Evaluación de la seguridad de la prescripción relacionada con la salud mental en atención primaria

Los medicamentos para reducir los síntomas son el principal tratamiento en pacientes con enfermedad mental grave. Estos pacientes reciben pautas complejas y precisan de un seguimiento estrecho y coordinado entre los diferentes profesionales que participan en su atención. 

Las personas con enfermedad mental presentan problemas físicos de salud, tanto asociados al estilo de vida y la provisión desigual de la atención médica (a pesar de tener una mayor necesidad), como inducidos por la propia medicación o derivados del déficit de monitorización y ajuste del tratamiento a lo largo del tiempo. Los efectos secundarios de la medicación derivan con frecuencia en cascadas de prescripción y en problemas de salud física adicionales. Se genera así un círculo vicioso que desemboca en regímenes terapéuticos cada vez más complejos y difíciles de manejar, tanto para los pacientes como para los profesionales, y aumenta el riesgo de eventos adversos relacionados con la medicación.

La revista BMJ Quality & Safety ha publicado un estudio que evalúa la seguridad de las prescripciones en personas con enfermedad mental en atención primaria, realizado en Reino Unido. Se trata del primer estudio que evalúa específicamente la seguridad de la medicación relacionada con la salud mental desarrollado en el ámbito de atención primaria, utilizando un conjunto adaptado de indicadores. En un estudio Delphi previo, los autores seleccionaron 22 indicadores —elaborados por un panel de expertos en salud mental— para evaluar la seguridad y el seguimiento del tratamiento en pacientes con enfermedad mental grave (psicosis y trastorno bipolar), depresión, ansiedad, insomnio y demencia. De los 22 indicadores, 16 informan sobre una prescripción potencialmente peligrosa y los otros 4 de un seguimiento inadecuado. 

Se diseñó un estudio transversal mediante auditoría de la atención prestada durante un periodo de 12 meses (entre el 1 de octubre de 2018 y el 30 de septiembre de 2019) a una muestra representativa de la población de Reino Unido, utilizando una base de datos de atención primaria con historias clínicas electrónicas anonimizadas. Se extrajeron los datos de todos los pacientes con potencial para informar de cada indicador y se analizaron en función del diagnóstico, la medicación, la edad y el sexo. 

Se incluyeron 361 centros de atención primaria con algo más de 3 millones de pacientes y se vio que el 54%  de los pacientes estaban en riesgo de desencadenar alguno de los 22 indicadores: el 9,4% por al menos una prescripción potencialmente peligrosa y el 90,2% por al menos un episodio de monitorización inadecuada. 

El riesgo de recibir prescripciones potencialmente peligrosas relacionadas con la salud mental aumentó con la edad y con el número de prescripciones (riesgo 30 veces mayor en pacientes con más de 10 prescripciones en comparación con pacientes con 1 o ninguna prescripción), mientras que el riesgo de seguimiento inadecuado fue menor en los mayores de 74 años y en pacientes con más de 10 medicamentos. Las mujeres y los pacientes de las localidades más desfavorecidas tenían mayor riesgo de recibir prescripciones peligrosas y un deficiente seguimiento del tratamiento. Otro hallazgo del estudio fue la amplia variabilidad de la práctica clínica y, por tanto, de la prescripción potencialmente peligrosa relacionada con la salud mental en atención primaria, observada sobre todo en los indicadores que informan de la prescripción de benzodiacepinas y fármacos Z, y en los que informan del seguimiento de la salud física de los pacientes en tratamiento con antipsicóticos. 

En la siguiente figura mostramos la lista de los 22 indicadores, una valiosa guía para evaluar la seguridad de la medicación relacionada con la salud mental, traducida al español


(Clic sobre la imagen para ampliarla)

Un alto porcentaje de consultas de atención primaria implican problemas de salud mental y muchos de los pacientes que están en tratamiento y seguimiento por psiquiatría consultan también en el primer nivel asistencial. Es necesario revisar los tratamientos con mayor frecuencia y ser proactivos en la valoración integral de las necesidades de las personas con enfermedad mental. El seguimiento y evaluación periódica de los pacientes con enfermedad mental debe incluir: 

  • la monitorización de los efectos del tratamiento,
  • la prevención, detección y abordaje precoz de los problemas físicos,
  • la adecuación de la prescripción y, en caso necesario, modificación o deprescripción.
  • la coordinación con otros niveles asistenciales para adecuar el tratamiento, en función del estado y las necesidades del paciente en cada momento y a lo largo del tiempo, manteniendo la continuidad asistencial y potenciando la longitudinalidad, 
  • y la detección de eventos adversos, efectos secundarios y otros problemas relacionados con la medicación.

