Industria farmaceútica y promoción de medicamentos ¿todo vale?

Los intereses de la industria farmacéutica, los intereses de los servicios sanitarios y los intereses de los pacientes ¿son lo mismo?
Cuesta trabajo contestar afirmativamente a esta pregunta cuando se conocen los documentos que se han hecho públicos en Estados Unidos a partir de las demandas por el uso de gabapentina para indicaciones no aprobadas, y por la seguridad cardiovascular de rofecoxib. La última treta ha sido el invento de una revista supuestamente científica, The Australasian Journal of Bone and Joint Medicine., publicada por Excerpta Medica-Elsevier. The Scientist sacó a la luz los dos primeros artículos de la falsa revista científica.

El pasado 9 de abril The Australian online newspaper of the year ya hablaba de la firma por médicos de estudios para la promoción de la seguridad de Vioxx®, que luego eran publicados como estudios independientes. Es la “autoría invitada”, “autoría de regalo” o “autoría fantasma de la que se habla en este artículo de JAMA . Lo cierto es que la mayoría de publicaciones sobre rofecoxib firmadas por investigadores académicos de prestigio en realidad habían sido realizadas por empleados del laboratorio fabricante del producto o por investigadores de empresas subcontratadas.

En el último número de la Revista de Calidad Asistencial se vuelve a sacar a relucir el asunto de estas tortuosas relaciones entre industria y médicos. Así Moliner et al publican un artículo cuyos resultados son consistentes, aunque con limitaciones, con los de otros estudios: el 92,8% de los médicos afirmó haber recibido algo de la industria en el último año (el 62% inscripción a congresos o viajes, el 60% material de formación continuada).

En los casos descritos con anterioridad, el marketing de la industria farmaceútica se combina con la necesaria complicidad y colaboración de instituciones y profesionales sanitarios. El editorial de Salvador Peiró, también en este número de la revista, describe de forma magnífica la situación que vivimos actualmente. El editorialista opina que hemos de convivir, pero que hay que tener cautela cuando se acepta una manzana si cree que puede estar envenenada. Propone una solución que formula ingeniosamente como "Para estar así, mejor casados". La revista se suma a un debate que está de actualidad en todo el mundo. Hay opiniones diferentes respecto a la mejor salida a la situación actual, inaceptable desde el punto de vista ético, pero también desde el de la seguridad de los pacientes, el uso racional del medicamento y el prestigio de la profesión médica, entre otros.

¿Mejor casados o divorciados? ¿Usted qué cree?

Editado por Marisa Torijano


1 comentarios:

Sano y salvo dijo...

Hemos recibido un comentario a propósito de esta entrada, con un relato en primera persona de las insanas relaciones entre la industria y los médicos. Dado su contenido dejamos aquí constancia de haberlo recibido pero hemos decidido no colgarlo íntegro ya su denuncia es más propia de la Administración de Justicia que de un blog sobre Seguridad del Paciente.
Para acceder a información sobre industria, médicos, administración sanitaria y política recomendamos el blog de Miguel Jara, muy bien documentado, en esta dirección http://migueljara.wordpress.com/ . Recientemente ha colgado una entrada sobre “Pandemias y epidemias de un laboratorio farmacéutico” referido a Mexico y la gripe A que no tiene desperdicio.
En todo caso agradecemos cualquier comentario sobre Seguridad del Paciente.