Los autores del mismo explican que la resistencia a los antimicrobianos es un problema de salud pública puesto que los mismos se emplean en el ámbito de la medicina, pero también en otros ámbitos como: el veterinario, agrícola, ganadero e incluso en la limpieza del hogar.
Entre los factores que generan resistencias a los antimicrobianos se encuentran los factores que dependen de las políticas de prescripción de los antibióticos. En este sentido, aparte del consumo, la utilización de antibióticos de amplio espectro se correlaciona con una mayor generación de resistencias. El consumo se ha visto favorecido en los países desarrollados por la facilidad de obtenerlos en las farmacias sin receta médica; al respecto, en el año 2008, un estudio llevado a cabo por los mismos autores y empleando actores que simulaban ser clientes, se obtuvieron antibióticos sin receta oficial en casi la mitad de una muestra de 197 farmacias comunitarias en Catalunya. En cuanto al uso de antibióticos de amplio espectro (cefalosporinas de tercera generación, quinolonas y macrólidos), se sabe que son éstos los que inducen mayores resistencias en el ámbito comunitario, en algunos casos de manera rápida e irreversible.
Para evitar la propagación de resistencia a los antimicrobianos los profesionales sanitarios sólo pueden hacer dos cosas: No prescribir antibióticos innecesarios y utilizar los de espectro reducido. Una revisión de la Cochrane Library, sobre las estrategias a implementar para reducir la prescripción antimicrobiana, pone de manifiesto que el uso de una única estrategia es muy poco efectivo y que se requieren combinaciones de acciones. Para prescribir menos antibióticos es necesario que el profesional se conciencie de que existe un problema, se hagan auditorías de consumo y los médicos de familia dispongan de métodos diagnósticos para infecciones rápidos y fiables. Es necesario usar antibióticos de espectro reducido, incluso en el ámbito hospitalario, lo que se ha llamado la “era postantibiótica de amplio espectro”
Aún así, y teniendo en cuenta la globalización actual, es necesario establecer programas integrados de monitorización del consumo de antimicrobianos en diferentes ámbitos, incluyendo el ámbito veterinario y ganadero; mejorar el control de las enfermedades infecciosas, sobre todo en los países en vías de desarrollo; hacer cumplir la normativa vigente sobre dispensación de antibióticos en las oficinas de farmacia y analizar las resistencias de los microorganismos.
Deixaran de ser efectius els antibiòtics entre la població si en seguim abusant?
LLor C; Cots J.
Bulletí d´informació terapèutica. Generalitat de Catalunya. Departament de Salut. Vol 22; núm.1.2010.