La
peor cara de la pandemia por el coronavirus y su enfermedad la
representan los fallecimientos producidos en todo el mundo. España es el
tercer país de Europa y el cuarto en el mundo en número de fallecidos,
sólo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido e Italia.
Hasta
el momento, 6 de mayo de 2020, se han notificado en nuestro país un
total de 25.857 fallecidos siendo el grupo de edad más afectado el de
mayores de 70 años, concentrando más del 80% de los fallecidos tanto en
hombres como en mujeres[1].
En efecto, las personas mayores, con o
sin enfermedades crónicas preexistentes, tienen un riesgo mayor de infección por
COVID-19 y tienen, con más probabilidad, afectación grave que requiere
intubación, soporte ventilatorio y cuidados intensivos[2].
Los centros socio-sanitarios (CSS) que
alojan a estos mayores, personas particularmente vulnerables y frágiles, y los
profesionales que los cuidan, han vivido esta situación de un modo
especialmente dramático y algunas publicaciones critican sus condiciones, no
sólo en España[3]
sino también en otros países del mundo[4],[5],[6].
En relación con toda esta problemática
de los centros sociosanitarios y la pandemia, AHRQ ha publicado un Boletín
de Seguridad del Paciente específico sobre Enfermedad por Coronavirus
(COVID-19) and Seguridad en Ancianos donde se ofrecen diversas herramientas
y recursos para directores y líderes de CSS del país.
Así, los CDC han publicado una guía
titulada: Preparándose
para COVID-19: Centros de larga estancia y sociosanitarios. También se
incluye una guía
para la autoevaluación, a modo de lista de verificación, además de otros
recursos.
Se explicita que la lista de
verificación no describe requerimientos o estándares, sino que destaca áreas
importantes a revisar para estar preparados en caso de que se tengan residentes
con COVID-19 y que puede y debe ser adaptada a las características de cada
centro. La idea con ello es elaborar un plan de respuesta ya sea para COVID o
para otras situaciones de emergencia.
También se localizan recursos de
organizaciones profesionales: la Sociedad de Medicina de Cuidados post-agudos y
de Larga Duración ha publicado una
guía para CSS, proveedores y directores médicos disponible de forma
gratuita en su sitio web sobre COVID-19.
Esta web dispone de una serie de recursos prácticos que incluyen
preguntas frecuentes para personal de CSS, una guía sobre la transferencia de
enfermos desde el hospital a la residencia, una actualización que prioriza el
cuidado y el mantenimiento de los residentes a salvo de la transmisión.
La Sociedad Americana de Geriatría
publicó un
artículo enfatizando el ABCD (awareness, behaviors, containment and
decisions: conciencia, comportamientos, contención y decisiones) de la pandemia
para mejorar la seguridad del paciente en las personas mayores, particularmente
sesgos cognitivos al diagnosticar a las personas mayores, comportamientos para
gestionar clínicamente a los pacientes y esfuerzos para contener el virus y
prevenir el daño a otros, especialmente en estos CCS.
En nuestro país, los nuevos hábitos
adquiridos tras el estado de alarma declarado el pasado 14 de marzo han
implantado nuevos modos de trabajo, relaciones interpersonales y costumbres que
pueden beneficiar, si terminan consolidándose, a los CSS y sus residentes en distintos
aspectos, por lo que deben ser considerados como una oportunidad de cambio.
A raíz de todo esto y en el tono que
caracteriza a la cultura de seguridad del paciente queremos
reflexionar sobre la pandemia en este ámbito.
Siendo conscientes de que no siempre es
así, consideremos con este propósito la adquisición de la infección y sus
consecuencias en un CSS como un incidente de seguridad, clarificando que el fin
es poder analizar los problemas existentes y sus posibles soluciones o las
barreras de que disponemos, para poder minimizar su impacto y así obtener un
aprendizaje provechoso que además nos sirva para “el después” de la pandemia.
Hemos utilizado para nuestra reflexión
el modelo de análisis del riesgo de queso suizo de J. Reason[7]. Hemos
considerado como riesgo, la infección COVID19. Este riesgo ha sido capaz de
atravesar todas las barreras de protección que nuestro actual sistema socio-sanitario
tenía montadas para dar una atención sanitaria de calidad y libre de daños a
nuestros mayores. Así, hemos construido 3 análisis de riesgos que nos han
permitido identificar los fallos de las barreras y promover la inclusión de
nuevas que reduzcan la posibilidad de que nuevos riesgos generen tanto daño en
nuestros mayores.
Se muestra a continuación el resultado:
- Aspectos
relativos al control de la infección por COVID19
- Aspectos
relativos a la organización y funcionamiento de las residencias
sociosanitarias.
- Aspectos relativos a la atención sanitaria en las residencias
"Queso suizo sociosanitario" (Clic en la imagen para agrandarla) |
Nos hemos dado cuenta en su elaboración
de la dificultad en “asignar” algunos defectos y barreras a una sección u otra
y es que muchos agujeros del queso definitivamente pueden y deben ser compartidos.
