Para lanzar este debate analiza los resultados globales de algunas intervenciones sanitarias preventivas y la información facilitada a los pacientes sobre las mismas.
Entre las comentadas destaca el debate sobre el cribado del cáncer de mama (en la mayor parte de los programas estatales no figura en la invitación a las mujeres a participar en el programa los daños generados por el sobretratamiento de las pacientes y el impacto en su salud una vez iniciado el proceso), así como el uso de antidepresivos y antipsicóticos en pacientes psiquiátricos (en la mayoría de los casos no se explica adecuadamente el mecanismo de acción de estos fármacos a nivel cerebral).
Menciona también la actual tendencia en gestión clínica de alcanzar al 100% los objetivos clínicos anuales marcados por las direcciones de atención primaria; entre ellos, el descenso intensivo de la cifras de hemoglobina glicada en diabéticos tipo 2 o la monitorización de rutina de pacientes hipertensos en el 100% de los casos.
Una buena reflexión para evaluar nuestra forma de actuar o no actuar, comunicando al paciente en toda circunstancia que la asistencia no está exenta de daño y ponderando los objetivos asistenciales en una posible justa medida o valor medio óptimo, volviendo a la máxima hipocrática Primun non nocere.
Publicado por Pilar Astier
Publicado por Pilar Astier
1 comentario:
Totalmente cierto. Muy pertinente la entrada, más aún en estos tiempos de "gripe pandémica", en los que me temo se van a desatar auténticas cascadas de yatrogenia diagnóstico-preventivo-terapéútica.
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