El aprendizaje sincrónico requiere la presencia simultánea de todos los participantes. En esta ocasión el encuentro presencial ha tenido lugar en las instalaciones de la antigua fábrica de Fabra i Coats, en el espacio Josep Bota, que permitió la participación de las 255 personas inscritas al seminario presencial (la posibilidad de inscripción presencial tuvo que cerrarse a las 24 horas de abrir la convocatoria, por exceso de demanda). Ha sido un seminario bilingüe, catalán y castellano, acorde con el lema de los SIAP de que “los idiomas son puentes que nos unen, no barreras que nos separen”.
En las sesiones presenciales los ponentes presentaron su trabajo teniendo en cuenta las aportaciones del debate virtual. La fase presencial de los SIAP es el resultado de la maduración de un largo e intenso proceso virtual previo, el debate asincrónico. El conocimiento colectivo que se genera se resume en una publicación tras el SIAP, al tiempo que se difunden públicamente los textos de las ponencias presentadas. También se hacen públicas “las cuentas”: los ingresos y gastos, habitualmente mínimos pues cada cual (ponentes, asistentes y organizadores) cubre su propio dispendio. Así mismo, se facilita la participación general con el lema de “todos tenemos algo que enseñar y mucho que aprender”, creando un ambiente amable y sereno, que pretende romper la brecha de género en la participación.
La línea de debate titulada “Las artes y la medicina. El caso del fundamento de la atención primaria” obtuvo la máxima participación en el debate virtual, con 73 intervenciones por correo electrónico, en las que se ha incluido cine, diseño, escultura, fotografía, grafitis, música, novela, pintura, poesía, vídeos, teatro y otras expresiones artísticas. En el encuentro presencial también hubo tiempo para el teatro, la poesía, la pintura, el canto y el folclore, lo que demuestra que, definitivamente, los profesionales sanitarios que participan en los SIAP combinan a la perfección ciencia con “humanidades”.
Es longitudinalidad la relación que se establece a largo plazo entre el médico general/de familia y sus pacientes. Se define como: a) la atención por el mismo médico a lo largo de la vida de la mayoría de los problemas de salud del paciente y b) el reconocimiento de la población y de los pacientes de una fuente de cuidados con la cual se cuenta para el contacto inicial y para el seguimiento de los problemas. La longitudinalidad es, pues, una relación “de doble vínculo”.
Para su consecución requiere la presencia, con afán de persistencia, de un médico que
- Oferte servicios muy variados apropiados a los problemas de los pacientes, familias y comunidad: lo que llamamos polivalencia e integralidad.
- Sea accesible y utilizado como primer contacto (lo que evita las consultas innecesarias con especialistas focales y urgencias).
- Coordine los cuidados necesarios de los especialistas focales; dichos especialistas, incluyendo pediatras, deberían actuar como “consultores”, delegando las decisiones finales a los médicos de cabecera.
Se puede incrementar la longitudinalidad mediante los siguientes mecanismos:
- Evitando la precariedad laboral.
- Manteniendo el monopolio del primer contacto (la consulta con especialistas focales debe depender de la derivación realizada por el médico de cabecera, excepto en emergencias).
- Mejorando el control de la incertidumbre y del tiempo en las consultas.
- Teniendo en el centro de salud un compañero “espejo", es decir, formando una “pareja” que se cubre entre sí para ausencias cortas.
- Eliminando las consultas “monográficas” de los médicos de cabecera, tales como deshabituación tabáquica, cirugía menor, diabetes, epilepsia, etc.
- Rechazando “el trabajo a turnos”: días de urgencias, domicilios, “lunes”, etc.
- Fomentando una constante y variada formación continuada.
- Introduciendo incentivos que fomenten la permanencia en el mismo puesto de trabajo.
- Promoviendo la investigación sobre la longitudinalidad, como por ejemplo, sobre sus beneficios en otros profesionales, su impacto en la equidad y en la prevalencia de eventos adversos, etc.
- No dar importancia al establecimiento de lazos y vínculos a largo plazo (en ningún ámbito de la vida).
- El brillo de la tecnología de hospitales y especialistas focales.
- El deseo de inmediatez en la atención clínica.
- Las formas de contrato laboral que “deshumanizan” el trabajo y el disfrute del mismo, donde el trabajo se convierte en un mero “hacer” en el que no se valora el arte del oficio ni el placer de hacer las cosas bien.
En cuanto a la paradoja de la atención primaria, hay múltiples estudios de comparación entre médicos generalistas y médicos especialistas focales. Estos suelen hacerlo mejor en el ámbito concreto de su especialidad, aunque no siempre, mientras que los generalistas consiguen un mejor resultado global de la atención al paciente, al concentrarse en las “circunstancias” (el sufrimiento en su contexto) y no en cada enfermedad una a una (el sufrimiento en la biología).
Todos estos contenidos y muchos otros surgidos entre los ponentes y participantes durante los debates virtual y presencial, en torno a las 20 propuestas temáticas planteadas, se plasmarán en un documento que se hará público.
Gervás J, Pérez-Fernández M. ¿Atención Primaria? ¡Cuanta más, mejor! Seminario de Innovación en Atención Primaria (SIAP) 2024, Barcelona. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [27 de febrero de 2024; consultado 27 de febrero de 2024]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2024/02/atencion-primaria-cuanta-mas-mejor.html