La revista de Actualización en Medicina de Familia (AMF) ha publicado en su número de septiembre de 2021 el artículo "Renovación automática de prescripciones electrónicas durante la pandemia: nuevos riesgos para la seguridad del paciente". En él se analizan los riesgos asociados a la automatización del procedimiento de renovación de las recetas electrónicas. A través de casos clínicos reales se ilustran diferentes tipos de incidentes derivados de esta forma insegura de renovar la medicación que, unida a otros cambios asistenciales y organizativos realizados durante la pandemia, han comprometido seriamente la seguridad de los pacientes. Tras analizar los diferentes tipos de riesgos, las autoras proponen una serie de medidas —dirigidas a gestores, profesionales y pacientes— para promover que la revisión y renovación de la medicación se lleve a cabo adecuando el tratamiento farmacológico a la situación clínica de cada paciente.
Con la declaración del estado de alarma al inicio de la pandemia por COVID-19, la mayoría de las Comunidades Autónomas (CC. AA.) procedieron a la renovación automática de las prescripciones electrónicas, una medida decidida y ejecutada desde los servicios centrales de las organizaciones sanitarias que supone un cambio sustancial respecto a la revisión clínica de la medicación que habitualmente realiza el médico de familia. En marzo de 2020, con el argumento principal de "garantizar la continuidad de los tratamientos crónicos y reducir las visitas a los centros de salud y a las farmacias", se llevó a cabo la primera renovación automática de todas las prescripciones crónicas que estaban próximas a caducar, e incluso, en algunas CC. AA., de las recientemente caducadas. Al prolongarse la pandemia, se volvieron a prorrogar las prescripciones electrónicas de forma automática, encadenando así varios procedimientos de renovación sin evaluar la situación clínica ni las necesidades terapéuticas de los pacientes.
Cabe destacar que no todas las CC. AA. optaron por esta forma de renovar la medicación "en bloque" y "a ciegas". En seis CC. AA. se decidió promover la revisión y renovación de la medicación vía telefónica, para lo que se adoptaron rápidamente los cambios necesarios para facilitar esta forma de proceder que, al menos, incluye una evaluación básica del estado actual del paciente y de los medicamentos que está tomando, así como otros aspectos fundamentales para el uso seguro de la medicación. En el momento actual sería muy interesante realizar un estudio para evaluar comparativamente los resultados de estas dos estrategias —renovación automática de las prescripciones electrónicas sin ningún tipo de valoración clínica del paciente, y renovación del tratamiento mediante consulta y evaluación telefónica— y determinar qué impacto han tenido en la seguridad del paciente.
Posteriormente a la publicación de este artículo en AMF se presentó en el 66 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria un análisis de las intervenciones farmacéuticas tras la renovación automática de la receta electrónica durante la pandemia en Madrid. Los autores detectaron una media de 5 problemas relacionados con la medicación en los pacientes de alto riesgo a los que se les había renovado automáticamente.
Los problemas relacionados con la medicación son en nuestro ámbito, al igual que en todos los sistemas sanitarios del mundo, la causa más frecuente de eventos adversos relacionados con la asistencia sanitaria, y la mayoría tienen su origen en la prescripción médica inadecuada. La revisión periódica y sistematizada de la medicación supone la principal barrera de seguridad para la detección y resolución de los diferentes tipos de fallos que se pueden producir, por lo que debería fortalecerse lo máximo posible esta forma de proceder, en vez de debilitarla o anularla. El médico de familia valora al paciente de forma integral y longitudinal: es el profesional mejor situado para adecuar el tratamiento a las necesidades cambiantes del paciente y para prevenir, detectar y resolver los problemas relacionados con la medicación.
Llama la atención que la mayoría de los responsables de los servicios autonómicos de salud hayan preferido "descargar a los profesionales de atención primaria" de esta labor fundamental, en vez de preservar la función del médico de familia en la revisión clínica de la medicación, al menos en los pacientes con mayor riesgo de sufrir daños: pacientes pluripatológicos y polimedicados, o pacientes que, sin polimedicación, están tomando algún medicamento de los considerados de alto riesgo. Mientras tanto, no parece haberles importado que gran parte de la jornada laboral del médico de familia haya estado ocupada por todo tipo de tareas de carácter puramente informativo, administrativo o burocrático, muchas de las cuales podían haberse asignado a otras categorías profesionales. Nos referimos por ejemplo a la gestión de bajas y altas laborales de carácter puramente epidemiológico, por necesidad de aislamiento de casos y cuarentena de contactos COVID-19.
Aunque el desarrollo de la receta electrónica ha supuesto un importante avance y aporta múltiples ventajas respecto a la situación previa de prescripción en recetas escritas manualmente, no está libre de riesgos: errores en la dosis, pauta o duración del tratamiento, duplicidades, omisiones, interacciones; medicamentos que el paciente ya no está tomando o no necesita tomar, etc. Todos ellos son problemas que se agravan por la ausencia de control clínico y seguimiento periódico de las prescripciones repetidas.
Renovar la medicación es un acto clínico que requiere evaluar cómo está el paciente, los medicamentos que está tomando, cuáles necesita, cuáles debe dejar de tomar o en cuáles es necesario un ajuste de dosis. La revisión clínica de la medicación ayuda al médico de familia a conciliar las intervenciones realizadas por otros profesionales, facilita la detección de prescripciones erróneas o incorrectas, y permite valorar la necesidad de realizar análisis u otras pruebas de seguimiento y control de los efectos de la medicación, así como evaluar la adherencia del paciente al tratamiento y detectar abandonos del tratamiento, efectos secundarios, cascadas terapéuticas, etc.
Pese a no haber sido la única medida de flexibilización del sistema de e-receta implantada durante la pandemia, la renovación automática es, sin duda, la que más ha comprometido el uso seguro de la medicación. Las autoras concluyen que renovar automáticamente las prescripciones electrónicas transforma un acto clínico en un trámite administrativo, compromete seriamente la seguridad del paciente, deteriora la función nuclear que ejerce el médico de familia evaluando de forma integral al paciente y va en detrimento de la eficiencia del sistema sanitario.
Publicado por Sano y salvo
+ info:
Añel Rodríguez RM, Astier Peña P. Renovación automática de prescripciones electrónicas durante la pandemia: nuevos riesgos para la seguridad del paciente. AMF 2021;17(8):443-452.
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Cómo citar esta entrada:
Riesgos asociados a la renovación automática de las prescripciones electrónicas durante la pandemia. [Internet]. Sano y Salvo. Blog de seguridad del paciente en atención primaria. [24 oct 2021; consultado 24 oct 2021]. Disponible en: https://sano-y-salvo.blogspot.com/2021/10/riesgos-asociados-la-renovacion.html
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