Prácticas seguras con compasión en las residencias de ancianos que posibilitan un contacto seguro siempre: 40 segundos de compasión pueden salvar una vida. 40 semanas sin un abrazo pueden romper un corazón

Con los lemas mencionados en el título Jules Storr, experta en calidad y seguridad del paciente, recordaba el pasado 23 de diciembre en su cuenta de Twitter un artículo publicado en Nursing Times con el título "Carta abierta: La prevención y el control de infecciones nunca deben hacerse a expensas de la atención compasiva". Sus 35 firmantes, entre ellos expertos en prevención y control de infecciones, mostraban su preocupación por el impacto en la salud y la calidad de vida de los residentes de las restricciones al contacto con sus seres queridos, en las residencias y centros sociosanitarios del Reino Unido.

La carta abierta destaca cómo la prevención y el control de la infección debería ser un facilitador y no una barrera para la interacción, incluyendo el contacto físico, en estos centros residenciales y asistenciales, y explica cómo hacerlo con seguridad.

Llaman la atención los firmantes sobre lo siguiente: 

1. Las “reglas” de prevención y control de infecciones no impiden ni deben evitar que los familiares y amigos cercanos de los residentes entren en un centro sociosanitario, incluso durante el confinamiento. El uso de la prevención y el control de infecciones como justificación para prohibir la entrada segura a los centros es una mala interpretación, e incluso un abuso en ocasiones, de los principios de prevención y control de infecciones.

2. En su lugar, la prevención y el control de infecciones deben utilizarse como un facilitador y un respaldo de la entrada segura a estos centros. Las mascarillas, la higiene de las manos, el uso adecuado de otros equipos de protección personal y la higiene del entorno son medidas que, correctamente aplicadas, pueden proteger a los residentes vulnerables.

3. Cuanto más se prolongue la situación actual, más probabilidades hay de que estas prácticas de restricción del contacto se vuelvan rutinarias y su eliminación podría acabar siendo un problema en el futuro. Por ejemplo, algunos centros están considerando la instalación de calefactores exteriores, para apoyar las "visitas" al aire libre de las familias en invierno, y el uso de la tecnología de videollamadas se está convirtiendo en una "norma" inaceptable. Ésta no es la respuesta: estos son los hogares de las personas, a menudo en las últimas etapas de sus vidas.

4. La prevención y el control de infecciones y la atención compasiva no se excluyen mutuamente. Las restricciones o prohibiciones deben levantarse, y no solo cuando el final de la vida es inminente. Los familiares también brindan atención (no remunerada) y, por lo tanto, todas las recomendaciones de prevención y control de infecciones para los cuidadores remunerados pueden aplicarse a ellos.

5. En resumen, la prevención y el control de infecciones deben aplicarse como un refuerzo para beneficiar a los residentes.

La carta abierta presenta acciones dirigidas a gestores de residencias y centros sociosanitarios, gobiernos y autoridades locales, profesionales de prevención y control de infecciones, líderes sanitarios, familias y organizadores de campañas. Son acciones en contra de las restricciones y prohibiciones de interaccionar y visitar a las personas mayores y a favor del refuerzo de las medidas del control y la prevención de la infección bien entendidas, apoyando los recursos para favorecerlas así como la formación y el refuerzo en las lagunas de conocimiento, capacitación o comunicación para mejorar el cumplimiento de las prácticas seguras.

En la carta solicitan un cambio urgente de enfoque que coloque a la humanidad, la compasión y las personas en su centro, junto con la prevención y el control de infecciones adecuados.

En esta misma línea, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, alertando de los efectos del aislamiento extremo en las personas mayores, emitió un manifiesto en agosto del 2020. En él se solicitaba a las autoridades sanitarias la búsqueda permanente del difícil equilibrio entre proteger del contagio por coronavirus, los derechos de estas personas y la posibilidad de realizar una vida lo más normal posible.

Otro documento de interés sobre este mismo tema, por la información y los enlaces que contiene, es la "Petición a las Consejerías de Salud y de Derechos Sociales y Bienestar: destinad los recursos necesarios para que las residencias puedan abrir a las visitas de forma segura". Elaborada por la Plataforma por la Salud y la Sanidad Pública de Asturias y suscrita por otras plataformas y asociaciones, fue presentada en el registro del Principado de Asturias el 21 Diciembre de 2020.

Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, identifica la virtud con el hábito de actuar rectamente, de acuerdo con un justo término medio que evite los extremos. Para ello se requiere un cierto tipo de sabiduría práctica a la que Aristóteles llama prudencia, sin la cual nuestra actuación se verá abocada irremisiblemente al exceso o al defecto.

Usemos esa prudencia para favorecer la seguridad de las personas mayores más vulnerables, buscando el equilibrio entre la prevención de contagios de COVID-19 y la prevención de los devastadores efectos psicológicos, cognitivos y en la salud global de los residentes del aislamiento prolongado de sus seres queridos. Evitemos tanto el déficit como el exceso de protección, porque ambos causan daños.

En este blog ya publicamos el pasado mes de mayo, tras la primera ola pandémica en nuestro país, un análisis de lo sucedido y de los riesgos existentes en estas instituciones. Como decíamos entonces, seamos una sociedad que no sólo identifica sus fallos y los pone sobre la mesa, sino que aprende de lo vivido y se pone en marcha  para mejorar la vida de sus ciudadanos.



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