Páginas

20 agosto, 2012

¿Son válidos los AMFE? Utilidad y limitaciones del Análisis Modal de Fallos y Efectos

El Análisis Modal de Fallos y Efectos (AMFE) es una herramienta prospectiva para la identificación de riesgos potenciales que se ha utilizado ampliamente en la industria aeroespacial y de automoción y que se empezó a utilizar en la atención sanitaria a finales del siglo pasado. Los investigadores en este estudio exploran la validez de esta herramienta para la identificación de riesgos potenciales, análisis y evaluación de los mismos.

En 2009, dos grupos multidisciplinares formados por profesionales de dos grandes hospitales docentes del National Health Service (NHS), desarrollaron AMFE en paralelo en los procesos de prescripción, administración y monitorización de la vancomicina y la gentamicina. Ambos equipos siguieron el mismo procedimiento sistematizado para el uso de la herramienta.

El equipo investigador analizó la validez de la herramienta AMFE:

- Validez aparente: comparando los resultados sobre los fallos identificados con el AMFE con los identificados por un grupo de trabajo de farmacéuticos y enfermería que realizaron observación de la práctica clínica en la prescripción, administración y monitorización de la vancomicina y gentamicina, así como comprobación de los resultados de laboratorio de análisis clínicos y microbiología relacionados con los pacientes observados, identificando los riesgos para la seguridad de los pacientes.

- Validez de contenido: presentando los hallazgos del AMFE a otros profesionales que no habían participado en los grupos de trabajo junto con el diagrama de flujo de proceso para que mostraran su acuerdo o desacuerdo con los resultados obtenidos e hicieran las aportaciones que consideraran oportunas.

- Validez de Criterio: comparando los resultados del AMFE con los datos obtenidos a través del sistema de notificación de incidentes y contrastando la frecuencia registrada en el AMFE con la obtenida a través de los registros de incidentes del centro (El equipo investigador pone de manifiesto la limitación que supone que en el sistema de notificación se identifican aproximadamente el 6% de los incidentes relacionados con la seguridad del paciente).

- Validez de constructo: como el AMFE persigue priorizar los fallos potenciales identificados y esto se logra mediante el cálculo de índice de priorización (NPR), se analizaron las propiedades matemáticas de las escalas de puntuación utilizadas y se evaluó su uso en el AMFE.

El equipo investigador concluye que existen importantes desafíos metodológicos para la validación del AMFE. El AMFE es una herramienta útil para ayudar a grupos multidisciplinares a sistematizar y entender los procesos de cuidados, sin embargo los resultados de este estudio ponen en duda su validez. Los equipos deben considerar la utilización de diferentes fuentes de información, además de su experiencia personal y conocimientos, para identificar fallos potenciales en los procesos de atención sanitaria. En cuanto a la metodología para el cálculo del índice de priorización se identificaron discrepancias entre las estimaciones de los equipos y la valoración de incidentes similares obtenidos a través de su sistema de notificación de incidentes. Las puntuaciones en la severidad y probabilidad de ocurrencia fueron mucho mayores en los equipos que realizaron el AMFE. Además el concepto de multiplicar escalas ordinales para priorizar los fallos es matemáticamente erróneo.

Por los motivos anteriormente expuestos recomiendan la utilización del AMFE como herramienta de análisis y esquematización de los procesos de cuidados en grupos de trabajo multidisciplinares, así como de herramienta para la formación de profesionales. No recomiendan la herramienta como único método para prevenir que los pacientes sufran daños relacionados con la atención sanitaria.

Además consideran que esta herramienta no debe utilizarse para priorizar las actuaciones sobre los fallos y problemas de seguridad del paciente identificados. Es necesario considerar también otras variables como la factibilidad, los recursos disponibles, el coste, etc.


Shebl NA, Franklin BD, Barber N. Failure mode and effects analysis outputs: are they valid? BMC Health Serv Res. 2012 Jun 10;12(1):150.


Publicado por Sano y Salvo

3 comentarios:

Carmen Villar dijo...

Creo que a pesar de sus limitaciones como dice el artículo, no hay que desmerecer la herramienta. Otro incoveniente que yo le veo es el tiempo que se necesita para realizar un buen AMFE. Hacer un AMFE sólo por un grupo de expertos por más multidisciplinar que sea, sin contar con las personas que realmente van a aplicarlo en su experiencia diaria es un gran error, creo que esta es la clave. Considero que la formación y experiencia del equipo que elabore el AMFE es un elemento clave o cuanto menos la existencia un equipo revisor externo de personal con experiencia en los distintos campos que abarque el AMFE para que puedan aportar su punto de vista. Por otro lado nadie ha dicho que sea una herramienta única para su utilización en la prevención de riesgos. Ahora se habla de BUNDLES para el abordaje de problemas de seguridad del paciente, paquete o conjunto de medidas, no una sóla. Enhorabuena por esta entrada, muy interesante.

Sano y salvo dijo...

Muchas gracias por tu fundamentado comentario, Carmen.

Jesús Palacio, editor de Sano y salvo

Arturo dijo...

Creo que llego tarde a este asunto, pero quiero puntualizar que el AMFE es perfectamente válido para cualquier proceso. Los resultados de dos equipos de trabajo son perfectamente reproducibles. Lo que falla es el planteamiento, que habitualmente se quiere basar en la experiencia y no en la herramienta. Recordemos que AMFE identifica todos los modos de fallo POTENCIALES, y esto se hace de forma SISTEMÁTICA una vez descrito el proceso de forma adecuada. Al ser un proceso sistemático, cualquier persona con sentido común puede identificar los modos de fallo y asignarles la valoración de Gravedad (siempre que se utilice la tabla adecuada). Los conocimientos del equipo comienzan a ser necesarios en la identificación de las causas, aunque, utilizando las herramientas correctas, se puede avanzar rápido y seguro en este campo. La valoración de la frecuencia o probabilidad de las causas sí que precisa de experiencia o datos, y de una tabla de valoración adecuada. De nuevo la descripción de la capacidad de detección vuelve a basarse en el sentido común, y se puede hacer de forma sistemática. En resumen, si no se ha conseguido un resultado fiable es porque no se ha utilizado la herramienta de forma adecuada. Yo he dirigido equipos en todos los sectores de la industria y los servicios, y no he encontrado nunca problemas del tipo de los descritos arriba. De hecho, casi el 60% del proyecto se puede realizar de forma sistemática y simplemente consesuar los datos con el equipo. Espero que este comentario sirva para descargar a la herramienta de culpas solo achacables al usuario (facilitador o director del equipo de trabajo), o a la falta de formación adecuada en el uso del AMFE, que por desgracia es lo más habitual. Saludos cordiales.

Publicar un comentario