico por la implantación de programas inadecuados de cribado y de detección precoz. En estos casos, el aumento en las tasas de detección no se correlaciona con un aumento en las tasas de supervivencia, pero sí de los daños asociados al intervencionismo. 

En el caso de las intervenciones preventivas que resulten infructuosas o contraproducentes, y cuando se demuestre que los programas de prevención están mal diseñados —ya sea porque atenten contra la equidad, porque no obtengan los beneficios esperados, porque produzcan más daños que beneficios o porque respondan más a otros intereses que a las necesidades reales de los pacientes—, lo que habrá que hacer no es traspasar la responsabilidad de su aplicación a otros, sino dejar de aplicarlos.

También urge estudiar el impacto conjunto de todas las actividades preventivas que se han ido sumando sin valorar sus efectos aditivos, tanto en la salud de las personas como en el sistema sanitario.

La situación actual de proliferación incontrolada de actividades preventivas es insostenible. En la práctica, es además inviable. Ha aumentado la sobrecarga de los médicos de familia y de otros profesionales, sobrecarga que tiene efectos perniciosos sobre la calidad asistencial y la seguridad, tanto de los clínicos como de los pacientes.

Autoridades, profesionales y pacientes deben participar en el replanteamiento de qué hacer en prevención y cómo hacerlo de manera coherente, justa y sostenible. En el caso de la atención primaria, habrá que reajustar el trabajo conjunto entre miembros de los equipos de los centros de salud y con los servicios sociales y de salud pública, para llevar de una manera proactiva las acciones más eficaces a las personas que más las necesitan. 


+ info:
Bartolomé Moreno C. et al. Recomendaciones de prevención del cáncer. Actualización 2024. Aten Primaria. 2024;56 Supl 1:103128

Ver en este blog: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Dediagnosticar: otro aspecto esencial para la seguridad del paciente. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [1 de noviembre de 2023; consultado 3 de marzo de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2023/11/dediagnosticar-otro-aspecto-esencial.html
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP. Prácticas de bajo valor: dificultades para su desimplementación. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de octubre de 2022; consultado 3 de marzo de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/10/practicas-de-bajo-valor-dificultades.html
Ver en el blog "Salud, dinero y atención primaria":  
Simo Miñana, J. Sacrificar la atención al paciente en aras de la prevención: distorsión del papel de la medicina general.  [Internet]. Salud, dinero y atención primaria. Blog de Juan Simó. [26 de enero de 2025; consultado 4 de marzo de 2025]. Disponible en: https://saludineroap.blogspot.com/2025/01/sacrificar-la-atencion-al-paciente-en.html


Cómo citar este artículo: 
Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Cuando la prevención se convierte en un problema: una mirada crítica desde la atención primaria. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de marzo de 2025; consultado 4 de marzo de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/03/cuando-la-prevencion-se-convierte-en-un.html


Pruebas de laboratorio y seguridad del paciente en atención primaria


La revista Actualización en Medicina de Familia (AMF), de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), ha publicado el número especial "Una mirada al laboratorio clínico". El artículo que cierra este monográfico, titulado "Pruebas del laboratorio y seguridad del paciente en atención primaria", aborda las causas del uso inadecuado de este tipo de pruebas y las medidas para optimizar su utilización. Su autora, Rosa Añel, integrante del Grupo de Trabajo en Seguridad del Paciente de semFYC, invita a reflexionar sobre la necesidad de adecuar el uso de estas pruebas para evitar que generen más problemas que beneficios al paciente.

Las pruebas de laboratorio constituyen una herramienta esencial para el diagnóstico y el seguimiento de los pacientes en atención primaria. Sin embargo, existen múltiples factores que afectan a su adecuada utilización y comprometen la seguridad del paciente, tanto por exceso como por defecto. 