Es difícil acotar un servicio multiprofesional y con dependencia de cuidados de
organizaciones diferentes.
Esta es la razón de representar en el
queso las tres secciones superpuestas, de diferente color cada una, y de
colocar en los títulos de cada una de ellas la palabra “MÁS”.
Puede que un defecto corresponda “MÁS”
a una sección que a otra pero en cada comunidad autónoma las
realidades de gestión y provisión de los cuidados son diferentes y no somos
capaces de discernir de forma categórica a quién
corresponde colocar la barrera correspondiente.
En cualquier caso, creemos que no hay
otra solución que tender a compartir tanto los agujeros como las barreras.
Existen varias estrategias para estas últimas que podemos construir por lo
tanto entre todos, teniendo puentes entre los diferentes niveles (creación de
recursos asistenciales intermedios que permitan el aislamiento más eficiente,
recursos telemáticos que faciliten la comunicación entre niveles, historia
electrónica compartida, profesional gestora de casos, procedimientos,
recomendaciones y protocolos compartidos entre niveles y ámbitos etc.).
Así, mientras nuestro país está
preparando ya las medidas de “desescalada” para el aumento de la movilidad y de
la actividad laboral, podemos también planificar la atención particularmente a nuestros
mayores con las mismas premisas.
Para ello creemos que se hace preciso
reforzar la atención domiciliaria por quien mejor la sabe prestar, la Atención
Primaria y, del mismo modo, la atención de las personas institucionalizadas, que
podría ser gestionada por el mismo equipo multidisciplinar que se ocupe de la
atención domiciliaria.
Sería muy positivo que el liderazgo de
Atención Primaria se hiciera patente en este ámbito y se puedan equiparar la
calidad de cuidados en casa y en el centro sociosanitario, y desde un punto de
vista comunitario, tal como explican Marco Inzitari y Jordi Varela en el blog Avances
en Gestión Clínica. Estos autores hacen mención a los modelos más avanzados
de prestación de servicios que se esfuerzan en focalizar los planes
individualizados de cuidados en la atención en los domicilios, ofreciendo de
manera combinada servicios sanitarios y sociales. Se trata de evitar, en lo
posible, que una persona que ha quedado eventualmente en una situación delicada
tenga que ser forzosamente desarraigada de su entorno natural.
Sin embargo, a veces la
institucionalización es inevitable y, por ello, defienden que los centros
residenciales deben ser más humanos y más profesionalizados y liderados en sus
cuidados por Atención Primaria.
La pandemia ha supuesto una oportunidad
para cambiar algunas cosas pero también debiera aprovecharse, por el momento y
antes de seguir avanzando, para evaluar y aprender de los errores y comenzar a
establecer vínculos y colaboraciones más estrechas entre nuestro Sistema
Sanitario y concretamente entre nuestra
Atención Primaria y la red socio-sanitaria.
Todo lo anterior no será posible sin el
apoyo institucional y la regulación pertinente tanto a nivel autonómico como
nacional, unidos a la colaboración estrecha y activa de colegios profesionales y
sociedades científicas. En síntesis, una sociedad que no sólo identifica sus
fallos y los pone sobre la mesa, sino que aprende de lo vivido y se pone en
marcha para mejorar la vida de sus ciudadanos.
Sin duda, con ello nos beneficiaríamos
todos, sobre todo nuestros mayores.
María Luisa Torijano Casalengua, Javier Sánchez Holgado, Cecilia Calvo Pita y María Pilar Astier Peña
[1]
Actualización nº 97: enfermedad por SARS-CoV-2 (COVID-19) 5.05.2020. Ministerio
de Sanidad, Consumo y Bienestar social. Madrid; 2020. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/Actualizacion_97_COVID-19.pdf
[2] Centers for Disease Control and
Prevention. Older Adults. Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). Accessed April 4,
2020. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extra-precautions/older-adults.html
[3] Garcia Rada A. Covid-19: the
precariuous position of Spain´s nursing homes. BMJ 2020;369:m1554 doi:
10.1136/bmj.m1554
[4] Pollock AM, Clements Cerebra L,
Harding-Edgar L. Covid-19: why we need a national health and social
care service. BMJ 2020;369:m1465 doi:
10.1136/bmj.m1465
[5] Cenziper, D., Jacobs, J. &
Mulcahy, S. Hundreds of nursing homes with cases of coronavirus have violated
federal infection-control rules in recent years. The Washington Post. (April
17, 2020) [ONLINE] Accessed April 18, 2020 https://www.washingtonpost.com/business/2020/04/17/nursing-home-coronavirus-deaths/?arc404=true
[6] Kavanaugh, K.. As COVID-19 Knocks
on Nursing Homes’ Doors, Full-Time Infection Preventionists Needed More Than
Ever. Infection Control Today. (March 27, 2020) [ONLINE] Accessed April 2020 https://www.infectioncontroltoday.com/covid-19/covid-19-knocks-nursing-homes-doors-full-time-infection-preventionists-needed-more-ever
[7] Reason
J. El error humano. Ed Modus Laborandi. Madrid: 2009.
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