Se trata de un artículo original, destacado por la revista con un comentario editorial, que trata de un tema con relevante como es el acceso fácil a la información clínica desde la consulta.
El artículo plantea la importancia de la duda en la toma de decisiones de los médicos de Atención Primaria, referida a los problemas de los pacientes, en su consulta habitual, dentro de un ámbito profesional de gran incertidumbre y con escaso tiempo por paciente disponible.
Con el término “duda” los autores incluyen toda aquella pregunta explícita, sobre cualquier actividad asistencial, de la que no se conoce la respuesta. Señalan que las dudas limitan la capacidad de acción del profesional y pueden representar un problema para el paciente.
El interés del artículo es doble. Por un lado estudia un problema importante, con posibles repercusiones en la seguridad y la salud de los pacientes. Por otro lado es interesante el objetivo que se plantea, ya que trata de identificar la cantidad y el tipo de esas dudas, así como averiguar los métodos que utilizan los médicos para resolverlas.
Los autores realizan un estudio observacional descriptivo, con recogida de datos por un observador presencial en la consulta de 81 médicos de Atención Primaria, seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple entre los que prestan sus servicios en los centros de salud de las provincias de A Coruña y Lugo. Con cada uno de ellos permaneció un observador durante toda la jornada laboral.
Se registraron un total de 591 dudas. Cada médico presentó una media de 7,29 dudas por jornada laboral y se identificaron 1,7 dudas por cada 10 pacientes atendidos. La inmensa mayoría de estas dudas (92 %) se refieren a problemas clínicos; sólo un pequeño porcentaje (7,36 %) se referían a temas administrativos.
Los seis grupos de dudas más frecuentes, ordenadas por número, fueron las siguientes: 1º Farmacología, 2º Síntomas y signos de enfermedad, 3º Administrativas, 4º Ginecología y obstetricia, 5º Dermatología y 6º Endocrinología. Los 12 tipos de duda más frecuentes suponen hasta el 75 % de todas las planteadas.
Sobre los medios disponibles que tienen los médicos de atención primaria para solucionar las dudas, los autores destacan que hasta un 20 % de los encuestados no disponía de libros de apoyo en su consulta. Y que sólo el 33,3% de los médicos observados disponía de ordenador en su consulta, si bien únicamente el 21 % disponía de conexión a Internet.
Cuando surgía una duda, lo más habitual fue intentar resolverla durante la consulta o durante esa misma mañana (el 51,6 % de las ocasiones entre ambas opciones). El 35,7 % de las dudas generó nuevas citas, bien en la propia consulta o bien como interconsulta con otra especialidad. De hecho, la manera más habitual de resolverlas fue realizar una interconsulta (23%). Por último, cabe señalar que no se buscó ningún tipo de solución para 96 dudas (16,2%).
El uso de recursos en Internet para la resolución de dudas fue poco frecuente. El 81,5 % de los médicos no utilizó Internet durante la consulta y sólo un 6,2 % lo hace diariamente o a menudo. Las páginas más usadas por motivos profesionales fueron Fisterra.com (51 como primera opción), Diario Médico (4 como primera opción) y Google (2 como primera opción). La información profesional no ligada a una situación o a un paciente en concreto fue el motivo más habitual de consulta.
Es de destacar que el desarrollo de sistemas de ayuda en consulta podría reducir el alto porcentaje de dudas (37,5%) que generan una nueva cita para el paciente. Por otro lado, el análisis de las dudas puede permitir conocer mejor las necesidades de información o de formación de los médicos, lo que podría ayudar a desarrollar sistemas de formación y de apoyo a la consulta que, en definitiva, mejoren la calidad asistencial. Lo que le da un valor añadido a esta iniciativa.
Parece que un sistema ágil y eficiente de respuesta a preguntas clínicas, mediante el acceso a fuentes documentales actualizadas y de calidad, podría ayudar a resolver esas dudas, mejorar la calidad asistencial, disminuir las reconsultas y las interconsultas y, por lo tanto, disminuir la presión asistencial. Eso sin contar con los gastos y molestias que se evitarían a los pacientes (que no se evalúan en este trabajo). Ésta es una posibilidad de mejora a abordar por el colectivo de médicos de Atención Primaria y las administraciones correspondientes.
Arturo Louro González, Emiliano Fernández Obanza, Elsa Fernández López, Patricia Vázquez Millán, Leonor Villegas González y Emilio Casariego Vales
Análisis de las dudas de los médicos de atención primaria.