La solicitud de pruebas de laboratorio, cuando no son necesarias, puede causar eventos adversos evitables. Es el caso de los hallazgos incidentales irrelevantes o de los falsos positivos y negativos, que inducen a los profesionales a errar en la interpretación de los resultados, el enfoque diagnóstico inicial, el manejo y el tratamiento, así como a la generación de cascadas diagnósticas y terapéuticas, que conllevan nuevas pruebas y tratamientos innecesarios. 

En el otro extremo, la no realización de pruebas de laboratorio cuando son necesarias es también un problema significativo para la seguridad del paciente. Generalmente, conlleva retrasos en el proceso diagnóstico y en el inicio del tratamiento necesario. Esto, a su vez, repercute negativamente en la evolución del proceso clínico del paciente y en su pronóstico.

En general, en los sistemas sanitarios de los países desarrollados, el sobreúso de las pruebas de laboratorio es mucho más frecuente que su infrautilización. Aunque, como señala en su artículo Añel, "la preocupación por la adecuación en la solicitud de pruebas de laboratorio excede el aspecto cuantitativo: el asunto no es si se hacen muchas o pocas, sino más bien si se hacen las que hay que hacer, a quien las necesita y en el momento oportuno". Su recomendación para resolver este dilema es acostumbrarnos a hacernos algunas preguntas antes de solicitar los análisis, que también son aplicables a otros procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Se trata de las 9 cuestiones recogidas en la siguiente figura, que reproducimos a un tamaño mayor al que aparece en el artículo de la revista para facilitar su lectura y su uso en la clínica, la docencia y la divulgación:
Cabe señalar que la última pregunta, "¿Qué puede pasar si no se realiza la prueba?", vale tanto para evitar los excesos como los defectos al actuar.

Para finalizar, detallamos los 10 puntos clave con los que la autora introduce el artículo, que constituyen un excelente resumen de los contenidos del mismo y animan a su lectura:

  1. Los análisis de sangre son las pruebas complementarias que generan mayores expectativas, las más demandadas y las más sobrevaloradas en cuanto a su utilidad.
  2. Cuando se utilizan de forma inadecuada, se convierten en prácticas de poco valor y aumentan el riesgo de efectos perjudiciales para el paciente.
  3. El uso excesivo de pruebas diagnósticas incrementa la probabilidad de resultados falsos, de interpretaciones erróneas y de cascadas diagnósticas y terapéuticas.
  4. Los profesionales de Atención Primaria (AP) desempeñan un papel esencial en la reducción de las intervenciones innecesarias, incluyendo el uso inapropiado de pruebas de laboratorio.
  5. El contexto y las condiciones de trabajo deben ser favorables. En AP, la principal herramienta diagnóstica es el tiempo de atención al paciente.
  6. Las pruebas de laboratorio no deben, ni pueden, suplir a la anamnesis y la exploración física, elementos indispensables para un adecuado enfoque diagnóstico.
  7. Optimizar el manejo de la incertidumbre, identificar las situaciones en las que lo mejor es «ver y esperar» y aprovechar las ventajas de la longitudinalidad son aspectos clave para el uso seguro de las pruebas de laboratorio.
  8. El soporte de las guías que faciliten la adecuación de la práctica clínica, en base a la mejor evidencia disponible en cada momento, es otro aspecto esencial.
  9. Las decisiones de gestión que comprometen las cualidades de la AP dificultan su adecuado desempeño y aumentan las intervenciones de poco valor.
  10. Las decisiones organizativas y de gestión, al igual que las decisiones clínicas, deberían basarse en evidencias, no en ocurrencias.

Publicado por Sano y salvo
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Cómo citar esta entrada:
Pruebas de laboratorio y seguridad del paciente en atención primaria. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [14 de enero de 2025; consultado 14 de enero de 2025]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2025/01/pruebas-de-laboratorio-y-seguridad-del.html


18 de noviembre, Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos 2024

 

El 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos 2024. Es una iniciativa impulsada por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) que surgió en 2008 con el objetivo de sensibilizar sobre la amenaza que supone la resistencia a los antibióticos para la salud pública, y fomentar un uso prudente de los mismos en el ámbito de la salud humana, animal y medioambiental.

