¿Puede la documentación clínica electrónica ayudar a prevenir errores diagnósticos?

La revista New England Journal of Medicine, en su publicación del 25 de marzo de 2010, nos presenta una reflexión sobre la documentación clínica electrónica y la posibilidad de reducir errores diagnósticos.

Los autores del artículo comentan que los Estados Unidos han invertido más de 50 millones de dólares en tecnologías de la información en salud, con la esperanza de mejorar la calidad en la atención y reducir los costes. Plantean cómo debería ser el diseño para mejorar el flujo de trabajo de los clínicos y la calidad de los cuidados. Aunque la documentación clínica juega un papel fundamental en los registros electrónicos de salud, afirman que ocupa una parte muy importante del tiempo de los médicos y está centrada en requisitos de facturación y legales.

La documentación clínica electrónica ha demostrado disminuir el número de errores relacionados con la medicación, pero otros beneficios están menos claros.

Plantean la posibilidad de que los registros electrónicos disminuyan la eficiencia de los médicos y la duda de que la información escrita no sea mejor que la electrónica basada en cumplimentación de formularios y uso del "copia y pega".

La parte fundamental de la prestación de una asistencia de calidad es realizar un diagnóstico correcto. Proponen para ello una serie de características que deberían reunir los registros electrónicos para facilitar el trabajo de los clínicos y disminuir los errores en el diagnóstico.

Afirman que el diagnóstico se basa en la realización de una buena historia clínica y disponer de los hallazgos de la exploración y otros datos de pruebas complementarias, pero también de la accesibilidad a la información organizada y sistematizada utilizando diferentes filtros. Esto permitiría a los clínicos manejar con agilidad toda la información del paciente.

La historia clínica electrónica debería tener las siguientes características:
  • Facilitar accesibilidad a la información.
  • Registrar y compartir valoraciones del clínico, de otros profesionales e incluso del paciente.
  • Mantener una historia del paciente dinámica.
  • Mantener la lista de problemas actualizada.
  • Trazabilidad de la medicación.
  • Trazabilidad de las pruebas diagnósticas, integradas en el flujo de trabajo del clínico para facilitar el diagnóstico, incluyendo valoraciones basadas en éstas y razonamientos.
  • Garantizar la coordinación y la continuidad asistencial.
  • Posibilitar el seguimiento del paciente.
  • Proporcionar feedback al profesional sobre el resultado de sus decisiones diagnósticas, para el aprendizaje.
  • Proporcionar sistemas de ayuda a la realización del diagnóstico: proporcionar listas de control para evitar la dependencia de la memoria y cuestionarios dirigidos de ayuda al diagnóstico y resolución de problemas.
  • Proporcionar marcadores de posición para la reanudación del trabajo tras interrupciones.
  • Facilitar cálculos de probabilidad para minimizar errores diagnósticos.
  • Facilitar el acceso instantáneo a recursos de conocimiento, desencadenados por palabras claves que conduzcan a guías clínicas y textos de libros relevantes.
  • Ofrecer al clínico una segunda opinión o consulta, informáticamente o a través del teléfono.
  • Mejorar la eficiencia mejorando la comunicación y el aprendizaje de los profesionales.
Los autores proponen un nuevo enfoque, de los diseñadores de sistemas informáticos y de los clínicos, en el trabajo de diseño y desarrollo de registros clínicos electrónicos que faciliten el trabajo de los médicos y contribuyan a reducir los errores relacionados con el diagnóstico.


Publicado por Lola Martín


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