Múltiples factores incrementan el riesgo de eventos adversos relacionados con la medicación en los pacientes con enfermedad mental grave. Desde la polifarmacia hasta las dificultades de coordinación de la atención entre los diferentes niveles de atención (y en asociación con los pacientes, familiares y personas cuidadoras), pasando por la desigual percepción o conciencia de enfermedad de los propios pacientes. A todos ellos, hay que añadir los efectos secundarios de la medicación. Los fármacos antipsicóticos, por ejemplo, se asocian a mayor riesgo cardiovascular y síndrome metabólico, con intolerancia a la glucosa, aumento de peso y dislipemia. Además, algunos estudios han informado que los pacientes diabéticos con enfermedad mental grave tienen un 50% mas de mortalidad, y mayor riesgo de complicaciones, en comparación con los diabéticos sin enfermedad mental grave. En personas de edad avanzada con enfermedad mental grave son más frecuentes el cansancio, la boca seca, la obesidad y la inactividad física, todos ellos potencialmente relacionados con la medicación. La sedación y los efectos anticolinérgicos asociados a algunos antipsicóticos, antidepresivos y benzodiacepinas pueden causar deterioro cognitivo. Y así una larga lista de problemas que se añaden a la enfermedad de base y que ponen de relieve la necesidad de revisar y optimizar el tratamiento farmacológico en pacientes con enfermedad mental. 

El papel de los profesionales de atención primaria es clave para brindar una atención de calidad a las personas con problemas de salud mental, optimizar la medicación, y detectar y tratar los problemas de salud física. Los indicadores de seguridad de la prescripción descritos en este estudio nos pueden ayudar a evaluar la seguridad de la prescripción, identificar a los pacientes con alto riesgo de sufrir daños relacionados con los medicamentos y actuar para evitarlos. 

Cada vez se aboga más por la autonomía del paciente. Pero el camino hacia la autonomía está lleno de obstáculos y prejuicios para los pacientes con enfermedad mental grave que, junto a sus familiares y personas cuidadoras, demandan cada vez más cuidados y atención en el domicilio y en centros residenciales sociosanitarios. Si la atención se desplaza del ámbito hospitalario al ámbito comunitario, la seguridad de la asistencia ha de evolucionar también en este sentido, teniendo en cuenta el difícil equilibrio entre autonomía y seguridad. Los profesionales debemos poner al paciente en el centro, coordinarnos para adaptarnos a sus necesidades, y no al revés. Es necesario que los especialistas de salud mental actúen también fuera del ámbito hospitalario, a través de una colaboración más intensa con los médicos de familia. Hemos de tener en mente la ley de los cuidados inversos y los efectos del propio sistema sanitario como generador de inequidades, para así tratar de revertirlos. Ayudar más a quienes más nos necesitan, a los más desfavorecidos: los pacientes más frágiles y vulnerables. Y, sin duda, las personas con enfermedad mental grave lo son.


Ver en este blog: 

Añel Rodríguez RM, Palacio Lapuente J. Medicamentos para dormir: un arma de doble filo con más riesgos que beneficios, cuyo consumo se ha disparado con la pandemia. Infografía para explicar riesgos en mayores de 60 años y hoja de recomendaciones para pacientes. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [14 may 2021; consultado 3 nov 2022]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2021/05/medicamentos-para-dormir-un-arma-de.html

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Publicado por Rosa María Añel Rodríguez

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Cómo citar esta entrada: 

Añel Rodríguez RM. Evaluación de la seguridad de la prescripción relacionada con la salud mental en atención primaria.[Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [3 nov 2022; consultado 3 nov 2022]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/11/evaluacion-de-la-seguridad-de-la.html 


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimados amigos de Sano y Salvo, gracias por acercarnos otra vez las publicaciones de interés. Quiero resaltar el párrafo que alude al riesgo de recibir prescripciones peligrosas. Los datos que ofrece son demoledores. La figura, como es habitual, está muy bien adaptada, ordenada, limpia y legible. Todo ello a pesar de la gran cantidad de texto que tiene. Puede ser un buen recordatorio "de mano" para la consulta.
Y acabo con el último párrafo en el que plantean de manera muy precisa las dificultades que nos encontramos en el camino de convertir a nuestros pacientes en pacientes empoderados, sí, pero también en informados y juiciosos. Sin olvidar ese mensaje final que subraya nuestra obligación con los más desfavorecidos, vulnerables y frágiles. Un saludo