Desde entonces, cada año, se celebra en toda Europa con campañas nacionales que se despliegan el 18 de noviembre o en torno a esa fecha. La campaña de este año se enfoca en la importancia de la educación y la prevención, por medio del fortalecimiento de la comunicación entre los profesionales de atención primaria, farmacéuticos y pacientes, para garantizar un uso adecuado de los antibióticos. 

En su página web, el ECDC facilita diferentes materiales y herramientas para desarrollar y personalizar la campaña, así como para compartir las acciones realizadas y reforzar su divulgación en redes sociales a nivel mundial con los hashtags #EAAD, #AntimicrobialResistance y #KeepAntibioticsWorking. 

Además, con el objetivo de mantener a los pacientes en el centro del debate, el 18 de noviembre, de 13:00 a 15:30 h. CET, se celebrará un seminario online titulado "La resistencia a los antimicrobianos es invisible, yo no lo soy". Este evento, de acceso gratuito y abierto al público en general, se organizará en dos partes: la primera, a cargo de un panel de expertos, con ponentes de la Comisión Europea, el ECDC, la Agencia Europea de Medicamentos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Organización Mundial de la Salud; y la segunda, con intervenciones del Foro Europeo de Pacientes y Health First Europe. 


En nuestro país, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) coordina y define las líneas de acción del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), cuyo objetivo es reducir la resistencia a los antibióticos. En su página web se puede consultar toda la información sobre la campaña "Antibióticos, protegernos es su trabajo. El tuyo, usarlos bien", así como las diferentes estrategias de vigilancia, control, prevención, investigación, formación y comunicación en las que se está trabajando. También están accesibles los materiales de esta campaña (carteles, cuña de radio y materiales para redes sociales), que se pueden descargar en diferentes idiomas (castellano, catalán, euskera, gallego, valenciano e inglés). 

La Jornada PRAN para el Uso Prudente de los Antibióticos 2024 lleva por título "El PRAN, una década de retos y logros" y tendrá lugar en el Ministerio de Sanidad el lunes 18 de noviembre, de 09:30 a 13:30 h., con posibilidad de asistir de forma presencial u online. Esta jornada conmemorativa del 10º Aniversario del PRAN, se emitirá en directo a través del canal de YouTube de la AEMPS y se centrará en realizar un recorrido desde los orígenes del PRAN y un análisis de la situación actual, desde una perspectiva One Health y teniendo en cuenta la panorámica internacional del proyecto. El evento finalizará con la entrega de la IV Edición de los Premios PRAN.



La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un desafío crítico a nivel muncial. Las infecciones comunes son cada vez más difíciles de tratar, ya que las bacterias que las causan se están haciendo resistentes a los antibióticos de uso habitual por vía oral. Esto se debe, en gran medida, al uso inapropiado de los antibióticos en personas, y también en animales, que permite a las bacterias desarrollar mecanismos de resistencia. Según el ECDC, alrededor de 35.000 personas mueren cada año en Europa debido a infecciones resistentes a los antibióticos. Además, sabemos que las perspectivas de contar con nuevos antibióticos en los próximos años son más bien desalentadoras, por lo que se prevé un panorama de escasez en cuanto a la disponibilidad de tratamientos antibióticos eficaces para combatir las infecciones en un futuro inmediato.

Los profesionales de atención primaria desempeñamos un papel clave en la lucha contra la resistencia antimicrobiana, ya que somos la principal fuente de cuidados y asistencia sanitaria y, la mayoría de las veces, el primer punto de contacto del paciente con el sistema de salud. Nuestra intervención es crucial en la evaluación adecuada de los síntomas y en la indicación y prescripción responsable de los antibióticos. Mediante una correcta identificación y diferenciación del origen de las infecciones (víricas, bacterianas o causadas por otros gérmenes), los médicos de atención primaria podemos evitar prescripciones innecesarias y contribuir a que los antibióticos se utilicen solo cuando son necesarios y efectivos.