Aten Primaria.2009;41(11):592–599
El artículo plantea la importancia de la duda en la toma de decisiones de los médicos de Atención Primaria, referida a los problemas de los pacientes, en su consulta habitual, dentro de un ámbito profesional de gran incertidumbre y con escaso tiempo por paciente disponible.
Con el término “duda” los autores incluyen toda aquella pregunta explícita, sobre cualquier actividad asistencial, de la que no se conoce la respuesta. Señalan que las dudas limitan la capacidad de acción del profesional y pueden representar un problema para el paciente.
El interés del artículo es doble. Por un lado estudia un problema importante, con posibles repercusiones en la seguridad y la salud de los pacientes. Por otro lado es interesante el objetivo que se plantea, ya que trata de identificar la cantidad y el tipo de esas dudas, así como averiguar los métodos que utilizan los médicos para resolverlas.
Los autores realizan un estudio observacional descriptivo, con recogida de datos por un observador presencial en la consulta de 81 médicos de Atención Primaria, seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple entre los que prestan sus servicios en los centros de salud de las provincias de A Coruña y Lugo. Con cada uno de ellos permaneció un observador durante toda la jornada laboral.
Se registraron un total de 591 dudas. Cada médico presentó una media de 7,29 dudas por jornada laboral y se identificaron 1,7 dudas por cada 10 pacientes atendidos. La inmensa mayoría de estas dudas (92 %) se refieren a problemas clínicos; sólo un pequeño porcentaje (7,36 %) se referían a temas administrativos.
Los seis grupos de dudas más frecuentes, ordenadas por número, fueron las siguientes: 1º Farmacología, 2º Síntomas y signos de enfermedad, 3º Administrativas, 4º Ginecología y obstetricia, 5º Dermatología y 6º Endocrinología. Los 12 tipos de duda más frecuentes suponen hasta el 75 % de todas las planteadas.
Sobre los medios disponibles que tienen los médicos de atención primaria para solucionar las dudas, los autores destacan que hasta un 20 % de los encuestados no disponía de libros de apoyo en su consulta. Y que sólo el 33,3% de los médicos observados disponía de ordenador en su consulta, si bien únicamente el 21 % disponía de conexión a Internet.
Cuando surgía una duda, lo más habitual fue intentar resolverla durante la consulta o durante esa misma mañana (el 51,6 % de las ocasiones entre ambas opciones). El 35,7 % de las dudas generó nuevas citas, bien en la propia consulta o bien como interconsulta con otra especialidad. De hecho, la manera más habitual de resolverlas fue realizar una interconsulta (23%). Por último, cabe señalar que no se buscó ningún tipo de solución para 96 dudas (16,2%).
El uso de recursos en Internet para la resolución de dudas fue poco frecuente. El 81,5 % de los médicos no utilizó Internet durante la consulta y sólo un 6,2 % lo hace diariamente o a menudo. Las páginas más usadas por motivos profesionales fueron Fisterra.com (51 como primera opción), Diario Médico (4 como primera opción) y Google (2 como primera opción). La información profesional no ligada a una situación o a un paciente en concreto fue el motivo más habitual de consulta.
Es de destacar que el desarrollo de sistemas de ayuda en consulta podría reducir el alto porcentaje de dudas (37,5%) que generan una nueva cita para el paciente. Por otro lado, el análisis de las dudas puede permitir conocer mejor las necesidades de información o de formación de los médicos, lo que podría ayudar a desarrollar sistemas de formación y de apoyo a la consulta que, en definitiva, mejoren la calidad asistencial. Lo que le da un valor añadido a esta iniciativa.
Parece que un sistema ágil y eficiente de respuesta a preguntas clínicas, mediante el acceso a fuentes documentales actualizadas y de calidad, podría ayudar a resolver esas dudas, mejorar la calidad asistencial, disminuir las reconsultas y las interconsultas y, por lo tanto, disminuir la presión asistencial. Eso sin contar con los gastos y molestias que se evitarían a los pacientes (que no se evalúan en este trabajo). Ésta es una posibilidad de mejora a abordar por el colectivo de médicos de Atención Primaria y las administraciones correspondientes.
Arturo Louro González, Emiliano Fernández Obanza, Elsa Fernández López, Patricia Vázquez Millán, Leonor Villegas González y Emilio Casariego Vales
Análisis de las dudas de los médicos de atención primaria.
Aten Primaria.2009;41(11):592–599
Entrada editada por: José Saura Llamas
1 comentario:
Una excelente reflexión. Gracias por la referencia, llevaba tiempo buscando un artículo de este tipo :)
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