
En este estudio publicado en Quality and Safety in Health Care, se realizó una encuesta entre abril y julio de 2006 a médicos generales en Teherán, con una tasa de respuesta de casi un 84%. Se les planteaba un mismo escenario clínico con diferentes resultados finales, sin daño, con daño leve o con resultado de muerte, y se les preguntaba como reaccionarían ellos ante cada caso y como les gustaría que reaccionaran sus compañeros si fuesen ellos los implicados en el error. Existían 6 opciones de respuesta: informar si preguntan, informar de todas formas, no hacer nada, justificar la acción, decírselo al compañero para que sea él quien lo comunique al paciente o denunciarlo.
La actitud más común declarada por los médicos fue la de comunicar el error al compañero y pedirle su revelación al paciente (incidente sin daño: 63.0%; IC 95%: 58% - 68%; incidente con daño leve: 70.0%; IC 95%: 65.4% - 74.6%; incidente con muerte: 62.5%; IC 95%: 57.5% - 67.5%). En la mayoría de los casos los médicos también esperan que sus compañeros les comuniquen sus propios errores (92.7%; IC 95%: 89.7% a 93.0).
Aproximadamente el 67% de los participantes se habían encontrado con un error de un compañero en los últimos 6 meses y, de éstos, el 90% no han recibido o han recibido muy poca formación acerca de cómo tratar estos temas.
Así pues, parece que el enfoque más aceptable entre estos facultativos es comunicar el error al médico responsable y animarle a que él mismo se lo revele al paciente pero, en esta cuestión, no hay reglas escritas ni un protocolo estricto. Estas actitudes están muy relacionadas y dependen de la cultura de seguridad existente en un país y, desde luego, es preciso insistir, la formación al respecto es trascendente para su fomento.
Editado por Marisa Torijano
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