Además, los profesionales de atención primaria tenemos la oportunidad de educar y sensibilizar a los pacientes sobre los riesgos asociados a la automedicación, particularmente en el uso adecuado de antibióticos, y sobre la importancia de seguir las indicaciones y completar la pauta de los tratamientos, una vez iniciados. Esta educación ayuda a crear una cultura de responsabilidad en el uso de los antibióticos, empoderando a los pacientes a adoptar comportamientos que contribuyen a la prevención de la resistencias antimicrobianas.

El uso prudente y responsable de los antibióticos es tarea de todos, nos concierne a todos y nos beneficiará a todos. 

+ info: 


Publicado por Pilar Astier y Rosa Añel

Cómo citar esta entrada: 
Astier Peña MP, Añel Rodríguez RM. 18 de noviembre, Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos 2024. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [17 de noviembre de 2024; consultado 17 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2024/11/18-de-noviembre-dia-europeo-para-el-uso.html


Así fue la III Jornada de buenas prácticas asistenciales en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), 6 de noviembre de 2024, Don Benito, Badajoz. Resumen y acceso a los contenidos de las ponencias


El pasado miércoles día 6 de noviembre se celebró en Don Benito, Badajoz, la III Jornada de buenas prácticas asistenciales en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud, bajo el título "Cómo identificar y eliminar las prácticas de bajo valor en Atención Primaria". 

En esta jornada, organizada conjuntamente por el Servicio Extremeño de Salud (SES), la Fundación para la Formación e Investigación de los Profesionales de la Salud de Extremadura (FundeSalud) y el Ministerio de Sanidad, quedó patente el compromiso de los gestores y profesionales de la atención primaria del SES con la calidad de la asistencia sanitaria, y los esfuerzos que están realizando para potenciar las buenas prácticas y eliminar las intervenciones de bajo valor. 

Tras agradecer a todos los implicados el trabajo realizado, D. Francisco Javier Félix, médico de familia y responsable técnico del proyecto, dio paso a la mesa inaugural. D. José Luis Mora, subdirector de Atención Primaria del SES; D.ª Eulalia Poveda, gerente del área de salud Don Benito - Villanueva de la Serena, y Elisabeth Medina, concejala de Sanidad de Don Benito, a su vez, agradecieron y destacaron la importancia de hacer realidad un año más esta jornada que, con el lema "Juntos, construyendo salud", tiene por objetivo mejorar la calidad de la asistencia sanitaria en el SES. 

A continuación tuvo lugar la primera mesa de divulgación científica, titulada "Recomendaciones sobre prácticas de bajo valor" con los siguientes ponentes e intervenciones (notese que haciendo clic en el título de las ponencias se puede acceder a sus contenidos, disponibles en nuestro canal de SlideShare): 

El contenido de las ponencias presentadas en esta mesa motivó un enriquecedor debate, con la participación activa de los asistentes.

Tras un breve descanso se desarrolló la segunda mesa, moderada por D. Manuel Moreno, Director Médico y D.ª Pilar Carmona, Directora de Enfermería del Área de Salud Don Benito - Villanueva de la Serena. Esta mesa estuvo dedicada a la explicación del origen y de la evolución del proyecto en Extremadura, con las siguientes intervenciones:

Tras las dos mesas de debate y divulgación científica se realizaron, de forma síncrona, un taller general sobre estrategias para revertir las prácticas de bajo valor, a cargo de D. Txema Coll, médico de familia y técnico de la Unidad de Calidad y Seguridad del Paciente del Área de Salud de Menorca, y seis talleres específicos, enfocados a identificar y revertir las prácticas de bajo valor en las siguientes áreas asistenciales:

