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23 diciembre, 2014

¿De qué herramientas disponemos en atención primaria para mejorar la seguridad del paciente?

El informe “To Err is human” ya revelaba en el año 2000 que en EEUU se producían más muertes por errores médicos que por accidentes de tráfico. A pesar que existe un mayor número de contactos con los pacientes en atención primaria (AP), siempre ha habido una menor preocupación en materia de seguridad del paciente (SP) en este ámbito respecto al hospitalario.

La American Medical Association alertaba en 2011 que la introducción y la investigación de la seguridad del paciente ambulatorio ha quedado rezagada respecto al hospitalario, y que es necesario priorizar y reforzar las actuaciones en materia de seguridad. En 2013 la Health Fundation reconoció la importancia de conocer cuáles son los métodos, herramientas e indicadores disponibles para poder medir y evaluar la seguridad del paciente en el primer nivel asistencial.

Para dar respuesta a esta última cuestión acaba de publicarse una revisión narrativa cuyo objetivo es identificar aquellos instrumentos que sirvan al médico de familia para mejorar la seguridad de la atención primaria.

A nivel metodológico, esta revisión está diseñada según la guía PRISMA para revisiones sistemáticas y meta-análisis pero sigue una aproximación más narrativa. Se crea un equipo multicéntrico donde se definen los términos MESH para su búsqueda en las bases de datos de EMBASE, CINAHL, Pubmed, Medline (Ovis desde 1996), Health Management Information Consortium y la Web Of Science. No se limita el idioma de la publicación pero sí los resúmenes en lengua no inglesa. También se accede a diferentes recursos en internet para la búsqueda de literatura gris.

La selección de estudios es realizada por dos revisores cuyas discrepancias son resueltas por consenso. Se incluyen los estudios que tratan sobre herramientas o estrategias para mejorar o analizar la seguridad, y con relevancia para la atención primaria. Los revisores seleccionan los trabajos utilizando una lista de comprobación modificada de PRISMA que combina aspectos de diferentes metodologías.

Respecto a los resultados, a partir del 2001 se produce un aumento significativo del número de publicaciones sobre la seguridad del paciente en atención primaria.

Del total de 13.240 estudios obtenidos en la búsqueda inicial, se seleccionan un 10% (1311)  de los cuales un 14% (189) se incluyen en esta revisión. La mayoría de los estudios proceden de EEUU (41%) y del Reino Unido (23%).

Más de la mitad de los trabajos (55%) están relacionados con la prescripción. Otros temas menos tratados son los eventos adversos y el clima de seguridad (8%), los aspectos informáticos (4,5%), el rol del paciente (3%) y las medidas generales para corrección de errores (5%). El número de trabajos que tratan los errores diagnósticos es marginal (menos del 1%) y no se obtiene ninguno sobre herramientas para la investigación de SP en AP. Los diseños de los estudios son variados: técnica de consenso (10%), métodos observacionales (15%) o mixtos.

Se identifican 114 herramientas de las cuales 26 proceden de la literatura gris (Ver apéndice 3).

Los autores concluyen:
  1. Existe un aumento de la publicación de estudios sobre SP en AP desde 2001
  2. Se obtienen más de 100 instrumentos e indicadores relacionados con la SP en AP
  3. Existen áreas de la SP poco representadas, como los errores diagnósticos, la investigación en SP o los resultados de pruebas y derivaciones.

Respecto a las limitaciones del estudio, los autores mencionan que el término “herramienta” no ha sido estandarizado y puede referirse a alertas, sistemas de puntuación, cuestionarios, material educativo, etc. La exclusión de resúmenes en lengua no inglesa puede suponer un sesgo de publicación, aunque los autores refieren que solo se han excluido 6 estudios por este motivo.

Al hablar de las implicaciones para la práctica clínica, política sanitaria e investigación, los autores señalan:
  1. Es difícil estimar el impacto de las herramientas de medición identificados en esta revisión sobre la mejora de la SP.
  2. Es necesario implantar medidas de resultado más que de proceso en la SP.
  3. En un futuro es necesario probar la idoneidad y aceptabilidad de las herramientas, así como poner a prueba los cambios en la práctica clínica una vez aplicadas las herramientas.
  4. Habrá que desarrollar otras áreas, además de los sistema de gestión de la seguridad, como la formación, la política, la cultura y la retroalimentación de los datos de los resultados en línea con otros modelos establecidos de seguridad de los pacientes
  5. Hay que promover metodologías basadas en la investigación cualitativa de la SP.


Publicado por Txema Coll Benejam

Rachel Spencer R,Campbell SM. Tools for primary care patient safety: a narrative review. BMC Family Practice 2014, 15:166.

1 comentario:

José Manuel Brea dijo...

En nuestra AP habría que añadir diversos factores condicionantes que pueden repercutir desfavorablemente en la seguridad del paciente: medio inadecuado (consultas ruidosas, etc.), trabajo en solitario, burocracia inútil (robo de tiempo), polimedicación inducida, policonsultas, intersustitución y sobrecarga asistencial por deficiencia organizativa. Creo que deben ser tenidas en cuenta por cuanto escapan al control del médico de familia.
En fin, que hay mucho en contra de la seguridad del paciente.

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