Entrevistamos a Mª del Mar Fernández Maillo, Directora de Área en la Fundación Avedis Donabedian (FAD) y Coordinadora técnica en el Sistema de Notificación y Aprendizaje Para la Seguridad del Paciente (SiNAPS). Su ponencia en la mesa-debate sobre nuevos retos y estrategias en SP en atención primaria, a celebrar en la IX Jornada de SP en AP, versará sobre "Sistema de Notificación y Aprendizaje en Atención Primaria: Propuestas de Mejora"
Sano y salvo: ¿Qué se está haciendo en España y a nivel internacional para potenciar la notificación desde APS?
El SiNASP se empezó a implementar en atención primaria en 2014 y el nivel de desarrollo ha sido variable según las CCAA en las que se ha puesto en marcha, pero todavía puede considerarse muy incipiente. En general, tanto en España como en otros países la notificación de incidentes relacionados con la seguridad del paciente en atención primaria es notablemente más baja que a nivel hospitalario.
Hay dificultades y barreras a la notificación comunes a otros entornos sanitarios, fundamentalmente las ligadas a la cultura de la culpa y a las defensas psicológicas a admitir que se ha cometido un error o también la falta de confianza en que se produzcan cambios o mejoras. Asimismo, la carga de trabajo adicional que supone notificar probablemente constituya un elemento disuasorio en un entorno de trabajo en el que la atención al paciente se valora en minutos.
Por otro lado, algunos estudios también apuntan a las diferencias entre la lógica de la gestión de riesgos y la lógica de la práctica médica a la hora de abordar o entender la seguridad del paciente, así como que la mayor tolerancia a la incertidumbre característica de la práctica clínica en el ámbito de la atención primaria redundaría en una cierta indulgencia ante la comisión de errores.
Sano y salvo: ¿Qué retos se plantea el SiNAPS para los próximos años?
Es necesario reforzar el proceso de implementación: definir los objetivos, asegurar los recursos (humanos y materiales), detectar las necesidades en formación y habilidades de los profesionales, así como proporcionarles apoyo y supervisión. El papel de los gestores y el liderazgo local son fundamentales en esto.
Si queremos incrementar la notificación de incidentes de seguridad, los profesionales deben tener claro el cómo y sobre qué informar, así como recibir información de lo que otros han notificado y cómo ha contribuido a mejorar la seguridad.
Además habría que fomentar la inclusión en las conversaciones, tanto estructuradas como informales, los incidentes de seguridad. La seguridad del paciente debería convertirse en un tema habitual de las conversaciones entre colegas.
Sin embargo, el reto a largo plazo es considerar el daño no en términos de incidentes aislados, sino como una trayectoria en la vida del paciente. Tanto la génesis como las consecuencias del daño tienen lugar a lo largo del tiempo. Los incidentes son simplemente aquellos aspectos del daño que son observados por los profesionales sanitarios y, aunque necesarios, no constituyen la visión completa. Para un paciente, daño no es únicamente el que se produce a través de y en relación con el tratamiento que se le proporciona: también se le perjudica cuando se fracasa en proporcionarle el tratamiento adecuado. Por tanto, la baja calidad de la atención también debería incluirse en los problemas de seguridad del paciente. Habrá que considerar la trayectoria del paciente en su viaje por el sistema sanitario para ser capaces de valorar tanto los beneficios como los perjuicios a los que se ha visto sometido: sólo así tendremos una adecuada visión de lo que es la seguridad del paciente. Y la atención primaria está en una posición privilegiada para acercarse desde esta perspectiva.
Publicado por Sano y salvo
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