Estos seis grupos de trabajo, de carácter multidisciplinar, han elaborado 62 nuevas recomendaciones de buenas prácticas —tanto en el sentido de "No Hacer" como en el sentido de "Hacer"— con el objetivo general de mejorar la calidad de la atención sanitaria que reciben los pacientes en la Atención Primaria, y con los siguientes objetivos específicos:

  • Evitar la yatrogenia secundaria a intervenciones innecesarias.
  • Disminuir la variabilidad injustificada en la práctica clínica.
  • Difundir entre la población general la utilización adecuada de recursos, y entre los profesionales, las buenas prácticas asistenciales.
  • Liberar tiempo para que los profesionales puedan realizar mejor sus funciones, sustituyendo las intervenciones de escaso valor por las basadas en la mejor evidencia científica disponible.

Próximamente el comité científico-asesor del proyecto, formado por las sociedades científicas de atención primaria de la comunidad (de medicina, semFYC, SEMERGEN y SEMG; de enfermería, SEFYCEX y AEC; de farmacia, SEFAP y de pediatría, SPAPEX) y la oficina de evaluación de medicamentos del SES (EvalMed) realizará una última revisión de estas 62 nuevas recomendaciones para incorporarlas de forma definitiva al documento "Nuevas recomendaciones de buenas prácticas para atención primaria" de la Dirección General de Asistencia Sanitaria del SES. Se sumarán así a las 25 buenas prácticas seleccionadas, a partir de las recomendaciones propuestas por el Ministerio, que ya han sido adoptadas y divulgadas para su implementación en la atención primaria del SES, y que se pueden consultar en el siguiente documento:
  

Documento de consulta de las 25 recomendaciones de buenas prácticas priorizadas en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud, noviembre 2023


En el acto de clausura, D. José Luis Mora se encargó de exponer las conclusiones de la jornada y de exhortar a los gestores a hacer todo lo posible para allanar el camino a los profesionales asistenciales, para facilitarles "hacer lo que hay que hacer, y dejar de hacer lo que no hay que hacer". 

Con este proyecto, iniciado en 2022, el SES ha dado un paso al frente en la desimplementación de las prácticas de bajo valor en el primer nivel asistencial. Se convierte así en otro referente en el desarrollo y promoción de recomendaciones "No Hacer" en el ámbito de la atención primaria en España, junto a Cataluña, con el proyecto Essencial, liderado por la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS), y a Castilla y León, con el proyecto No Hacer de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León (Sacyl).

+ info:
Palacio Lapuente J. No hacer para poder hacer: sensatez en las políticas, la gestión y la práctica, Aten Primaria. 2023 May 9;55(7):102646. doi: 10.1016/j.aprim.2023.102646.
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP, Coll Benejam T. ¿Por qué resulta cada vez más complicado “hacer lo que hay que hacer” y “dejar de hacer lo que no hay que hacer”? Estrategias para revertir las prácticas de bajo valor. Aten Primaria. 2023 Apr 27;55(7):102630. doi: 10.1016/j.aprim.2023.102630. 
Ver en este blog
"Si NO es necesario puede HACER daño". Proyecto desarrollado por la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [15 de diciembre de 2022; consultado 15 de diciembre de 2022]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/12/si-no-es-necesario-puede-hacer-dano.html 
Añel Rodríguez RM, Astier Peña MP. Prácticas de bajo valor: dificultades para su desimplementación. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [4 de octubre de 2022; consultado 4 de octubre de 2022]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/10/practicas-de-bajo-valor-dificultades.html

Publicado por Sano y salvo
Cómo citar esta entrada:
Así fue la III Jornada de buenas prácticas asistenciales en la Atención Primaria del Servicio Extremeño de Salud (SES), 6 de noviembre de 2024, Don Benito, Badajoz. Resumen y acceso a los contenidos de las ponencias. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [12 de noviembre de 2024; consultado 12 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2024/11/asi-fue-la-iii-jornada-de-buenas.html